Casi tres horas de esfuerzo son el oxígeno de Alejandro
Davidovich Fokina. El español superó este martes al tres veces campeón Gilles
Simón por 6-7(4), 7-6(2), 6-2 para alcanzar los octavos de final del Moselle
Open, recuperar el sabor de la victoria y alimentar el espíritu de lucha con el
que desea forrar sus golpes.
En uno de los encuentros más duros de la jornada, una batalla donde llegó a sacar para seguir con vida en el torneo, Davidovich dio un paso al frente en un escenario bien complejo. La resistencia en el fondo de Simon, uno de los tenistas más rítmicos del circuito, fueron una prueba de fuego para la cabeza del andaluz.
Davidovich ha roto una racha de cuatro derrotas consecutivas arrastrada desde que alcanzara los octavos de final en los Juegos Olímpicos de Tokio (p. ante Djokovic). El malagueño completó la gira norteamericana de pista dura sin sumar triunfos y ha acudido a la pista dura europea con la meta de enderezar el tramo final del curso.
Simon es uno de los jugadores más destacados en la historia de Metz, el único torneo individual que ha conquistado en tres ocasiones a lo largo de su carrera. El tenista de Niza logró proclamarse campeón en las ediciones de 2010, 2013 y 2018, y alcanzó la final de 2015, acumulando un balance de 21 victorias en 30 partidos disputados.
Con el objetivo de fortalecer su regularidad, Davidovich mirará en la segunda ronda al octavo cabeza de serie Nikoloz Basilashvili en un choque sin precedentes en el circuito. El georgiano es el No. 36 del FedEx ATP Rankings y espera subrayar su versatilidad en una temporada en la que ha levantado los títulos al aire libre sobre la superficie dura de Doha y en la arcilla de Múnich.
