Pese a que España aún se mantiene como una de las grandes
potencias en el circuito, el transcurso de los años
refleja que la edad de oro está cerca de concluir para dar paso a una
decadencia, donde las comparaciones serán odiosas. Nuestro país es uno de los países más representados en el Top 100, con 10 tenistas, 6 menos que en 2016, 11 Estados Unidos, 10 Francia, 8 Alemania y otros países, Argentina, Italia, Rusia, Australia, Serbia, Croacia, Rusia, Canada....... entre 5 y 1.
España cuenta con seis jugadores Top 100 menos en dos años, una cifra que preocupa y muestra que para España las cosas no pintan tan bien para el día de mañana.
España cuenta con seis jugadores Top 100 menos en dos años, una cifra que preocupa y muestra que para España las cosas no pintan tan bien para el día de mañana.
El principal problema radica en que la edad media de los que
hoy figuran entre los mejores es cercana o pasados los treinta años. Es evidente, por
tanto, que la situación se va a revertir en un futuro inminente. Rafael Nadal actualmente posee el cetro mundial. Pablo Carreño (13) y Roberto Bautista (17), todavía no han terminado de instalarse definitivamente entre los 10 mejores, David
Ferrer pierde fondo y batalla como siempre pero cada vez se aleja más y Fernando Verdasco promete volver al Top 20...
Pero todo tiene su fin. El aficionado fija su mirada en los jóvenes, en busca
de alguien que les genere esperanzas de cara al futuro, pero no existe un
relevo a semejante altura.
Juan López, periodista de la Cadena Ser, considera que “el resto de países han reaccionado mejor que
nosotros a nivel base y sus chicos salen mucho mejor preparados para competir
en el sistema actual”. Otro obstáculo de los jóvenes en su camino al éxito es
el elevado coste de este deporte: “En el tenis actual sólo se deja de perder
dinero en los Challengers y para llegar a ese punto hay que pasar tres o cuatro
años perdiendo 20.000 o 30.000 euros por temporada”.
Para Juan López, el futuro no es tan oscuro: “No creo que
sea tan desolador como lo pintamos. Hay varios chicos en torno a los 18, 19 y 20 que
tienen buena pinta y que este año deberían dar un paso adelante”. Las
esperanzas están puestas sobre todo en tenistas como Jaume Munar, Bernabé
Zapata, Pedro Mrtinez, Carlos Taberner, Alejandro Davidovich o Nicola Kuhn. Pero ahí entra en escena el problema de las
comparaciones. Estas figuras, a sus dieciocho años, prometen alegrías, pero con
Nadal en la memoria se antoja más complicado saborear sus éxitos.
Así al menos lo cree Nacho Mühlenberg, director de Planeta
Tenis y redactor en PuntodeBreak: “Lo que hay que tener claro es que Rafa Nadal
nos mal acostumbró. Él hizo que, a la vista de la gente, hacer finales y
levantar títulos de Grand Slam pareciera algo fácilmente asequible. Y no lo
es”.
No hay un nuevo Nadal
No hay un nombre que emerja con la suficiente fuerza como
para levantar un Grand Slam. Complicado para un país que ha levantado dieciséis
en los últimos trece años. No hay un nuevo Nadal, ni un nuevo Ferrer. Algo que
por otro lado no es tan extraño, como reconoce Nacho Calvo, comentarista de
Teledeporte: “Va a ser muy difícil, por no decir imposible, que volvamos a
tener esa generación de grandes tenistas. ¿Y que haya otro Nadal, que gane 14
Grand Slam? Pues lo mismo, muy difícil, por no decir imposible. La suerte no
toca siempre y el tenis español ya ha tenido mucha con esta generación”.
Será una nueva etapa, la iniciación de una época en la que
tendremos que festejar unos octavos de final de Roland Garros. Quizás sea
necesario. Quizás se empiece a valorar que lo vivido en los últimos años no es
lo habitual, si no que todo ha sido una excepción a gran escala. Ver a un
español arrojado sobre la arcilla de parís, o con los brazos alzados tras ganar
un 'major' se ha acabado por el momento.
Nacho Calvo compara la situación que puede atravesar España
con la que hace poco tiempo atravesaba Estados Unidos. “Creo que al tenis español
le va a pasar lo que le estába sucediendo al potente tenis norteamericano, que no
ha encontrado relevo para los McEnroe, Sampras, Agassi o Roddick”. Mühlenberg
coincide con este pensamiento: Todo tiene un final y lo lógico es que se llegue
a una época más moderada en cuanto a tenistas y jugadores. Seguramente España
no tenga tenistas luchando por Grand Slams ni Masters 1.000 en un corto plazo
de tiempo” Una pena, disfrutemos de Rafa mientras podamos.á