domingo, 3 de noviembre de 2019

'Psicología'. El factor mental tiene un papel básico y muy importante durante un partido de tenis



El tenis es un deporte sumamente mental. Los partidos son largos, la concentración, confianza y fortaleza mental son difíciles de mantener por periodos prolongados de tiempo, así como recuperarlas. Hay altibajos en estas situaciones críticas, propias de este deporte que ameritan el buen funcionamiento del aspecto mental si se desea llegar al más alto nivel en el deporte blanco.

El tenis se debe beneficiar de una serie de elementos psicológicos como son: Autoestima, Control emocional, Activación, Fortaleza mental, Visualización y Concentración.

Estos elementos son ampliamente conocidos, pero hay momentos en los partidos en que todo este conjunto de elementos, que forman parte de todo el bagaje psicológico que debe tener el tenista se tienen que conjugar y aparecer con más fuerza en los momentos críticos o claves de un partido de tenis.

Un partido de tenis tiene puntos de inflexión o momentos bisagra donde se revierten los resultados de modo notable y sorpresivo. Estas situaciones pueden producir una fuerte desmoralización en el jugador que iba ganando ya que ve como su inminente triunfo comienza a desmoronarse. Así se producen pérdidas de confianza que pueden consolidar un síndrome.

A veces un punto perdido puede generar una secuencia de puntos posteriores errados, es decir una pérdida de la sincronización y concentración necesarias para dominar la pelota y el partido.

Esto se debe a que los puntos errados se puntúan en contra y a que el partido no se define por tiempo sino por resultado generando una fuerte presión psicológica en los participantes.

El deportista para jugar bien necesita acoplar un estado mental que llamaremos sincronización. Es un estado mezcla de mística y éxtasis muy parecido al que necesitan los músicos solo que con una dosis muy superior de agresividad sublimada. Esta actitud se debe cuidar muy bien de no perder ya que cuesta mucho recuperar. Y lo peor es que cuando uno la pierde la puede tomar  el rival en su contra.

Estos son verdaderos momentos psicológicos que forman parte del atractivo del juego. La expectativa del partido es ver hasta donde los jugadores son capaces de mantener la calma, la concentración y la fluidez necesarias para definir los puntos. El mínimo error es capaz de marcar la diferencia entre la victoria y la derrota. No solo se espera ver destreza sino también autodominio personal.

Este estado de sincronización es entonces como una novia, hay que cuidarla y tratar de no compartirla ni prestarla. Acá conviene ser muy celoso, cuidadoso e inteligente para no perder esta condición mental óptima y privilegiada del juego que constituye su esencia psicológica.

Sin lugar a dudas, el tenis es un deporte donde el factor mental juega una parte muy importante, y no se puede confiar sólo en las habilidades innatas para enfrentar las situaciones que pueden afectar en un partido.  Y como alguna vez dijo uno los famosos tenistas Bjorn Borg “Ganar o perder un partido depende de las ganas que Ud. tenga de jugar el último tanto”

2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.