Jorge Aguirre entrenador del español reflexiona sobre su figura
Alejandro Davidovich Fokina desata un torrente de emociones
a su paso. Los más ávidos en las redes sociales inundan de GIFs sus partidos
gracias a golpes imposibles. Los aficionados quedan al borde de sus asientos
cada vez que se revuelca en pista en busca de una pelota, un gesto que ha
convertido en seña de identidad en los últimos tiempos. Y los miembros de su
equipo valoran con una cercanía familiar cada paso dado.
Cuando el malagueño logró la mayor victoria de su carrera en el Rolex Monte-Carlo Masters, tumbando al No. 1 mundial Novak Djokovic en una batalla sin tregua, las cámaras se dirigieron a la figura de su entrenador. Jorge Aguirre, que ha acompañado al andaluz desde que era un niño, no podía contener un gesto al borde del llanto. Allí, bajo el sol del Mediterráneo, quedan resumidos tantos esfuerzos en la sombra en busca del fruto.
“Es la victoria con la que soñamos poder vivir un día todos los que nos dedicamos a esto”, declaró Aguirre en declaraciones a ATP Tour.com, con el triunfo de toda una vida todavía caliente en las manos. “Hoy se ha hecho realidad”.
Lo vivido en Montecarlo fue un partido de enorme mérito mental. Ante un Djokovic combativo, supliendo su falta de competición con una innata capacidad de supervivencia, Davidovich resistió donde tantos otros menguaron. Cuando el serbio equilibró el partido, tras quedar a dos puntos de la derrota y amagando una remontada reservada a los elegidos, allí se mostró firme Alejandro para completar un partido inolvidable.
“Nos está costando mucho llevar una línea estable y no es cuestión de si es en tierra o en rápida”, declara Aguirre sobre un jugador versátil, que ya se coronó campeón junior sobre la hierba de Wimbledon. “Verle competir así es lo que quiero, independientemente de la superficie”.
La victoria de Davidovich ante Djokovic le permitió conservar su plaza en el Top 50 del Ranking ATP, un estatus que ha ganado a pulso durante los últimos meses. “El único objetivo que tenemos es seguir subiendo el nivel, ser más regulares y encontrarnos cada día mejor en pista. Lo que tenga que venir, vendrá”.
Tras prácticamente una década de trabajo en común, una de las alianzas más duraderas en la élite del ATP Tour, Aguirre valora mucho más allá de los resultados conseguidos por su pupilo. La relación con Davidovich plantea en el plano personal un cimiento tan sólido como el mejor golpe sobre la pista.
“Lo que más me enorgullece es ver cómo la ‘persona’ poco a poco va ganando al ‘tenista’. Cuanto mejor le veo fuera de pista, más tranquilidad me da su rendimiento dentro de ella”, reconoce el entrenador, que conoce como nadie la naturaleza de Davidovich Fokina.
“Fuera de la pista es un chico que es puro tenis, con un fuego interior que poco a poco va canalizando en la línea correcta para desplegar todo su potencial. Tiene un fondo increíble, aunque a veces pueda dar otra impresión”, relata Aguirre destacando ese lado personal de su pupilo.
En Montecarlo, por ejemplo, tuvo un gesto de humanidad que dio la vuelta al mundo. Tras tumbar al primer jugador del circuito, Alejandro acudió a la cámara para grabar un mensaje que trasciende al propio deporte. “Adopta, no compres”, escribió el malagueño, que en abril de 2021 lanzó la plataforma adopta.org para ayudar a los animales en situación de necesidad en territorio español.
“También le gusta la cocina, la música y mañana se le puede ocurrir cualquier otra cosa”, relata Aguirre, encantado con la naturalidad que siempre ha mostrado el antiguo campeón junior de Wimbledon.
El camino de Davidovich es el de un jugador peculiar, que calienta sin la presencia de su entrenador desde hace unos 8 años. Donde muchos reciben las últimas instrucciones antes de encarar el partido, Alejandro se aleja de los consejos del técnico que pilota sus pasos. “Me ponía muy nervioso y es algo que no hemos cambiado”. También, de ciertas manías, como sentarse en el mismo asiento del servicio de transporte durante el torneo por un “sueño” que tuvo Davidovich en el pasado.
Ahora, tras el resultado de su vida, muchos focos apuntan los pasos del español a orillas del Mediterráneo. En un deporte que premia la regularidad, Aguirre desea mirar a medio plazo antes de valorar la madurez alcanzada por Alejandro.
“Esa respuesta habrá que darla cuando pasen las semanas y compitamos con esta intensidad, con esta solidez y veamos que puede jugar punto a punto durante tres horas si hace falta. De momento, a disfrutarlo y a seguir por este camino”.
La siguiente oportunidad aparecerá en la jornada del jueves, cuando busca repetir los cuartos de final firmados el año pasado. Pase lo que pase, pocos podrán decir que no estaban avisados.
ATP