Málaga, 10 de diciembre de 2025
Por Jorge Mir Mayor
Yo también celebro los triunfos de Alcaraz, de Nadal y de
tantos otros grandes tenistas con artículos valorando sus fortalezas.
Pero en el mundo hay cientos, miles de chicos y chicas que soñaron en grande y que, aun habiéndolo dado todo, tuvieron que abandonar: por falta de dinero, por estudios, por la familia, por lesiones… por esas mil razones que frenan incluso a los más valientes.
Corazones que amaron este deporte y que, aunque se alejaron
de la pista, jamás dejaron de sentirla.
De ellos casi nadie habla, pero hoy mi respeto es para esos
luchadores silenciosos.
Para quienes lo intentaron. Para quienes madrugaron,
sufrieron, insistieron. Para quienes entraron a la pista una vez más cuando
todo invitaba a rendirse.
Muchos habrían dado todo por ser profesionales, pero no pudo
ser. Y no pasa nada.
Porque el verdadero triunfo no siempre está en los títulos,
sino en la entrega.
En haber mirado de frente al amor por este deporte tan
bello.
Quien ha luchado así no está roto: está forjado.
Y eso también es victoria.
Saludos. Jorge Mir Mayor

