Rafael Nadal comparece ante la prensa en el Mutua Madrid.
Rafael Nadal vive en el Mutua Madrid Open con los pies en la
tierra. El balear compareció este miércoles en la Caja Mágica, donde competirá
por última vez ante la grada de la capital española. En una rueda de prensa
totalmente realista, el cinco veces campeón compareció antes de escribir la
página que cerrará su historia en el torneo.
“La afronto con ilusión. Jugar en Madrid ha sido algo muy
bonito. Se me hace difícil decir que el apoyo recibido aquí lo he recibido en
otro lugar del mundo. Estoy con ganas de jugar una vez más aquí”, explicó el
antiguo No. 1 mundial, que debutará este jueves ante el estadounidense Darwin
Blanch. "La semana ha sido en algún aspecto buena y en algún aspecto no
tan buena. No creo que esté preparado para jugar al 100%. Estoy preparado para
salir a jugar mañana y para mí eso ya es importante. Poder jugar por última vez
en Madrid significa mucho. Al menos voy a poder disfrutar de nuevo en esta
pista donde he vivido momentos muy bonitos”.
El mallorquín quiere tomar el torneo sin expectativas,
aprovechando una última oportunidad para conectar con una afición que le ha
llevado en volandas durante toda su carrera. “No aspiro a nada más que salir,
jugar, divertirme y disfrutar de lo que es la sensación en un lugar donde creo
que el cariño recibido es inigualable. Después, si quieren hacer algo lo harán.
Yo prometo que estoy igual de tranquilo. Nadie tiene que demostrar nada. Me han
demostrado lo suficiente durante toda mi carrera, para mí eso es lo más
importante”.
Después de regresar a la competición en la arcilla de
Barcelona la pasada semana, el español afronta un nuevo paso en su intento por
completar una temporada de tierra batida con garantías. A pesar de no tener las
mejores sensaciones, Nadal confesó su deseo de hacer un esfuerzo especial en
una cita que guarda un lugar especial en su corazón.
“Es difícil en estos momentos decir qué es lo idóneo. Lo
idóneo sería poder jugar, no tener mucha limitación y que pase lo que pase”,
explicó. “Si pudiera jugar sin limitación para mí sería positivo. Es difícil
porque las sensaciones de la semana no han sido perfectas. Con mi mentalidad
creo que mañana no saldría a jugar. Pero es Madrid y como he dicho se juntan
muchas cosas a nivel emocional, me llevan a tomar la decisión de salir a jugar
por motivos totalmente personales. Eso no quiere decir que esté renunciando a
nada en las siguientes semanas, pero sí que no es un proceso hacia arriba en
línea recta. Yo no sé lo que va a suceder. Lo voy a intentar sin tratar de
confundir a nadie. No sé lo que va a pasar en las siguientes tres semanas”.
Con el desafío de Roland Garros en el horizonte, una cita que solo afrontará si llega con capacidad de competir en condiciones, Nadal se esfuerza en la Caja Mágica por hacer lo que siempre hizo: poner todo de su parte como base para luchas por los objetivos.
"El objetivo para mí siempre ha sido salir de la pista
con la tranquilidad de haber hecho todo para que las cosas salieran bien. Ganar
y perder es parte de nuestra vida diaria. En mi carrera tengo pocas veces la
sensación de volver a casa sin haber hecho lo posible para que las cosas
salieran bien. Hoy simplemente no puedo. En otra situación de mi carrera probablemente
no estaría jugando, lo que pasa es que lo tengo que intentar. Tampoco el tiempo
es infinito a día de hoy. Hago las cosas que creemos todos que debo hacer para
ver si hay una salida hacia delante. Pasará lo que tenga que pasar, y yo
intento hacer cada día lo que puedo dentro de mis posibilidades”.
La conexión de Nadal con el público de Madrid siempre ha
sido especial. El balear quiso subrayar su agradecimiento por lo vivido en la
capital española, desde sus primeros recuerdos en la Casa de Campo hasta el
calor reciente de la Caja Mágica. Hablando con palabras a corazón abierto, el
cinco veces campeón devolvió los elogios a una grada que lo espera con ilusión.
“Sé lo que me han dado durante toda mi carrera y mañana
estoy seguro de que no va a ser diferente”, explicó Nadal. “El apoyo de aquí ha
sido incondicional, me he sentido increíblemente apoyado y querido. Lo digo de
verdad, no por estar aquí en Madrid. He jugado aquí copas Davis, he jugado el
torneo unas 20 veces, empezando en la pista cubierta. Ganando aquella final
remontando dos sets a cero, en la que sin el público no hubiera podido ganar
nunca. La historia solo ha sido de cariño, apoyo. He tenido la suerte de ser
tratado fenomenal en todo el mundo, aquí es especial. Simplemente sé lo que va
a pasar y me apetece vivirlo”.