La vida siempre da
segundas oportunidades y Roberto Carballés supo aprovechar a la perfección la
que le dio la 59 edición de la Copa Sevilla, de la que se ha coronado campeón.
El tenista tinerfeño se erigió como tal después de vencer en la final a Bernabé
Zapata Miralles, protagonizando un auténtico duelo de cabezas de serie. Como
ganador, a Carballés le corresponden un premio económico de más de 9.000 euros
y 90 puntos, lo cual le hace superar a su rival en la clasificación de la ATP.
Se enfrentaban el valenciano, como 79º, y el tinerfeño afincado en Granada,
como 80º, subiendo ahora hasta el puesto 66 (744 puntos).
Y eso que Carballés comenzó perdiendo el primer juego de la
tarde en la pista central del Real Club de Tenis Betis, ante un Zapata Miralles
que le tomó ventaja. La técnica del valenciano frente a la fuerza del
tinerfeño. Todo estaba por decidirse, aunque al finalista de la pasada edición,
como viene siendo habitual en estos partidos, le costó tomarle el pulso a la
superficie de la pista.
Carballés comenzó los primeros juegos aprovechando los
fallos de su rival para puntuar, los cuales tampoco le permitieron ponerse por
delante en el marcador. Zapata Miralles, pese a toparse en excesivas ocasiones
con la red, hacía correr a su oponente y este se resentía. Pero todo cambió en
el séptimo juego, cuando Carballés por fin logró ponerse por delante en el
electrónico con un 4-3. Ahí empezó el punto de inflexión del que se haría con
el trofeo de campeón, viendo además por primera vez en el partido cómo uno de
los tenistas superaba a su rival por dos juegos (5-3).
En aproximadamente 40 minutos, Carballés dejó saldado un
primer set del que Zapata Miralles se resistía a salir perdedor, protagonizando
ambos un duradero último juego que terminó decantándose a favor del tinerfeño
(6-3), después de que el valenciano perdiera el saque.
Tras una breve pausa se llegó al segundo set, comenzando
este con una tónica similar al primero, aunque en esta ocasión Carballés
mantenía su ventaja de un juego hasta que su rival le igualaba en el siguiente.
Ambos jugadores se esforzaban por mantener el nivel. Uno, por seguir sumando de
la misma forma y acercarse al título. El otro, para mantener vivas sus
esperanzas, confiado en recuperar la dinámica y el rendimiento de los primeros
minutos del encuentro.
Así transcurrían los minutos, otra vez, hasta el séptimo
juego de este segundo set, en el que Zapata Miralles tomaba ventaja ante su
rival (3-4), ganando dos juegos consecutivos para adelantarse en el marcador.
El valenciano le había dado la vuelta al panorama sobre el albero. Ganó un juego
más, 3-5, viéndose cada vez más cerca de llevarse el set y forzar el tercero de
desempate. Mientras, en el lado contrario de la pista, Carballés se tensaba.
Quería cerrar la final en ese segundo set y el 3-5 le obligaba a llegar al
tie-break para ganar.
Los nervios del tinerfeño eran palpables sobre la pista y
desde las gradas. A punto estuvieron de costarle el noveno juego, lo que le
hubiera hecho perder el segundo set. Pero no. 4-5 y las esperanzas de llegar el
tie-break se mantenían intactas. Y en el otro lado, gritos y raquetazos al
aire. Eran las expresiones de Zapata Miralles cuando algo no le salía. Parecía
vaticinar el 5-5 en el marcador, lo que terminó de desatar la desesperación del
valenciano.
La final llegó a uno de sus momentos más emocionantes. El
público, expectante, Y los jugadores, volcados. Todo se decantaría con un
séptimo juego que llegó después de que un 6-6 propiciara un desempate que
culminó el tenista tinerfeño, exhausto, con 8-6.
Fue así como Roberto Carballés se convertía en el campeón de
la 59 edición de la Copa Sevilla, después de un torneo en el que se fue
creciendo a medida que fue pasando de ronda. Sorprendió a todos con su
solvencia ante un portento como Delbonis en cuartos. Achicó a Díaz Acosta, sin
dejarle ninguna opción, con un impecable partido en semifinales. Y se confirmó
con una emocionante final en la que el único punto negativo fueron los primeros
minutos, tras los cuales el tinerfeño remontó y acabó haciéndose con el
Giraldillo.
«Estoy jugando a un nivel muy alto, estoy muy contento.
Logré sacar el primer set muy agresivo y en el segundo he intentado aguantar
como podía. El objetivo es seguir jugando así. Creo que he dado un salto de
nivel en estas últimas semana. Mi objetivo es seguir creciendo y seguir sumando
puntos», comentó el ganador a pie de pista poco antes de recibir el trofeo.
De esta forma se quita la espina de la pasada edición, en la
que cayó a manos de Pedro Martínez. Lo tenía claro Carballés desde que vino a
Sevilla para la disputa de este challenger. Este era su año. La Copa Sevilla le
daría una segunda oportunidad. Y no defraudó.
Los aplausos de las gradas se hacían cada vez más sonoros
para el campeón mientras la pista se preparaba para la entrega de trofeos. El
presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el delegado de deportes del
Ayuntamiento de Sevilla, David Guevara; el presidente de la Federación Andaluza
de Tenis, Juan Miguel Navas; la presidenta del Club tenis Betis Adoración
Borges y el director del torneo, Santiago Pérez fueron las autoridades que
acompañaron al campeón y al subcampeón durante el acto, agradeciendo un año más
a la organización del torneo la celebración de esta 59 Copa Sevilla.