Iga Swiatek tiene niveles. ¿Cuántos? Eso es lo que
estamos descubriendo.
Al ganar su tercer Internazionali BNL d'Italia, Swiatek se
convirtió en la primera mujer desde Serena Williams en arrasar en dos WTA 1000
consecutivos en Madrid y Roma. Es la primera en hacerlo desde que ambos torneos
se ampliaron a cuadros de 96 jugadores jugados durante dos semanas.
Y ahora, con una racha de 12 victorias consecutivas, va a Roland
Garros, donde es la campeona reinante, y busca ganar su tercer título
consecutivo en París y el cuarto en general.
¿Y sabes qué da miedo? Parece tan relajada como siempre.
Si hicieras una encuesta informal en el vestuario preguntando qué diferencia a Swiatek del grupo perseguidor, la mayoría de las jugadoras citarían su movimiento. Otros se centrarán en su mentalidad e intensidad, su ritmo implacable tanto en su juego como en los partidos. Si miraras el tablero de estadísticas de esta temporada, te darías cuenta rápidamente del hecho algo sorprendente de que ella lidera la gira en porcentaje de juegos ganados con servicio.
Pero cuando se trata de por qué Swiatek ha ampliado la brecha en arcilla, su superpoder no es un tiro, una táctica o una habilidad física singular. Es su capacidad para adaptarse sobre la marcha, de ciudad en ciudad, de cancha en cancha, de noche a día, de oponente a oponente. Como admite Swiatek, este no siempre fue así.
"Recuerdo que incluso hace tres años, cuando iba a otro
lugar y jugaba los primeros partidos, había mucha tensión y yo no estaba
contenta con mi juego porque hace una semana era muy diferente", dijo
Swiatek. "¿Por qué estoy jugando tan mal ahora?
"Ahora simplemente vamos y realmente nos lo tomamos con
calma y paso a paso y es mejor cuando estás más relajada".
