Rod Laver se trata del único jugador de la historia en lograr en dos ocasiones el Grand Slam.
Lo consiguió en 1962 y repitió siete años más
tarde, en 1969. Vamos a centrarnos en la segunda vez que obró la gesta, que es
la que tuvo lugar en la Era Open.
El Grand Slam de 1969
Rod Laver era considerado de los mejores jugadores del mundo en esos momentos, lo que casi nadie esperaba es que volviera a ganar los cuatro Grand Slam del año, después de conseguirlo en 1962. El caso es que Laver, además de los cuatro ‘majors’, estableció esa temporada nuevos récords, como por ejemplo, el máximo número de victorias consecutivas (31), que años más tarde sería superado por Bjorn Borg, otra de las leyendas de este deporte.
No contento con “solo” eso, Laver disputó ese año un total
de 32 torneos, en 17 de los cuales se alzó como campeón. Una estadística
absolutamente brutal. Ese año ganó 106 partidos y tan solo perdió 16. Era una
locura todo lo que estaba logrando el australiano. Pero lo mejor de todo fue
repetir el Grand Slam. Y lo cierto es que lo hizo sin excesivos problemas.
En el Open de Australia venció en la final al español Andrés
Gimeno en sets corridos, habiendo perdido solo tres sets en todo el torneo.
Luego vendría Roland Garros, donde Laver ganó de manera cómoda a su compatriota
Ken Roswell, también en sets corridos. La superioridad que exhibía el zurdo
sobre la pista era algo bestial. Tenía la mitad del trabajo hecho: le faltaban
dos Grand Slam más. En Wimbledon conseguía imponerse en la final a su también
compatriota John Newcombe, cediendo un set en aquella ocasión. Vemos como era
una época dorada para el tenis australiano, algo que no se puede decir de la
época actual.
El último paso hacia la historia
Faltaba un solo logro, tan solo uno: el US Open. Curiosamente, tras vencer a Arthur Ashe en semifinales, en la final se volvería a ver las caras con otro paisano: Tony Roche. Fue la primera final de las cuatro que disputó en la que empezó perdiendo el primer set y se vio obligado a remontar. Pero tan solo fue un pequeño susto, porque tras caer por 7-9 en el primer parcial, el resto del camino sería mucho más allanado, y con un 6-1, 6-2 y 6-2 acababa de escribir una página dorada en la historia del tenis. Hoy en día, Djokovic tiene la oportunidad de conseguir lo que logró Laver aquel año. ¿Será capaz o la historia le pesará demasiado?
Ver vídeo: Rod Lavers, campeón en el Australian Open 1962

