El joven de 20 años ya estuvo en Madrid haciendo ese
trabajo, pero no tuvo la opción de entrenarse con el campeón de 22 títulos de
Grand Slam porque “Rafa pidió sparring un día, pero uno zurdo y yo soy diestro.
Yo estuve allí con otros jugadores, con [Jannik] Sinner y con Andrey [Rublev]
hasta el día de la final”.
Un día antes del gran debut del 14 veces campeón de la Copa
de los Mosqueteros en el segundo Grand Slam de la temporada, García tuvo la
responsabilidad de ser el último en ayudar a Nadal a ponerse a punto antes del
enorme desafío de Zverev.
“El cambio que ha dado con respecto a Madrid es grandísimo”,
explicó García a ATPTour.com. “Yo ya le vi entrenar allí y se le notaba que
estaba todavía cogiendo las sensaciones. Ayer estuve en su entrenamiento aquí y
hoy he compartido sesión con él. Cuando te metes en la pista… ni te imaginas.
La bola te viene muy muy rápida, bota bastante, y eso que hoy el día que hacía
en París era bastante nublado. Es impresionante la intensidad que le pone,
tanto a las piernas como al golpeo, en todas las pelotas”, prosiguió.
“Y lo que más impresionante me parece, algo como mágico, es el aura ese que tiene cuando está entrenando, transmitiendo una fuerza increíble. Al final, todo el mundo se da cuenta de eso. Por eso Rafa es quien es, y por eso hay siempre tanta gente viendo sus entrenos. Y no hablo solo del público, sino de todos los jugadores que están en sus entrenamientos”.
“Lo que más me transmite Rafa, algo que también vi en Madrid
y creo que lo ve todo el mundo, es que da igual donde esté entrenando: su
autoexigencia que tiene tras cada pelota es la misma en la Rafa Nadal Academy o
en Roland Garros. Cuando hay un fallo, siempre trata de buscar el por qué para
mejorarlo. Y eso es una pasada”, aseguró.
Durante el entrenamiento, de una hora y media de duración,
Nadal puso atención a algunos detalles concretos de su juego, que trabajó a
conciencia con García.
“Lo que hemos hecho ha sido que Rafa practicase el cambio de
direcciones de una manera simple y que siempre funciona bien: haciendo dos y
una”, explicó García. “Y luego le he visto también trabajar mucho con Marc
[López] para jugar bastante hacia delante, en lugar de con tanta vuelta, para
buscar bien el fondo de la pista y que la pelota haga daño”, siguió.
"También ha practicado un poco la volea y las aproximaciones”.
Así, después de su entreno con Nadal, el joven sparring se
atrevió a realizar una breve radiografía del cruce bomba de esta primera ronda
de Roland Garros.
“Seguro que va a ser complicado, pero yo veo a Rafa muy
bien”, vaticinó García. “La bola le estaba yendo muy rápida; la derecha un
cañón, y al revés sí que le he visto que ha cambiado un poco, ahora le pega un
poquito más plano, le pega más hacia adelante que a lo que yo estoy
acostumbrado a verle”, desgranó. “Así que quizás con Zverev puede ser otro
punto más para hacerle daño. Yo veo a Rafa muy bien, y espero que haga un gran
partido y pueda ganar mañana”.