Los más viejos del lugar recuerdan algún Barcelona Open Banc
Sabadell en el que la lluvia ha tenido una presencia tan incesante como la de
la presente edición, inclemencia que ha obligado a la dirección del torneo a
reestructurar partidos y partidos de cara a que el segundo domingo del torneo
haya un campeón que alce el trofeo como manda la tradición. Los meteorólogos lo
tienen claro. Mañana saldrá el sol.
Tras apenas 21 minutos de juego, las semifinales del torneo han tenido que ser suspendidas hasta mañana. La organización, los aficionados y, por supuesto, los tenistas, están deseando que los buenos augurios que prometen buen tiempo para mañana se cumplan. Y que los jugadores puedan saltar a las pistas para poner el broche final que el torneo se merece.
Así que los Alcaraz, Schwartzman, Carreño y De Miñaur, más los ‘supervivientes’ del cuadro de dobles (González, Molteni, Krawietz, Mies, Arévalo, Rojer, Koolhof y Skupski), aguardan ya sus armas a la espera de disputar, seguro, las semifinales y las finales con las que sueña el planeta tenístico. Las que el público, paciente como los propios jugadores, disfrutará como se merece.
