Dentro del mundo del tenis me
he encontrado con muchos padres que intentaban que sus hijos fuesen tenistas,
casi a cualquier precio. La grandísima mayoría desconoce cuáles son los métodos
adecuados para hacer que la carrera de ese chico progrese y los llevan por
caminos completamente equivocados. Este artículo surge para arrojar luz a estos
padres sobre cuáles son los pasos que hay que tomar y que no dejan de ser muy
diferentes a los que en su día dieron tenistas que luego llegaron a ser grandes
en el deporte.
Esto también puede servir para esos mismos niños que sueñan
con llegar un día a ser profesionales y que quizá, estén siguiendo unos planes
equivocados que pueden hacer que terminen frustrándose. Ojo, esto no quiere
decir que siguiendo estos pasos se llegará a ser el mejor del mundo sino que
son los puntos clave que toda carrera debe tener a la hora de despegar y que
puede servir también para darse cuenta si realmente el tenis es el deporte que
más se ajusta a ti mismo.
Para desarrollar este artículo se ha consultado a
entrenadores federados de Clubes de Tenis españoles con muchos años de
experiencia en la enseñanza de niños pequeños.
1. Actitud. Forma de ser. Carácter.
El tenis es un deporte muy distinto a todos. El tenista va a
competir solo y para ello, debe tener una personalidad y actitud muy marcadas.
Nos atreveríamos a decir que prácticamente todos los jugadores dentro del Top
100 poseen una forma de ser y un carácter muy fuerte. Esto es algo con lo que
se nace pero también se puede ayudar a los pequeños a trabajar en su actitud
para formar su personalidad y que sean mejores. La educación es clave.
2. Talento. Sin talento no se llega a nada.
Evidentemente, sin tener talento para el tenis no se puede
llegar a ser profesional. Muchos padres intentan que su hijo juegue al tenis
cuando quizá sólo tenga ciertas habilidades pero que pueden no ser suficiente
para llegar arriba. Escuchar a los profesores puede ser una buena manera de
entender si el chico podrá ganarse la vida con ello o simplemente usar el tenis
como uno de tantos deportes a practicar en sus ratos libres.
3. Divirtiéndose sin presiones.
En la corta edad, los niños deben jugar al tenis porque se
diviertan al hacer deporte. Presionar al chico desde pequeño sólo le creará
traumas y estrés. En la historia reciente hay muchos casos de padres que dejan
sus trabajos para viajar con el niño o la niña y forzarles a competir. La
presión que ese niño recibe es horrorosa, sabiendo que todo el sustento de su
familia va a pasar por lo que haga en los torneos. Dejen que los niños se
diviertan con el deporte y el tiempo irá diciendo si el chico puede llegar a
ser algo más.
4. Ajustar los entrenamientos al estilo del chico.
En muchos Clubes suelen ofrecer planes de entrenamientos
generales cuando un niño llega. Esto es un error muy generalizado ya que no
todos los niños son iguales. Cada uno necesita una cosa diferente a la hora de
entrenar por lo que recibir el mismo plan que otro hará que no avance. Federer
no entrena de la misma forma que Nadal, por poner un ejemplo. Lo primero que
hay que hacer es analizar el tipo de juego que tiene y a partir de ahí dibujar
un plan específico, potenciando aquellas partes que hace bien y mejorando
aquellas que se le da peor.
5. Haz que cuente.
No vale de nada llevarse cuatro horas en la pista si se está
a otras cosas o no se pone el 100% en cada cosa que se hace. Con una hora a
tope se cumpliría los objetivos. Hay que ponerle ganas.
No todo es entrenar con una raqueta en la mano. El tenis es
un deporte que se juega sobre muchas superficies con cambios constantes de
dirección por lo que las articulaciones sufren mucho. Los hombros, el codo, la
muñeca, la espalda, la cadera, los tobillos y las rodillas son las partes del
cuerpo que más se ven perjudicadas por el tenis. Es esencial trabajar en el
gimnasio y hacer musculación para fortalecer los músculos y que estas
articulaciones no terminen por dar problemas en unos años.
7.Alimentación.
Todos los profesionales cuidan su alimentación. Refrescos
con azúcar, hamburguesas, pizzas... todo este tipo de alimentos afectan al
desarrollo del cuerpo y los propios músculos. Llevar una mala alimentación hará
incluso que el deportista sea propenso a lesionarse o a cansarse más.
8. Trabajo.
Todo lo que hemos mencionado anteriormente no sirve de nada
si no se trabaja. Incluso el mayor talento del mundo no llegará a nada sin
trabajar. Hay personas que por ganar algún que otro torneo creen que sólo con
eso ya está todo hecho y ahí es donde empiezan los grandes problemas. Desde
pequeños hay que enseñar a los niños en la cultura del trabajo.
La estabilidad mental del deportista es clave para que rinda
en pista. Es esencial que el equipo que le rodee ayude a mantener esa calma en
su vida diaria. Hay que evitar las peleas y las discusiones. Puede haber cosas
con las que no se esté de acuerdo pero entre todos hay que llegar a un consenso
y es importante que todos los miembros del equipo remen en la misma dirección.
Aquello que no ayude a avanzar estará frenando la progresión del chico.
10. Aprendizaje y adaptación.
No habrá semana que el chico necesite aprender. No importa
la edad que tenga, 8, 10, 15 o 25 años. A todas las edades se aprende. El tenis
es un deporte de continuo aprendizaje y adaptación a toda clase de
circunstancias. Incluso Roger Federer con 35 años aprendió a cambiar su estilo
de juego para ser competitivo de nuevo.
Hay que tener mucho cuidado a la hora de trabajar con niños
porque a esas edades todo afecta de manera distinta que a los adultos. Siempre
recordaré una frase que dijo Carlos Boluda, que para quien no lo conozca es un
chico que con 12-13 años ganó torneos de todas clases, venciendo a niños
mayores que él y todos se acercaron a él para intentar gestionar su carrera y
le llenaron la cabeza de cosas irreales e impropias para alguien de su edad.
Terminaron afectándole personalmente y aún a sus 24 años sigue luchando para
convertirse en profesional. Boluda confesó que a esa edad "lo que
realmente me hacía ilusión era que mi padre me viera jugar". Ojalá muchos
padres reflexionen al leer esto.