miércoles, 24 de abril de 2024

¿Se desvanece y se hunde en el más profundo abismo el dominio del tenis español en la competencia de élite?

 


Durante años, el tenis español ha brillado en la élite, siendo sinónimo de profesionalidad de alta competitividad y figuras destacadas tanto en la ATP como en la WTA. Aunque Carlos Alcaraz emerge como la nueva promesa para suceder a Rafa Nadal, en el Abierto de Australia, solo Paula Badosa logro resistir más allá del potente juego de Alcaraz. Lamentablemente, los otros 10 participantes españoles fueron eliminados.

 

Cogiendo como dato el primer Grand Slam de la temporada, Australia, la derrota de Alejandro Davidovich (28) frente al portugués Nuno Borges,  dejo a Alcaraz (2) como el único español en la categoría individual masculina que siguió en pie en dicho torneo. Con solo 11 representantes iniciales, esta cifra marca la más baja en Australia desde 1996, evidenciando una progresiva pérdida de fuerza en el tenis español.


Del 1 al 100 tenemos a Alejandro Davidovich (28) le siguen Pedro Martínez (55), Roberto Carballés (68), Jaume Munar (73) y Roberto Bautista (86), 

 

Volviendo al presente y en el ámbito femenino, la situación es similar, "Mientras Paula Badosa trata de resituarse y la retirada oficial y definitiva de Garbíñe Muguruza ya se ha hecho oficial, es cada vez más incierto, la presencia de las jugadores españoles en las rondas intermedias de los Grand Slams va perdiendo visibilidad. En concreto, la comparativa entre el último curso y el de 2010 —por tomar una muestra lo suficientemente distanciada— señala que la proporción ha menguado de manera reseñable."

 

Este panorama presenta un desafío significativo para el tenis femenino español, especialmente con Paula Badosa ocupando actualmente el puesto 101 en la clasificación de la WTA. Sara Sorribes, con 27 años, se erige como la máxima figura activa en el puesto 55 del mundo, seguida por Cristina Bucsa (75), Rebeka Masarova (89), Jessica Buzas (93) Marina Bassols (112) y Nuria Párrizas (133).

 

La transición en la élite del tenis español está en marcha, y la actuación en Australia refleja el reto de mantener el legado de éxito en un panorama en constante evolución. Mientras tanto, se espera que Carlos Alcaraz continúe elevando la imagen de este deporte, hasta que el resto de la nueva generación, encabezada por él mismo, consolide su presencia en la alta competición. Mal, muy mal lo veo.



2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.