Las
sospechas se confirman. El tenis es un deporte podrido en sus estratos más
bajos, presas de la precariedad que conducen a que conductas totalmente
ilegales tengan cabida. Así lo atestigua el extenso informe que la ITF solicitó
hace meses para que investigara a fondo el asunto (Independent Review Panel)
que califica como tsunami la corrupción latente en torneos menores pero también
asevera con contundencia que no se ha apreciado ningún atisbo de esa conducta
en los circuitos ATP y WTA.
Más de 15
millones de dólares fueron invertidos por la ITF para que se llevara a cabo
este ambicioso proyecto en el que se han encuestado a más de 3000 jugadores y
se han afrontado diversos métodos de investigación cuyas recomendaciones son
claras:
-Eliminación
de los patrocinios por parte de empresas dedicadas a las apuestas deportivas.
-Limitación
de los premios en metálico a los jugadores por tan solo comparecer en el
torneo.
-Cambios
severos en la estructuración del tenis base y el proceso para llegar a la
élite.
-Abandono de
la posibilidad de seguir punto a punto los resultados en directo en torneos
ITF.
-Implementación
de medidas para perseguir y limitar el abuso que sufren los jugadores en las
redes sociales.
El informe
insiste en la dificultad de muchos jugadores para poder costearse su carrera
profesional, lo que les hace vulnerables a los sobornos para dejarse perder a
cambio de dinero. Y es que si bien es cierto que suponen noticias balsámicas el
hecho de que en la ATP y la WTA no se haya apreciado ninguna señal de que
existan este tipo de problemas, lo que queda claro es que hay una gran brecha y
desigualdad entre los niveles más altos y los más bajos del tenis.
Tanto es así
que se califica como de "muy preocupante el tsunami de partidos amaños en
torneos ITF", llegando a localizar dos y tres al día en el mismo torneo.
Los esfuerzos de la ITF han de continuar pero ahora es el momento de tomar decisiones
después de contar con un informe tan exhaustivo como éste. El deporte rey de la
raqueta no puede permitirse este tipo de escándalos y vulnerabilidad para los
más débiles.