martes, 4 de julio de 2017

El paso de un tenista Júnior a profesional



El tenis es un deporte realmente complejo y cuya exigencia para los jóvenes valores es más alta. El circuito “aguanta”, por explicarlo de alguna manera, unos 150 jugadores de máxima élite y otros tantos, quizá hasta 350 ó 400 “trabajadores”. Esto quiere decir que, es verdad que los tenistas que más conocemos o los más relevantes, aquellos que juegan torneos ATP 250, ATP 500 y Masters 1000 o Grand Slamd, son profesionales muy bien remunerados y que tienen un nivel de vida muy alto. Sin embargo, muchos otros a penas pueden cubrir los enormes gastos que conlleva viajar de una ciudad a otra y la presión por ganar partidos es enorme. Así que, el filtro para los jugadores jóvenes que quieren ser profesionales es muy fino. Antes de llegar a la élite, la ATP, los jóvenes pasan por un circuito Júnior que, en ningún caso garantiza el paso al profesionalismo. Analizamos este difícil paso y los costes que puede tener.

De los inicios a la etapa júnior

Para empezar, el circuito júnior empareja a generaciones de uno o dos años como máximo, los que oscilan entre los 16 y los 18 años, aproximadamente. En esta época, la criba ya ha sido enorme. Llegar a este nivel ya es muy difícil para un niño que comienza su formación, prácticamente con 5 ó 6 años. Si nos ponemos en el caso de un niño que empieza a coger su primera raqueta y que despunta con algo de talento, le queda un camino plagado de obstáculos. Los métodos de entrenamiento son realmente exigentes y donde el filtro del talento no ha alcanzado, la preparación física lo corta.

Muchos jugadores poseen la habilidad para empuñar bien su raqueta, colocar bien su cuerpo y todos los requisitos técnicos para conseguir golpes ganadores y ser buenos jugadores de tenis. El problema empieza cuando hay que competir. Un chico que es la estrella de su club y el que más destaca con 10 años, un buen día se va jugar un torneo. Allí, su golpe de derecha, suficiente para ganar a cualquiera de su generación, no corre lo suficiente para ganar a un rival de su categoría.

Para poder hacerlo necesitarán más golpes, paciencia, otros recursos técnicos y tácticos y sobre todo recursos físicos.

El tenista comienza a formarse a muy temprana edad, pero es posible que aquel prometedor talento de 6 años ya no esté compitiendo al máximo nivel con 12 o que el chico que despuntaba a esta edad no llegue al circuito ITF Júnior. ¿Por qué?

El gran paso

De repente un día hay que tomar úna decisión. Y si la idea es dar un paso hacia el profesionalismo se acabaron muchas de las cosas que tiene un chico de esta edad en la cabeza. El momento de tomar la iniciativa para formarse como profesional le llega a un tenista en una edad en la que pocos han decidido su futuro como abogados, electricistas, fontaneros, periodistas, ingenieros o pilotos de avión. Este tipo de decisiones se toman, habitualmente en torno a los 16 ó 17 años, para el tenis ya es demasiado tarde. Un jugador que no haya despuntado y haya comenzado una preparación semi profesional a los 12 ó 13 no va a poder recuperar estos años de desventaja con los que sí dieron el paso al principio.

La madurez mental del chico en esta edad y su capacidad de sacrificio serán claves. Evidentemente su entorno también necesitará, no sólo un apoyo económico grande, sino un apoyo anímico muy importante. Estamos hablando de adolescentes a punto de conocer “perversiones”, (en el sentido de salir del camino correcto para un deportista profesional), que van a merodear al joven. Las primeras salidas, las citas, los cubatas, los amigos o quizá algo tan sencillo como el rechazo a una disciplina muy estricta.

Los más afortunados; aquellos que han llegado con 15 ó 16 años a la élite mundial, todavía tienen un paso más importante que dar.

El paso del circuito júnior al profesionalismo

Hay que seguir formándose en la etapa juvenil. Evidentemente, si un jugador llega a la élite mundial y está entre los mejores de su país con 16 años, lo normal es que siga con su carrera hacia delante y sean ya pequeños detalles los que marquen su evolución y progreso hacia la ATP. Sin embargo, las estadísticas y las apreciaciones son, aún así, impresionantes; Según la Federación Internacional de Tenis, debes de estar entre los 5 mejores de tu país y entre los 30 mejores del Mundo en edad juvenil para poder tener opciones reales a poder acceder al tenis absoluto entre los Top 300.


El estudio se ha hecho en jugadores júnior de 17 a 18 años. Así que un jugador que haya sido campeón de su país en todas las categorías inferiores, aún le quedan unos años de formación muy duros para llegar al profesionalismo.

2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.