Cuando miramos el tenis actual, y si uno tuvo la oportunidad
de mirar algún video de Vilas (o cualquier partido de hace 30 años),
inmediatamente nos damos cuenta que las raquetas de aquel entonces son bastante
distintas de las actuales, al menos en varios aspectos vitales. La raqueta
moderna posee un aro de mayor longitud y superficie de encordado, mucho más
liviana y mucho menos flexible, hecha de materiales plásticos reforzados, y en
algunos casos un par de centímetros más larga. Uno puede ver jugadores juveniles
pegándole con gran potencia y soltura, lo que nos hace notar que el estilo de
los golpes del tenis también cambió en todos estos años. El estilo clásico,
suave y fluido que se observaba entre las décadas de 50 y del 70 del siglo
pasado, fue reemplazado por un estilo de juego que enfatiza la potencia desde
la linea de base y la habilidad de conseguir un tiro ganador desde el fondo de
la cancha en cualquier momento en que el contrario quedó mal ubicado o que el
jugador recibe un tiro medianamente corto por parte del rival. ¿ Es posible que
los cambios en la mecánica del golpe sea resultado directo de los cambios en la
tecnología de las raquetas, o los golpes evolucionaron independientemente de
los cambios en las raquetas ?. En este post vamos a tratar de dilucidar como la
nueva tecnología de las raquetas ha permitido a los jugadores modificar la
manera en que le pegan a la pelota.
Las raquetas "de antes" :
La vieja raqueta de madera que usaban los jugadores hasta
terminada la década de 1970, pesaba entre 400 y 450 gramos, tenia un balance
neutro y un aro de tamaño pequeño en superficie. Debido a las limitaciones
estructurales de la madera, para fabricar una raqueta lo suficientemente
liviana que se pueda usar con comodidad, el marco no podía ser muy grueso, lo
cual resultaba en un grado mayor de flexibilidad, especialmente cerca de la
punta de la raqueta. Además, la relación Fuerza-Peso de la madera, obligaba a
construir una cabeza de raqueta pequeña
para permitir encordar con una tensión razonable.
Las raquetas modernas están moldeadas en grafito reforzado
(en algunos casos con materiales de lo más estrafalarios), un peso que ronda
los 300 gramos y pudiendo ser de cabeza liviana o pesada. Es posible incluso
construir raquetas de 200 gramos, y de todas formas que sea con un aro
"oversize" y cuya durabilidad y resistencia sea por demás suficiente.
El golpe de fondo clásico usado por las mayoría de los
jugadores hasta finales de los 70 era un swing amplio y fluido, armado
tempranamente, y un final de golpe largo y completo. El jugador se paraba
lateralmente (hoy los profesores dirían "close-stand") y aceleraban
paulatinamente hacia la pelota, usando algo del peso del cuerpo. El tiro
generalmente era plano o con algo de topspin, y el revés preferido de muchos
era el slice.
Los golpes modernos :
El golpe de derecha que hoy en día la mayoría de los
jugadores ha adoptado se realiza desde un open stance o semi open stance con
una empuñadura Oeste o semi-oeste (hay jugadores que usan empuñaduras Este
también). El jugador gira el torso y luego rota hacia la pelota cuando está por
golpear, haciendo que los grandes músculos del torso entren en juego. Este
movimiento rotacional está acompañado por las piernas, lo que hace que muchas
veces el jugador se despegue del suelo durante o después del golpe. El
resultado de usar tronco y piernas durante el impacto hace que la pelota salga
con gran potencia y topspin.
Hoy en día, uno puede ver jugadores juniors pegándole a la
pelota casi como latigazos. Décadas atrás solo unos pocos jugadores con
habilidad física excepcional podían hacerlo con la vieja raqueta de madera. El
jugador promedio necesitaba el swing fluido y amplio para acelerar casi medio
kilo de masa de la raqueta a una velocidad que permita un tiro profundo.
Además, esta aceleración gradual, le daba al jugador mucho más control de la
cabeza de la raqueta y le permitia golpear la pelota casi siempre en la misma
zona del encordado. Esto era esencial,
dado que pegarle en distintas zonas del encordado con aquellas raquetas daban
como resultados tiros totalmente dispares (como dirían hoy las marcas
comerciales, tenían un "sweetspot" pequeño). Una pelota que pegara 4
centímetros fuera de centro podría terminar tanto en la red como afuera de la
cancha. Con esas raquetas, para lograr
que la pelota cayera consistentemente en el otro lado de la cancha en la zona
deseada, requería impactar con buena precisión en el encordado, lo cual solo se
podía lograr con un swing controlado.
El "sweetspot" :
Con el swing rápido de los jugadores actuales, es muy
difícil impactar la pelota siempre en una zona precisa del encordado. De todas
formas, con las características de las raquetas modernas y el topspin usado hoy
en día, la trayectoria resultante de la pelota es mucho menos sensible a la
ubicación exacta del impacto en las cuerdas (las raquetas "perdonan"
mucho más estas diferencias de impacto). Aunque existe una zona preferida para
pegarle a la pelota (el centro del encordado generalmente), las raquetas
modernas permiten mayor latitud de error
en la ubicación del impacto, tanto horizontal como verticalmente respecto del
eje principal (el eje que pasa por el mango y corre hacia la punta de la raqueta).
Estabilidad :
Dado que los aros de las raquetas modernas son mucho mas
anchos que los de las antiguas de madera, también son mucho más estables a
rotar cuando se impacta fuera del eje principal. La propiedad física de una
raqueta que produce esta estabilidad se llama momento de inercia, como este
bailarín que si quiere girar más lento estirará sus brazos y si quiere girar
más rápido, los juntará al cuerpo
Cuanto mayor es este momento, la raqueta girará menos al
impactar fuera de centro y por lo tanto perderá menos potencia a medida que el
impacto se aleja del eje principal. El momento de inercia es proporcional al
peso de la raqueta y al cuadrado del ancho del aro de la misma. Una raqueta con
un aro de 25 centímetros de ancho (como la de una raqueta actual), es un 25%
más ancha que los 20 centímetros de una vieja raqueta de madera, lo que hace un
momento de inercia un 50% más alto. Semejante diferencia en el momento de
inercia se da en las raquetas modernas que pesan un 25% menos que las de madera
pero con un aro mucho mas ancho.
Este aumento del momento reduce la rotación de la raqueta en
los impactos fuera de eje (por lo tanto, reduce el error en el ángulo al que
sale la pelota debido a la rotación de la raqueta) y evita que la pelota salga
con velocidades muy diferentes al pegarle fuera de o en el eje principal. La
combinación de ambos efectos (ángulo y velocidad de salida de la pelota), le da
al jugador un margen de error mayor respecto del punto óptimo de impacto en el
encordado. Además, el topspin que usan los jugadores actualmente agrandan aún
más la "ventana" de ángulos posibles para que la pelota pase la red y
pique dentro del court del rival.
Potencia :
Cuando se mide la potencia de una raqueta en los
laboratorios de los fabricantes, se disparan pelotas a la raqueta en distintos
lugares y se miden las velocidades conque salen despedidas. Para una raqueta
estándar, la velocidad máxima de rebote se da cerca del puente de la raqueta y
decrece a medida que nos acercamos a la punta. Como regla general, cuanto más
nos alejamos del punto de balance, menor es la velocidad de rebote de la pelota
medida en un laboratorio. Además, raquetas más rígidas tienden a ser más
potentes que raquetas más flexibles, especialmente hacia la punta de la misma.
Estos resultados se dan en la situación de testeo donde la raqueta está fija,
es decir, no se mueve hacia la pelota.
Cuando la raqueta se mueve en el swing, la punta se mueve
algo más rápido que el puente, y la relación entre estas dos velocidades
depende de la naturaleza del estilo del swing. Un swing en que la muñeca se
mueve libremente, en un efecto de "látigo", resulta que la razón
entre estas dos velocidades será mucho mayor que la que seria en el antiguo
swing clásico. Dado que la punta se mueve más rápido que el puente, el punto de
máxima potencia se mueve hacia la punta y se aleja del puente de la raqueta.
Cuando la física de todos estos factores (respuesta de la
raqueta y swing del jugador) se combinan para predecir la características de
juego de la raqueta, los nuevos marcos muestran, en una área grande del
encordado, una respuesta uniforme en términos de potencia. Esto contrasta con
los viejos marcos de madera, que junto con el swing tradicional, era necesario
impactar siempre en la misma área (o apenas fuera de ella) para obtener
resultados similares.
Con las raquetas modernas y el estilo de golpes actual,
estas distintas variaciones en el punto de impacto resultan en muy pequeñas
variaciones en la velocidad y ángulo de salida de la pelota, comparado con un
impacto perfecto en el centro del encordado. Esto significa que si le pegamos a
la pelota 3, 4 o 5 centímetros alejado del centro, el resultado del golpe será
con muchas probabilidades un tiro bueno.
Superficies y golpes :
Otra razón por la cual las empuñaduras dominantes son la
Oeste y la Semi-Oeste y no la Continental como hace 30 años, es que desde los
inicios del tenis, el mismo se jugaba en césped. 3 de los 4 Grand Slams se
jugaban en césped, como una gran cantidad de torneos, superficie rápida y de
pique bajo, y el grip más óptimo y difundido en aquel momento era el
Continental.
Hoy por hoy, el circuito de césped y canchas muy rápidas de
pique bajo apenas son 7 u 8 semanas en el año, con lo cual la mayoría de los
jugadores, aprende, practica y juega en superficies duras o de polvo de
ladrillo. Consecuentemente, las nuevas empuñaduras, óptimas para superficies de
pique más alto y no tan rápido, son las que se han impuesto para adaptarse a
las nuevas superficies junto con la tecnología de raquetas.
Cuando muchos se quejaban que el tenis se había vuelto muy
rápido :
Durante la segunda mitad de los 80 y hasta casi finales de
los 90, se comenzaron a escuchar quejas cada vez más numerosas respecto de la
velocidad que había tomado el juego y los cortos y raros que se habían vuelto
los peloteos de fondo de cancha. Incluso se llegó a escuchar que se debía
volver a las viejas raquetas de madera, o bien de achicar el cuadrado de saque,
entre otras variantes. El problema es que muchos comentarios pueden sonar muy
lindos cuando se dicen por televisión, pero llevarlo a cambios en el reglamento
del tenis acarrea problemas de distinta índole. Primero, si se volviera a la
vieja raqueta, ¿ qué quiere decir exactamente la vieja "raqueta de
madera" ? Las llamadas "raquetas de madera" eran en realidad un
compuesto de madera, pegamentos, fibras y otros materiales. En otras palabras
era un compuesto, de distintos materiales, pero tan compuesto como las actuales
de fibra de carbono y otros materiales. Entonces la ITF tendría que hacer una
nueva regla diciendo que el marco debe ser de 75% o 90% de madera. Entonces habría
que prohibir las fibras de carbono y los materiales epoxy. ¿ Y como haría la
ITF para verificar que los fabricantes cumplen con las reglas ? Revisar
periodicamente las raquetas de todos los fabricantes. No parece una solución
muy inteligente.
Se pensaron otras formas de ralentizar el juego. Una idea fue cambiar el tamaño del cuadro de saque achicándolo, pero eso requeriría modificar todas las canchas de tenis del mundo, y la ITF siempre ha insistido en que quiere un solo conjunto de reglas, tanto para el juego profesional como para el juego recreacional. La única solución razonable que surgió en su momento, fue la de introducir en el año 2001 un nuevo tipo de pelota, la llamada Tipo 3, de un diámetro 6.5% mayor que la pelota estándar, que obviamente haría mas lento el juego en general, dado que ofrece mayor resistencia al aire. Lo cierto que esta nueva pelota, al no ser de uso obligatorio, no logró aceptación entre los jugadores y solo quedó como pelota obligatoria para juego en altura.
No hay duda que las nuevas raquetas de grafito, un 30% más
livianas que las de madera, permiten generar más velocidad de pelota. También
está claro que estas nuevas raquetas, con un aro de mucho mayor tamaño y marcos
extremadamente rígidos, tiene un "sweetspot" mayor, que nos permite
pegar fuera de centro y aún lograr un buen golpe, son más permisivas con el
jugador.
Hay un acuerdo generalizado que las nuevas raquetas
permitieron un cambio en el juego. Los principiantes logran aprender y alcanzar
un nivel aceptable que les permite disfrutar del juego más rápidamente (al
menos hasta que nos damos cuenta que el tenis es realmente muy difícil de
aprender). La WTA pasó de un juego lento y de peloteos mas largos a un juego de
alta velocidad y potencia. No hay duda que las mujeres, si hay algo que no
querian era reducir la velocidad del juego.
Cuando muchos se quejan que el juego se volvió muy lento :
Del año 2001 en adelante, y sin ningún cambio significativo
en las raquetas, mucha gente empezó a decir que el tenis se había convertido en
un juego de fondo de cancha, con largos peloteos, que el saque y volea habían desaparecido, y
que el servicio parecía no tener la influencia de años anteriores. Que
Wimbledon era muy lento, que el abierto de Australia tenia la velocidad del
polvo de ladrillo y que el Us Open era el único que parecía mantener cierta
velocidad de superficie. Dado que el cambio de humor de los analistas,
comentaristas, aficionados y otros se volvió errático, la ITF decidió analizar
seriamente la cuestión. Se tomaron las estadísticas de los últimos 30 años de
los Gran Slams (1975-2005).
La hipótesis era que si el servicio fue dominante y que
ahora las superficies se había vuelto más lentas y que el saque no tenia la
preponderancia de años atrás, entonces el índice de tie-breaks jugados iría
disminuyendo y que además, esta disminución se haria más evidente si las
superficies habían variado su velocidad.
El resultado de estos análisis arrojó una fuerte correlación
entre el número de tie-breaks jugados y la velocidad de la superficie para el
caso de los hombres, pero no se halló la misma correlación para las mujeres.
También se halló una correlación entre tie-breaks jugados y la velocidad
promedio del primer servicio y la máxima velocidad del primer servicio para el
caso de Wimbledon en la rama masculina. También se demostró una tendencia de
aumento constante en la cantidad de tie-breaks que se estaban jugando en todos
los Gran Slams.
Esto demostró claramente, para el caso de los hombres, que
el tenis se estaba volviendo cada vez más veloz, que las superficies no se
habían enlentecido, y que el servicio se volvía cada vez más preponderante.
Dicho simplemente, cada vez se juegan más tie-breaks porque es más difícil
quebrar el servicio del contrario, tanto por la potencia y técnica del servicio
como porque las superficies no enlentecen más que antes el pique de la pelota.
Para el caso de las mujeres, no hubo una tendencia clara y
mostró una conducta oscilante aunque tentativamente ascendente.
La ITF en todo caso, tendrá que analizar en el futuro, si
llega un momento en que la cantidad de tie-breaks se haga excesivamente alta,
que medidas deberá tomar para bajar la dominancia del saque, sin afectar el
reglamento, el juego femenino y otros factores a tener en cuenta.