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Málaga, 27 de julio de 2023
Buenas tardes a todos, agárrense, que vienen curvas.
Hoy voy a afrontar un tema peliagudo, complicado, difícil, diría yo. Nuestro TENIS FEMENINO, y, más concretamente, la dirección que me pregunto debe tomar.
En un país en el que los éxitos de nuestros jugadores y jugadoras de tenis en los últimos años han copado portadas de revistas, noticiarios por todos los lares del mundo, encabezados sobre todo por Rafael Nadal, sin olvidar a David Ferrer, los Ferrero, Moyá, Verdasco, López etc. etc.
Campeones de varias Davis Cup, y, últimamente por el nuevo fenómeno Alcaraz, sólo esporádicos aunque importantes triunfos de Muguruza y, más recientemente Badosa, nos han hecho recordar que nuestro tenis femenino también existe. Pero, ¿hacia dónde se dirige?
Con la hispano-venezolana retirada de la alta competición hasta nuevo aviso, y la neoyorquina en un momento profesional lastrado por sucesivas lesiones, miramos hacia atrás en el ránking, por mirar hacia algún sitio y nos encontramos con que, aún lesionada, Badosa es la española con la mejor clasificación, acompañada entre las cien primeras por otras tres jugadoras, Masarova (73), Bucsa (83), y Sorribes (87), todas ellas por detrás de la posición 50.
Desde el puesto 100 al 500, figuran 16 jugadoras, del 500 al 1.000, 13, y más allá del puesto 1.000, otras 13. Poco bagaje me parece, pero no por el número, si no por el escaso nivel en cuanto a clasificación. ¿De verdad no podemos aspirar a mejorar?, ¿tan mucho mejor lo hacen otros países con muchas más jugadoras y de mejor nivel entre las 100 o 200 mejores?.
Respetando la dureza del simple intento de ser profesional, creo que todos debemos dar un paso adelante en pro de nuestro tenis femenino.
Lo peor de todo esto es que parece que nos hemos acostumbrado y resignado a que aparezca alguna jugadora por arte de birli-birloque de la nada, y nos devuelva la alegría por unos años.
No se trata de mejorar o igualar los premios en metálico entre los chicos y las chicas, no se trata de hacer más torneos femeninos, no es cuestión de becar a algunas jugadoras y llevarlas en volandas hacia no sabemos donde, no se trata de planear, se trata de hacer. Creo que lo verdaderamente importante es el TRABAJO DE BASE con el TENIS FEMENINO.
Yo no se hacia donde se dirige nuestro tenis femenino, tal vez como yo, haya pocos o muchos compañeros que opinen lo mismo. Pues bien, en lugar de hacernos esa pregunta, tengamos clara sólo una cosa, CUAL ES EL PUNTO DE PARTIDA desde donde debemos iniciar la creación de una estructura en nuestro país que fomente y ayude al tenis femenino, a elevar su nivel, a que seamos realmente importantes y no algo esporádico. Si tenemos que empezar desde cero, hagámoslo. Creemos eventos para el tenis femenino, no es discriminación, es futuro. Busquemos debajo de las piedras niñas a las que les guste el tenis, formémoslas, ayudémoslas, empujémoslas, tal vez de ahí salgan tenistas profesionales que rememoren épocas pasadas y doradas.
No os preocupéis, el masculino también tiene su miga, en
próximos artículos hablaremos de ello
Ale, que ustedes tengan buena semana
José Roses para andatenis.blogspot.com
