El español reflexiona tras vencer a Alcaraz en las semifinales
Cuando el Estadio 1 del Indian Wells Tennis Garden despidió
entre aplausos a Carlos Alcaraz, las manos de Rafael Nadal acompañaron ese
clamor. Tras una vibrante semifinal decidida en tres mangas en favor del
mallorquín, exigido como pocas veces en un inicio de temporada perfecto (20-0),
una conclusión había quedado clara sobre la pista. Hay un compatriota que llega
al circuito con una fuerza inusitada, capaz de escribir un futuro brillante si
sigue por este camino.
“Ha sido un partido entretenido”, reconoció Nadal tras fajarse durante casi tres horas ante Alcaraz, en un partido marcados por un clima adverso. “Creo que ha sido mi mejor partido del torneo en lo relativo al nivel. Cuando ha llegado el viento, ha sido casi imposible jugar. Pero antes del viento creo que he jugado un gran partido”.
El esfuerzo que afrontó el mallorquín le permitirá buscar su 37ª corona ATP Masters 1000, igualando el registro histórico que ostenta el serbio Novak Djokovic en la categoría dorada del ATP Tour.
“En el tercer set set he jugado con buena determinación ante un rival muy complicado. Es un gran jugador. Hace muchas cosas fantásticas y es muy joven. Es una victoria importante para mí. Estar en una nueva final de Indian Wells significa mucho. Estoy muy contento”, explicó el español, que ya se coronó en California en las ediciones de 2007, 2009 y 2013.
El partido ante Alcaraz reflejó una cosa bien clara: un rival de altura ha llegado al circuito. El primer encuentro entre ambos, un choque en el Mutua Madrid Open siete meses atrás donde el murciano apena arañó tres juegos, parece ya un lejano recuerdo. Indian Wells asistió a un pulso de poder a poder, un partido abierto en el que Nadal observó el dechado de virtudes de su joven adversario.
“Creo que tiene todos los golpes. Puede jugar un tenis muy agresivo, pero también sabe jugar defensivo al ser muy rápido”, explicó el mallorquín, exigido en puntos vibrantes desde el fondo. “Es capaz de defender pelotas increíbles. Cuando juega agresivo es difícil de frenar porque la calidad de su pelota es muy alta. Pienso que tiene todos los ingredientes para convertirse en un gran campeón”.
Las palabras de Nadal fueron sinceras y se reflejaron más allá del discurso posterior al partido. Concentrado desde el primer punto, con una intensidad de pelota absoluta, el mallorquín exprimió su juego para frenar a uno de los grandes animadores del torneo.
“He afrontado este encuentro sin pensar que me enfrentaba ante un rival joven”, explicó Nadal, consciente del potencial del pupilo de Juan Carlos Ferrero. “No he salido a pista más nervioso por estar jugando con un joven. He afrontado este partido como si enfrentara a uno de los ocho mejores jugadores. Porque, en términos de nivel, esa era mi sensación”.
“Le he visto jugar durante toda la semana y pienso que su nivel es máximo. Eso fue lo que hice: salir a pista con el máximo respeto, tratándole al mismo tiempo como un jugador de primera línea, intentando luchar cada punto y encontrando soluciones”.
En esas tres vueltas al reloj que acompañaron al partido, Nadal volvió a verse reflejado en una versión más joven de sí mismo. Como si ese ímpetu de Alcaraz, omnipresente en cada pulgada de pista y hambriento por cada pelota, llevaran a su mente escenas propias de su juventud.
“La energía, la velocidad en las carreras”, enumeró Rafa entre los atributos comunes en la adolescencia de ambos. “Toda esa pasión y determinación que tiene para convertirse en un gran campeón. Son cosas que veo en él. Parece lo suficientemente humilde como para trabajar duro y entender que, si un tenista quiere ser un gran campeón, debe seguir mejorando durante toda su carrera. Eso es lo que intenté. Y pienso que es lo que está haciendo. No tengo muchas dudas de que será bueno. Ya lo es, de hecho”, explicó el tres veces campeón con una sonrisa.
“Cuando eres joven, cuando vives experiencias por primera vez, todo es nuevo. Al salir a los estadios, al jugar ante rivales, al jugar torneos que hace un par de años apenas veías por televisión… Te emocionas y tienes esa pasión. No tienes nada que perder porque eres joven, especialmente en ese momento en que estás llegando en cuanto a ranking y resultados. En ese instante te sientes liberado para hacer cualquier cosa”.
“Si pierdes partidos no pasa demasiado. Si lograr ganar, cada victoria es increíble. En lo relativo a la presión, para él, no creo que la sienta del mismo modo que jugadores como Stefanos, Zverev o Medvedev a día de hoy”.
“Se encuentra al principio del camino. Quizá esas sensaciones algo diferentes las empiece a notar la próxima temporada pero no este año”.
No hay nada más complicado que ganarse el respeto. Y Alcaraz lo ha conseguido desde sus primeros pasos.
ATP Staff