El español, que se tomó un descanso después Shanghái, no
gana dos partidos seguidos desde el US Open y se aleja del Top-20.
Al día siguiente de ganar con mucho mérito al pujante estadounidense Ben Shelton, número 16 del mundo y campeón hace solo unos días en el ATP 500 de Tokio, Alejandro Davidovich perdió claramente (doble 6-3 en 62 minutos) este martes en el Masters 1.000 de París contra el neerlandés Tallon Griekspoor (23º del ranking), que hizo de su saque (ocho aces y un 84% de puntos ganados con primeros servicios), un arma letal.
Este contraste de Davidovich refleja de alguna manera el devenir del español de 24 años y 28º, que no ha sido capaz de ganar dos partidos seguidos desde el pasado US Open.
Perdió contra Jiri Lehecka y Novak Djokovic en la fase de grupos de la Copa Davis, antes de ganar al surcoreano Sonwoo Kwon; después sucumbió ante Francisco Cerúndolo en la Laver Cup, contra Alexander Zverev en la segunda ronda de Pekín y contra Arthur Fils en la primera de Shanghái. Ahí decidió tomarse un descanso de dos semanas. “He estado fuera porque había hecho muchos torneos, preferí parar un poco y entrenar mejor para estar al cien por cien aquí”, dijo al finalizar su partido contra Shelton en Bercy. El balance de sus últimos diez partidos entre aquel triunfo en el US Open y la derrota frente a Griekspoor es 3-7.
Último torneo
El caso es que esta mala racha le ha alejado de la
posibilidad de cerrar la temporada en el Top-20, un objetivo que acariciaba con
la punta de los dedos, aunque es un jugador que no se marca metas concretas y
casi siempre suele elegir el camino más difícil hacia la cima. Le queda un
torneo, la semana que viene, el ATP 250 de Sofía, al que acudirá como cabeza de
serie número 7. Acabará así un curso que está teniendo un final agridulce, que
aún puede mejorar, en el que ha hecho cinco cuartos de final (Adelaida 2, Doha,
Indian Wells, Estoril y Barcelona), además de las citadas semifinales de
Canadá.