Málaga, 25 del septiembre de 2025
Por Jorge Mir Mayor
La palabra “asesino” es dura, es una palabra que muestra a
alguien sin miramientos hacia otra persona.
Mucha gente pensará que tener instinto asesino en el tenis
es intentar hacer daño al rival. Pero no, eso no es tener instinto asesino.
En el tenis, el instinto asesino no es contra el rival, sino
contra la pelota.
Es saber que, cuando te llega en condiciones óptimas, tienes
que “asesinar” esa pelota y acabar el punto.
Los mejores no dudan y saben perfectamente en qué momento
deben aplicar ese golpe letal: ese golpe a la pelota que asesina la estrategia
del contrario, ya sea con un contrapié, una dejada o cualquier recurso que lo
deje fuera de sitio.
Ahora bien, también os digo otra cosa: todos los tenistas,
ya sean profesionales o amateurs, sienten un placer casi celestial cuando ven a
su rival correr como loco a por una dejada… y no llega.
O cuando logran engañarle con un contrapié, clavarle un
saque directo o realizar una volea ganadora.
Ese puntito de satisfacción” al ver a tu rival con cara de
“¿en serio me hiciste eso?” también forma parte del tenis.
Sí, el tenis es un deporte de caballeros, noble y elegante… pero un poquito de maldad fina nunca viene mal.
Porque en este juego, unas veces eres tú quien la aplica y
otras veces eres tú quien la sufre.
Jorge Mir Mayor