Las pistas de instalaciones municipales, clubes y academias de tenis experimentan en muchos casos una gran afluencia de padres y alumnos y demás aficionados durante su horario de utilización con la ilusión de algún día experimentar en sus propias carnes el mismo nivel de juego de los jugadores y jugadoras que ven en televisión, o simplemente por aprender un deporte tan bonito como es el tenis.
El tenis entraña
valores educativos, que no demos olvidar, siguiendo a Le Bouch (1991), “un
deporte es educativo cuando permite el desarrollo de su aptitudes motrices y
psicomotrices, en relación a los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de
su personalidad”. Y el tenis tiene todos estos componentes al igual que otros
deportes. Además deberemos incidir sobre todo en el respeto a las normas, el
contrincante y al material.
1. Importancia del
tenis para la formación de los niños
El deporte es de vital importancia para la formación integral es decir a nivel físico y mental, de todos sus practicantes, pero cuando hablamos de niños esta importancia cobra un papel principal, pues el deporte y en este caso el tenis nos servirá para desarrollar las capacidades físicas, psicológicas y sociales del niño que contribuirán de forma positiva a su formación, y digo positiva si, al lado de estos niños, trabajan con ellos profesionales los cuales piensan que el deporte es uno de los pilares básicos para la educación y hacen de él un modo de vida muy peculiar que se aleja de otras formas de vida cotidianas asociadas al continuo devenir de la rutina cotidiana.
Tradicionalmente,
se conoce con el nombre de iniciación deportiva el periodo en el que el niño
empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes
(Blázquez, 1986), es en esta iniciación dónde los padres deben intentar ayudar
al máximo a sus hijos cuando los introducen en un deporte como es el tenis,
haciéndole ver el papel formativo que tiene éste.
2. Visión de un
profesor de tenis
Pero ustedes se preguntarán; ¿Qué papel tienen los padres en este maravilloso mundo del tenis? Pues la respuesta es bien sencilla, unos padres cuyos hijos estén inscritos en una Escuela de Tenis, de un club, asociación, academia, etc. deberían intentar llevar a cabo uno serie de consejos que proponemos seguidamente en este artículo.
Según David Trepat
de Francisco (1996), “los padres quieren lo mejor para sus hijos. Con esta
intención. Muchas veces los presionan demasiado, sin darse cuenta de que el
niño tiene unas metas diferentes a las del adulto. El entrenador puede dar un
gran paso para ayudar a sus deportistas si consigue entender las finalidades de
su programa deportivo. Por ejemplo, sería bueno que los padres preguntaran a
sus hijos al volver a casa después del partido: ¿lo has pasado bien?, y no
¿quién ha ganado? El niño se dará cuenta rápidamente de la diferencia. Como
primeros educadores los padres pueden aportar una contribución inestimable a la
enseñanza del ‘fair play’”.
a. Desde el punto
de vista de la formación de sus hijos en la escuela de tenis los padres
deberían:
Dejar en manos de profesionales la formación tenística de
sus hijos: Es lógico, pues cuando en casa se rompe una tubería llamamos a un
fontanero que sea un profesional, al igual ocurre con la enseñanza o
entrenamiento del tenis que debe ir avalado por profesionales, porque además la
diferencia es que los fontaneros trabajan con tuberías y si se rompen no ocurre
nada, pero que pasaría si se “rompe “la formación de sus hijos.
Interesarse por la progresión del aprendizaje de sus hijos
en la escuela, preguntando al profesor por el desarrollo de sus hijos en la
escuela, intentando hacer esto siempre en pequeñas reuniones previamente concedidas
por el profesor e intentando que el niño no esté delante.
Animar y ayudar a sus hijos, en todo momento, intentando que
no se produzcan ninguna comparación entre otros alumnos, siendo siempre el
objetivo el alumno en cuestión. Y colocando metas siempre alcanzables para no
producir ningún tipo de frustración en nuestro hijo. Intentando que sea siempre
el superarse a uno mismo una de las metas más importantes (Cervelló,1996)
Comentar con los técnicos cualquier aspecto de la escuela
pueda mejorar a nivel de horarios, realización de grupos, etc.
Intentar hacerle ver a los niños que se debe disfrutar con
la práctica del tenis, pues es un deporte que les proporcionará positivas
experiencias durante su práctica, ya sea durante la enseñanza o durante la
competición.
Jugar con sus hijos pero sin dar correcciones
técnico-tácticas (RPT, 2008), pues en más de una ocasión hemos visto a padres
con los niños en la pista actuando de profesores, sin tener la más remota idea
de la enseñanza de un deporte tan complejo como es el tenis, y encima
regañándoles, claro está esto tiene la excepción de que un padre puede ser a la
vez técnico, y conocer el deporte en sí.
Remarcar la importancia de que para conseguir un logro hace
falta un esfuerzo diario, y que durante las clases deberán tener una actitud
positiva hacia la tarea y un comportamiento ejemplar (COE,1993)
b. Desde el punto
de vista de la competición:
No dar mucha importancia al resultado y si al esfuerzo o a la mejora (Cervello, 1996): Si damos prioridad en la formación del niño al ganar, casi con toda seguridad esto evolucionará en un abandono del deporte cuando el niño no gane partidos, por dicha razón deberemos priorizar y premiar esfuerzo ante la obtención de buenos resultados.
Acompañar a los partidos a sus hijos como mero espectador,
sin dar instrucciones técnico-tácticas sobre los partidos, porque para eso
están los técnicos que son los que trabajan a diario con sus hijos.
No obligar a los niños a jugar al tenis, ni a competir. Debe
ser una iniciativa suya y tendremos que detectar si los niños disfrutan de la
competición por el mero hecho de competir o simplemente compiten por conseguir
alguna motivación extrínseca como pueden ser premios, material deportivo, etc.
Inculcar a los niños la autosuperación y no la superación a
los demás, pues siempre existirá alguien mejor que tú, pero en cambio un niño
podrá siempre mejorar su nivel pues nunca podrá llegar a la perfección, pero si
podrá mejorar.
Dejar a criterio del técnico la inscripción a torneos y
campeonatos, y ayudar al técnico en la inscripción, transporte de los niños al
campeonato.
Hacerle ver a los niños que no todos serán tenistas de élite
como Nadal, Federer, etc., pues es un error iniciar a los niños en un deporte
diciéndoles que pueden llegar a ser una estrella, pues ellos pueden confundir
el placer que les proporciona hacer deporte con llegar a ser algún día una
estrella del tenis.
Y, padres ¡no lo
olviden! el tenis no se puede separar de la vida cotidiana, por eso tiene un
papel educador, desde todos los puntos de vista, a nivel competitivo
relacionado con el esfuerzo, el saber perder, el saber ganar, el dar la última
gota de sudor en un partido, el respetar unas reglas de juego, cuidar el
material, a nivel social relacionado con la puntualidad, la seriedad, el saber
distribuir los horarios para las diversas ocupaciones que los niños tienen
actualmente, que son muchas, saber competir y relacionarse con los compañeros
siendo el respeto uno de los principales valores y por último a nivel de salud
adquirir unos hábitos como son realizar el calentamiento de forma correcta,
realizar los estiramientos de forma adecuada, aprender un correcto aseado
antes, durante y después de la competición, adquirir una forma equilibrada de
alimentación y por último aprender un adecuado uso del material deportivo
(raquetas, zapatillas, ropa deportiva, etc.)
Para terminar
desde aquí enviamos un mensaje a todos los padres de los niños que practican el
deporte del tenis para que se conciencien de que su papel en el maravilloso
mundo del tenis es igual o más importante que el papel de los técnicos que
trabajan con sus hijos, siendo una ayuda constante, pues en la formación
tenística existe un triángulo que está formado por: