Muchos jugadores batallan cada día con una realidad:
intentar ser profesional es realmente costoso sin ayudas del exterior
Que el tenis es un deporte realmente caro y que para llegar a ser un profesional que se gana la vida con ello es sabido por todo aficionado que siga la actualidad del mismo.
Muchas son las quejas de jugadores que demandan más facilidades y premios en torneos menores, conscientes de que sin patrocinadores el camino es difícil y con ellos o cualquier otro tipo de apoyo -Federaciones-, mucho más sencillo. A este respecto, la web de la CNN aporta con datos y testimonios cómo de costoso puede ser convertirse en profesional.
"Era increíblemente caro, sólo tenía a mis padres como apoyo y no había patrocinadores". Son palabras de Simona Halep, cuyo talento se vio salvado por la financiación de un magnate rumano, dueño de un club de Tenis de la ciudad de Constanza.
Para hacerse una idea de lo que puede
llegar a costar la formación de un jugador, desde los 5 años hasta los 18, la
Federación Británica de Tenis estima en 250.000 libras la cantidad a invertir
en cada uno de ellos a lo largo de todo ese tiempo. Teniendo en cuenta que sólo
unos pocos reciben ayudas suficientes, la dificultad para la gran mayoría de ellos
es muy alta.
Según la ITF, tal y como valoró en 2013, más de la mitad de los 14.000 jugadores que jugaron torneos profesionales, consiguieron ganar dinero en aquella temporada. Asimismo, la propia Federación Internacional estima que el coste anual medio para jugar al tenis profesional es de 38.800 dólares para los hombres y 40,180 para las mujeres (en ambos casos sin incluir un entrenador).
Madison Keys, comenta que
gracias a sus padres pudo costearse sus años de formación en la Academia que
Chris Evert dirigía en Boca Ratón, Florida, entre los 10 y los 13 años, época
en la que anualmente la matrícula costaba 50.000 dólares. Su talento le valió
para firmar, con 14 años, un contrato con Nike que facilitó sus siguientes años
de formación, siendo éste otro de los caminos que garantizan poder costearse
viajes, hoteles, fisioterapeutas o entrenadores.
Actualmente, las Academias de tenis ofrecen programas de Alto Rendimiento a un precio, que, incluyendo todos los gastos de comida, alojamiento y preparación, pocos pueden costearse. La Academia de Rafa Nadal cobra unos 56.000 euros por la matrícula anual, mientras la prestigiosa Academia de Patrick Mouratoglou se va a los 54.250 o la de Nick Bolettieri en Bradenton a 70.000 euros. Precios únicamente reservados a aquellos que pueden costear un deporte realmente caro.
