Generalmente cuando una persona quiere encontrar un buen entrenador de tenis no es
tan fácil como parece porque cada uno debe conectar y complementarse con su entrenador para poder exprimir el máximo de su potencial. Esto puede valer tanto para
entrenamientos amateurs, clases particulares y hasta en el alto rendimiento y
jugadores profesionales. ¿Si hasta los mejores del mundo cambian de entrenadores,
porque no hacerlo nosotros?
Un entrenador certificado por la Federación de tenis de su país y por la ITF es garantía de buenos resultados. La experiencia en torneos
internacionales es la clave a la hora de preparar un jugador de alto
rendimiento.
Uno de los aspectos más importantes que, según la ITF debe
tener un entrenador de tenis es la afinidad con el jugador, que este tenga
plena confianza y respeto, que tanto alumno como profesor tengan la denominada
“química”. Solo así se construirá un verdadero trabajo en equipo.
Esta relación es fundamental debido a que en las temporadas
de juego profesional, se pasa mucho tiempo juntos, las horas que tienen que
dedicar al entrenamiento deben ser agradables para los dos y a la hora de la
competencia deben ser ambos los que concentren sus energías para un solo lado,
afirma la ITF en su módulo de instrucción “como elegir un entrenador de Tenis
Junior”.
Además de lo anterior, otras características que al momento
de elegir un entrenador pueden indicarle que es uno de los adecuados para su hijo
son: experiencia en la pista, trayectoria profesional y demostrar competencias
en aspectos claves del deporte como el técnico, táctico, psicológico y físico.
Debes intentar que tenga un punto de vista sobre el juego
similar al tuyo. Es decir, “si mides 1,90, pesas 90 kg y tu juego es de saque y
volea, y tu entrenador quiere hacerte jugar desde el fondo de la pista como si
midieras 1,70 y pesaras 70 kg, no podrán hacer los mismo entrenamientos
enfocados correctamente. Si es así, cambia de entrenador”.
Es muy importante y se resalta la importancia de la
experiencia del entrenador para un buen desarrollo del alumno. “La experiencia
no solo en el campo deportivo sino en el manejo psicológico, en el control de
las emociones y en el control corporal son aspectos claves que en el momento de
una competición pueden desequilibrar al contrario” afirma.
De otro lado, si usted desea inculcar a su hijo o hija el
hábito de realizar un deporte desde muy temprana edad, debe tener en cuenta que
a esa edad son varios los alumnos que tiene a cargo un profesor. Es decir que
solamente se llega a tener un maestro exclusivo cuando se llega al ámbito
profesional después de muchos años.
Por lo anterior la imagen del entrenador para estas edades
conlleva más que el simple hecho de jugar tenis. Es aquí donde la ética, el
profesionalismo, la cultura, el respeto y el ejemplo hacen presencia. Estos
aspectos serán claves para la formación del niño o la niña no solo como
deportista sino también como personas. Que es el lema primero de un buen
entrenador: “Primero formamos personas, luego formamos tenistas”.
Igualmente, en esta etapa, la relación del entrenador con la
familia del jugador debe ser buena, puesto que es por medio de los padres que
el entrenador se entera de los intereses y objetivos del alumno. Pero en la
labor del profesor es aconsejable que no se entrometan los padres. Ese es un
campo en el cual el entrenador debe tener toda la libertad de ejercer su labor.
En síntesis y para terminar, en el momento en que decida
tomar unas clases de tenis, ya sea para usted como distracción o para sus hijos
como futuro profesional, debe ser cauteloso al elegir al entrenador. Un
entrenador con trayectoria tanto en el circuito nacional como profesional y con
muchos conocimientos, tanto en lo deportivo como en lo psicológico, le
garantizara a usted practicar y sacar lo mejor de su juego de la forma más
adecuada y para su hijo unas buenas bases para su futuro.