La leyenda española se despide del tenis profesional
Rafael Nadal recibió un homenaje este martes en su último
día como tenista profesional.
“¡Gracias, Rafa”
El grito fue unánime. Las miles de gargantas que abarrotaban
el Pabellón Martín Carpena de Málaga fueron portavoces del sentir de todo el
universo del deporte para convertirse en el abrazo más caluroso que Rafael
Nadal podía recibir este martes por la noche, justo después de que se confirmar
el final de su carrera.
Rodeado de todos sus compañeros de equipo, con los que
acababa de despedirse de la lucha por la Ensaladera en los cuartos de final de
la Copa Davis, el español se dirigió al centro de la pista para decir su último
adiós al tenis profesional.
“Las gracias las tengo que dar yo… a tanta gente que es
difícil empezar”, empezó pronunciando Nadal, cuando desde el centro de la pista
seguía recibiendo aún un cántico internacionalmente conocido que quedará para
siempre en la historia del deporte: “¡Vamos, Rafa!”.
Y a esas voces que coreaban su nombre, que se partían las
manos por aplaudir a su ídolo, se dirigió en primer lugar. “Sinceramente, han
sido 20 años de carrera profesional en los que me habéis llevado en volandas
siempre, en los momentos buenos me ayudabais a ganar el siguiente punto y en
los malos me empujabais a seguir peleando. En España y en el mundo, en general,
me he sentido un super afortunado por recibir tanto, tanto cariño”.
Nadal felicitó al equipo rival por su clasificación a semifinales, pero también a sus compañeros, a tantos que le han acompañado durante una buena parte de su camino en el circuito.
“Quiero agradecer a todo el equipo español que está aquí,
todos vosotros me habéis permitido jugar esta Copa Davis. No ha salido como
queríamos, he dado lo que tenía”, declaró sobre la actuación en estas Finales a
8. “Muchos de los momentos más emocionantes de mi carrera los he vivido con
muchos de los que están aquí, ha sido un privilegio enorme. Hemos logrado
muchas cosas bonitas juntos y ahora os toca a vosotros seguir consiguiéndolas”.
Esas palabras implicaban la entrega de su enorme legado.
Nadal deja paso a las nuevas generaciones, porque el guion de la vida lo exige.
Y así lo explicó el español de 38 años: “La realidad es que uno nunca quiere
llegar a este momento, no estoy cansado de jugar a tenis, el cuerpo no quiere
jugar más a tenis”.
“Hay que aceptar la situación, me siento un super privilegiado, he podido hacer de uno de mis hobbies mi carrera, mucho más larga de lo que me hubiera imaginado. Sólo puedo dar gracias a la vida”, añadió.
Nadal no pasó por alto el apoyo de sus sponsors, de los
medios de comunicación, las instituciones y la industria del tenis. Tampoco de
los amigos que le ha deparado este deporte, pero, sobre todo, tuvo unas
palabras muy especiales para sus seres queridos. Su familia y equipo más
cercano presente en la grada.
“Estoy tranquilo porque he recibido una educación que me
permite afrontar [esta nueva etapa] con tranquilidad, tengo una gran familia
alrededor que me ayuda”, se dirigió entre lágrimas a los suyos.
De cuclillas en mitad de la pista, Nadal continuó recibiendo el cariño de quienes le han rodeado durante estos años a través de sus mensajes por vídeo. Roger Federer, Novak Djokovic o Andy Murray, así como otras personalidades como Serena Williams, Andrés Iniesta, Iker Casillas, David Beckham, Rodrigo Hernández, Conchita Martínez o Sergio García.
Antes de marcharse de la pista, su capitán, amigo y
compañero David Ferrer tuvo unas últimas palabras de despedida.
“Te echaremos mucho de menos, ese ‘Vamos, Rafa’ siempre
quedará para la historia. Has dado todo el ejemplo que cualquier persona,
jugador, quiere ser”, ensalzó. “Siempre digo que la mejor educación es el
ejemplo y tú has sido nuestro ejemplo. Hay personas que son recordadas por sus
logros, otras hasta el fin de sus días y otras eternamente, tú serás una de
estas”.
El 19 de noviembre de 2024 quedará grabado para siempre. El
día que una de las estrellas más grandes que ha brillado en el firmamento ATP
Tour dejó sus últimos destellos, mientras el mundo entero exclama un mensaje
eterno: ¡Vamos, Rafa! ¡Gracias, Rafa!.