El español habla sobre el apoyo de sus compatriotas de
leyenda
Martin Landaluce es reserva esta semana en las Next Gen ATP
Finals presented by PIF.
Martín Landaluce, emergente estrella #NextGenATP, toma asiento en el King Abdullah Sports City de Jeddah con una sonrisa en la cara mientras mira la pista de atletismo. El español de 18 años, que actúa en Arabia Saudí como reserva de las Next Gen ATP Finals presented by PIF, habla sobre su irrupción esta temporada donde ha levantado su primer título ATP Challenger Tour además de firmar su primera victoria ATP Tour.
Antes de prepararse para tomar rumbo hacia el próximo
capítulo de su viaje en Canberra (Australia) para arrancar la temporada 2025,
en Jeddah tiene la oportunidad de reflexionar sobre su increíble ascenso, un
camino en el que la leyenda de su país Rafael Nadal también tiene algo que ver.
En Madrid, su lugar de origen, el tenis era más que una
pasión para Landaluce, era una cuestión familiar. Su padre, Alejandro, aún
participa en el circuito ITF Seniors y el tenis ha tenido presencia en la vida
de Martín desde que pudo caminar. De pequeño, entrenaba con su madre, Elena, en
la pista de dobles, mientras que sus primos Lucas y Alejandra, entrenaban con
su padre. Después, Martín se quedaba un tiempo peloteando con su padre, lo
suficiente para que siguiera alimentando su amor por este deporte.
No llevó mucho tiempo para que el talento de Martín saliese
a relucir. A los 9 años, ya estaba compitiendo en torneos juniors y con 14 años
era considerado uno de los jóvenes españoles con un futuro más brillante. Ese
fue el mismo año en el que Landaluce se topó con el universo Nadal.
“Crecí viendo a Rafa y hablábamos de él en casa, comentando
sus partidos en la cena”, recuerda Landaluce. “Cuando tenía ocho o nueve años,
estaba pegado a la televisión, viendo cada uno de sus partidos. Luego, a los
14, peloteé con él por primera vez. Fue increíble, saltar a la pista con
alguien al que has idolatrado durante años. Fue muy inspirador”.
Para muchos jugadores jóvenes, tener a Nadal enfrente podría ser motivo de bloqueo a causa de los nervios. No así para Landaluce, que dejó a un lado todas esas sensaciones en su primer entrenamiento juntos en la Rafa Nadal Academy en 2020.
“Fue pura emoción”, continuó su relato Landaluce. “No suelo
ponerme nervioso en esas situaciones. Pero pelotear con Rafa era algo más. Su
potencia, su consistencia, era algo que no había visto. Durante los diez
primeros minutos, no le importa si falla, pero después, no falla un tiro en la
siguiente hora. A cada pelota le pegaba con la profundidad perfecta, un metro o
dos sobre la red. Era increíble”.
El impacto de Nadal va más allá de la pista. El español se
ha convertido en un mentor para Landaluce, dándole valiosos consejos y
avisándole de los altibajos del circuito profesional.
“Estoy muy agradecido por todo lo que Rafa ha hecho por mí”,
añadió Landaluce. “Me ha dado muchos consejos y he aprendido mucho de él. Ha
sido increíble pasar tiempo con él”.
Si bien Nadal es una destacada figura en el tenis español, a
sus 21 años Carlos Alcaraz emergió como el nuevo rostro de éxito de este
deporte. Landaluce, sin embargo, encuentra a Alcaraz tan cercano y dispuesto a
ayudar como Nadal. Los dos han forjado un bonito vínculo estos años y han
entrenado juntos.
“Tengo una muy buena relación con Carlos”, revela. “Hemos
estado en contacto durante años y tenemos el mismo manager. Cuando lo conocí,
me di cuenta que tenía los pies en la tierra. Era en el Masters 1000 de Madrid
y todo el mundo quería hacerse fotos con él, pero él estaba muy tranquilo. Me
sorprendió lo normal que era. Es un chico increíble y creo que es parte de la
razón de su éxito. Peloteamos juntos por primera vez en Madrid 2022, cuando
hice de sparring”.
La carrera de Landaluce ha experimentado un ascenso constante. Después de ganar el US Open en categoría junior en 2022, dio un gran salto en marzo de 2024 firmando su primera victoria ATP Tour en el Masters 1000 de Miami, donde derrotó a Jaume Munar en tres sets.
“Fue una sensación increíble ganar en Miami”, confesó
Landaluce, que tenía a su familia animando en la pista. “Mis primos, que
estudian en Estados Unidos, vinieron a verme y mis padres estaban allí también.
Fue un momento especial para compartir con ellos. Estaba bastante nervioso
durante el partido, pero lo llevé bien. Y luego tuve la oportunidad de jugar
contra Ben Shelton. Fue una semana inolvidable”.
La victoria de Miami fue un trampolín en la confianza de
Landaluce. Después de alcanzar las semifinales en varios torneos ATP
Challenger, el español consiguió su primera corona en octubre en Olbia
(Italia). No fue sencillo, ya que el español tuvo que lidiar con una enfermedad
durante toda la semana.
“Fue una semana difícil físicamente porque estaba muy
enfermo con gripe”, advirtió Landaluce. “Pero tuve que adaptar mi juego para
lidiar con ello. No tenía mi energía habitual, así que me centré en ser sólido
y consistente. A pesar de todo, jugué a un nivel alto y conseguí ganar el
título. Fue un desafío mental, pero me enseñó a adaptarme y superar
obstáculos”.
Fuera de la pista, Landaluce es también un apasionado por
encontrar el equilibrio en su vida. Aprendió a desconectar del tenis con
aficiones como tocar la guitarra, el boxeo, escuchar músico e incluso rapear
con su familia. Sus variados intereses le ayudan a recargar las pilas y
mantenerse concentrado cuando vuelve a tener la raqueta en la mano.
“Intento hacer muchas cosas al margen del tenis”, apuntó.
“Estoy aprendiendo a tocar la guitarra, me encanta escuchar música y me gusta
bailar con mi familia. Me gusta leer y probar cosas nuevas como el buceo. Creo
que me ayuda a concentrarme y me da felicidad, lo que creo que últimamente me
ha hecho mejor jugador”.
“Es una gran motivación estar aquí, entrenando con estos
increíbles jugadores”, señaló sobre su presencia en Jeddah. “Es un honor ser
parte de este grupo. Estoy disfrutando de cada momento y tengo ganas de ver
dónde me lleva este camino”.
Con paso firme, una gran madurez para su edad y el apoyo de
algunos de los grandes jugadores de la historia, Landaluce está preparado para
dejar su huella tanto en 2025 y como en los próximos años.