Rafa jugará en noviembre su último torneo como profesional en las Finales de la Copa Davis de Málaga, ha desencadenado un interés mayúsculo por verle en su adiós y, con las localidades agotadas, ha disparado el precio de la reventa de entradas que van desde los 1.500 hasta los 34.500 euros y según se va acercando la fecha los precios siguen disparados al alza.
El anuncio del manacorí ha desatado una cascada de reacciones, también del público amante del tenis, por el impacto mundial de su inminente retirada en las finales del más importante torneo universal por equipos, del 19 al 24 de noviembre en Málaga, donde Nadal tratará de despedirse levantando la séptima Ensaladera de España en la Copa Davis. Hace dos semanas que se agotaron los abonos para las finales, que se disputan por tercer año consecutivo en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de esta ciudad andaluza, debido a la gran expectación despertada por la presencia de Carlos Alcaraz y de Rafa Nadal en el equipo español seleccionado por David Ferrer.
Nadie quiere perderse el adiós de Nadal: Agotadas las entradas para el España-Países Bajos.
A poco más de un mes para el comienzo del torneo, que
coincidirá en varias jornadas con el mundial femenino de la Copa Billie Jean
King también en Málaga, es imposible conseguir por la vía oficial una entrada
para la eliminatoria España-Países Bajos de cuartos de final. Por ello, la
única opción es la reventa de localidades, cuyos precios siguen creciendo por
día, como puede apreciarse en sitios web de compraventa, así como en portales
especializados como Viagogo, en el que las hay que alcanzan hasta los 34.541
euros, situadas en Grada Media.
Mientras, los precios oficiales de los boletos de esta edición de las finales de Copa Davis, ya agotados, oscilaban entre los 40 euros y los 525 de las gradas VIP en cuartos; e iban desde los 53 euros hasta los 595 en las semifinales; y desde los 63 hasta los 650 euros para la final. La Federación Internacional de Tenis (ITF) ha confirmado que habrá un acotado cupo de entradas todavía bloqueadas para los países que avancen de ronda a las semifinales y después a la final, por lo que, en el caso de que España avance en dichas fases, se abriría dicha opción para los seguidores sin entrada.
El aforo habitual de los partidos de baloncesto del Unicaja en el pabellón Martín Carpena es de 10.600 espectadores, pero la particularidad de la pista de tenis hace que éste se reduzca, ya que se colocan dos fondos que sirven de palco para las autoridades. La noticia del adiós de Nadal ha generado este tsunami de expectación en Málaga, que tendrá un foco mundial mucho mayor por ser el lugar elegido por una leyenda del deporte para despedirse, y el Carpena se quedará pequeño para un acontecimiento de tal magnitud.
¡UFF la verdad es queeee!.
Para empezar todo aquel que compra una entrada debería de
ser un poco responsable ante el aluvión de petición de entradas para este
evento.
La reventa de entradas debería de estar como mínimo
prohibida y sancionada como corresponda, pero como vivimos en un mundo libre y
además no hay nadie que controle este tráfico ilegal de entrada ya que si lo
hubiese habría voces que se levantarían para denunciar la falta de dichos controles por
vulnerar los derechos, indefensión y perjuicios ocasionados a muchas personas.
Está claro que es un abuso no se puede revender una entrada
a los precios que están actualmente y conforme se vayan acercando las fechas
seguirán subiendo.
A eso yo le llamo mala fe y mala practica.
Se supone que todo aquel que quiere ver este evento compra
entradas para verlo.
La única solución, al menos la que yo veo es que dicho tráfico de entradas tendría que regulado como por ejemplo, que las entradas fuesen nominativas e intransferibles a otras personas. (Es la única y más fácil de ejecutar), si no lo hacen es porque alguien o algunos no lo quieren hacer, tecnología hay, para eso y mucho más.
Es un abuso pero este abuso también es consentido por las
autoridades competentes en todo evento deportivo o de otro ámbito siempre ha
existido aquellas personas que se lucran con la reventa de entradas esto no es
nuevo.
Como siempre he dicho yo una cosa es la libertad de hacer
con tus cosas lo que quieres y otra cosa muy distinta es el libertinaje que
actualmente existe en este aspecto y en otros de la vida actual.
Otra de las soluciones posibles es que las personas que
compran entradas en la reventa se abstengan de ello para así reventar el
mercado y que lo pongan en conocimiento de las autoridades competentes, pero el
problema está en que mientras tanto haya uno solo que pague esas cantidad tan desorbitadas por un asiento este problema no va a tener solución a corto ni a
medio plazo.
Todo radica en la buena fe de las personas, en la primera
edición yo regalé dos entradas que previamente había comprado a un alumno ya que me habían regalado otras entradas en el palco de autoridades (Mayoral).
¡Todo el mundo deberíamos de tener un poquito de conciencia
social!