miércoles, 1 de agosto de 2018

La preparación mental y el alto rendimiento en el tenis de competición siempre van de la mano




Nadie duda de la importancia de una buena preparación mental para competir al más alto nivel. La psicología y el alto rendimiento van de la mano desde hace unos años, y se han ido introduciendo en el deporte a través del fútbol.

Una gran cantidad de tenistas profesionales cuentan con la ayuda de psicólogos, pero de manera puntual. Se debe concebir el entrenamiento mental como parte de la formación base del tenista, como si se tratase de la técnica. Dotando de herramientas para gestionar los errores, lidiar con el estrés y la presión o con técnicas de concentración desde edades tempranas tendremos a grandes jugadores. 

Aprender a organizar una temporada de acuerdo a objetivos es esencial, como lo es introducir a la familia en el equipo de trabajo del jugador para conseguir un equilibrio perfecto (realmente complicado).

El tenis es visto como un deporte extremadamente individual pese a trabajar en equipo. El grupo de trabajo engloba tanto al jugador como a su entrenador y compañeros de entrenamiento hasta el fisio, padres, psicólogo e incluso entorno social.

Realizar sesiones grupales es una herramienta fundamental, especialmente en etapas de formación, para mejorar la cohesión grupal con los beneficios que eso conlleva. Los Centros de Alto Rendimiento (englobando a clubes y academias) trabajan con pequeños grupos de jugadores en los que fácilmente surgen problemas entre los chicos. Prevenir estos roces y fomentar un buen clima es, sin duda, clave para alcanzar los objetivos más ambiciosos.

La psicología deportiva no ofrece soluciones mágicas, pero aporta estrategias muy útiles que ayudan a no perder la concentración, optimizar la gestión de la energía, mantener el control en momentos de tensión o tener un nivel óptimo de activación.

Estrategias psicológicas para la mejora del rendimiento. El nivel de activación es un punto clave para poder trabajar con calidad. Es importante explicarle a los jugadores la Teoría de la U Invertida.
Es fundamental mantener el equilibrio entre la motivación y la activación para lograr un estado de tensión adecuado. El tenista debe conocer ese nivel óptimo para regularlo, por lo que es necesario entrenarlo.

La respiración es nuestro gran aliado en la pista, ya sea para generar más fuerza (click para ver estudio), para minimizar la tensión o para gestionar la energía. Hay una estrategia básica de respiración que busca minimizar el gasto energético entre puntos. Un partido de tenis sólo tiene un 22% de juego real en el total de duración. Para ser más concretos, la duración de un punto ronda entre los 6 y 10 segundos, y el tiempo entre puntos llega a los 25 segundos. (fuente de datos de los tiempos).

Para gestionar el error existe una técnica sencilla y realmente útil, se conoce como Sándwich.Esa magnífica sensación tras darle al clavo con un smash fácil no necesita descripción. Llegados a esa situación, ¿qué hacemos? Primero, respirar (bajar pulsaciones). Después montamos el sándwich: cosa buena – mala – buena. Esto es, analizaremos la jugada hasta ese punto, buscando qué hemos hecho bien. En este ejemplo fuimos capaces de meternos en la pista y tener un golpe fácil para finalizar. Buen trabajo. Hemos fallado el smash. ¿por qué? No hemos girado los hombros, bajamos pronto el brazo que señala, no hemos cambiado el peso, perdimos el balance, no estuvimos en close stand…. Es importante analizar por qué hemos fallado para no repetirlo. Una vez lo tenemos cerramos el sándwich motivándonos a la vez que nos activamos, aumentando la respiración y preparándonos para el siguiente punto.

Esta estrategia permite: gestionar la energía (utilizando la respiración), no desconcentrarnos (ya que tenemos trabajo que hacer al finalizar el punto), evitar y prevenir repetir los mismos errores, conocer qué planteamientos tácticos estamos haciendo bien y cuáles no; y prepararnos para el siguiente punto con motivación.

El tenis es un deporte de precisión, con tiempos de reacción muy pequeños y con gran explosividad. Además el error se castiga premiando al rival, por lo que la presión y el estrés son altos. Entrenar situaciones reales de juego para llegar a experimentar esas sensaciones es muy complicado. Se requiere un entrenamiento previo. Gracias a la visualización se consigue trabajar en situaciones similares a las que encontramos en competición.

La visualización consiste en imaginar lo más fielmente posible, utilizando todos los sentidos, la situación en la que se quiere trabajar. La idea de esta técnica es utilizar la habituación (acostumbrarse a esa situación) para no sufrir gran presión en ese momento así como desarrollar técnicas personales para saber llevar la situación.

Debido a la dificultad de esta técnica es necesario dividirla en niveles para llegar a dominarla. Es un proceso complejo, complicado sin la ayuda de un profesional. En los niveles más bajos de esta técnica se trata de imaginar lo más vívidamente posible situaciones externas como por ejemplo un bar, con todo lo que allí puede suceder: conversaciones, olores, ruidos, temperatura… y el nivel sube progresivamente con muchas horas de práctica hasta llegar a trabajar con visualizaciones de competición.

Las rutinas son un recurso que todo tenista debe tener. Ayudan a crear un patrón a seguir, evitando pérdidas de concentración incluso en los cambios. Las famosas “manías de Nadal” son sin duda un elemento clave en su fortaleza mental, ya que lo mantienen ocupado en todo momento.

Un buen saque necesita una rutina. El servicio es el único golpe en el que todo depende del jugador. La ejecución comienza antes del lanzamiento de la bola. Para algunos tenistas empieza en el momento de secarse la cara o recibir las bolas de los recogepelotas. Repetir siempre las mismas acciones ayuda a mantener la calma y aporta sensación de seguridad. Un jugador de un deporte de precisión que no utilice rutinas flaqueará en momentos de tensión.



2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.