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lunes, 16 de septiembre de 2024

Los primeros golpes en el tenis. "Enseñando a jugar correctamente desde el principio"

 


Para aquellos niños que se inician en el tenis, además de realizar actividades más enfocadas al juego, es también un buen momento para introducir aspectos técnicos (cómo golpear) y tácticos (trayectorias, desplazamientos…).

 

Enseñanza de los primeros golpes para niños

A priori, nos pueden surgir muchas preguntas: ¿Cuál es la progresión que debemos seguir al enseñar un golpe? ¿Cómo conseguir que no se frustren durante estos primeros golpes? ¿Qué empuñadura enseño al empezar?

 

Aunque estos son aspectos que se trabajan como base en cualquier escuela de tenis y que los profesores enseñarán de manera adecuada y mucho más en profundidad (sobre todo evitando caer en gestos incorrectos que se perpetúen durante el aprendizaje), puede resultar interesante para padres/ madres el tener unas nociones básicas si deciden introducir al niño por ellos mismos en el tenis durante los primeros pasos.

 

ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIAS.

Desde este momento hablaremos de mini-tenis, que es el marco desde el que se enseña en los primeros años este deporte. Este se introdujo con el fin de adaptar los espacios y materiales a los más pequeños, haciéndoles más asequible el aprendizaje del tenis (y pudiendo realizarse en cualquier lugar sin necesidad de contar con una pista de tenis reglamentaria). Los espacios de juego son más pequeños (mitad de la pista), las raquetas están adaptadas a la altura del niño y es conveniente utilizar una bola lenta (de foam o con poca presión).

 

Raqueta para niños

Durante los primeros golpes haremos hincapié en que el control va por encima de la potencia (no tiene sentido enseñar a golpear la bola fuerte desde el principio si no saben dirigirla).

 

Debemos de recordar que la enseñanza del tenis (al igual que otros deportes) sigue una progresión. Los primeros ejercicios están enfocados a conocer los elementos de juego. Lo ideal es comenzar con juegos en los que solo se utilice la pelota (manipulación, lanzamientos, recepciones…), posteriormente actividades en las que se manipule por separado solo la raqueta y por último utilizaremos raqueta y pelota de manera conjunta (habilidades, conducciones y en última instancia el golpeo).

 

Todos sabemos que cuanto más tiempo practiquemos, mejor y más rápidamente adquiriremos esas habilidades. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que lo importante es el número de repeticiones del golpe que se realiza. Un ejercicio de 10 minutos en el que se golpean muchas bolas es más eficaz que un ejercicio de 20 minutos en el que se pasa mucho tiempo parado esperando bolas. Esto es un punto a tener en cuenta al diseñar ejercicios.

 

Una clave para que al niño le guste la actividad es intentar que no tenga tiempos parado y le de tiempo a aburrirse. Por ello, haremos uso del juego en todo momento. Por ejemplo, tras el golpeo puede ir a recoger las bolas y le daremos una serie de pautas (esta vez hay que ir a recogerlas saltando, o a la pata coja, etc…).

 

Puede darse el caso de que el niño coja unas veces la raqueta con la derecha y otras con la izquierda. No debemos preocuparnos porque hay niños muy pequeños que aún no tienen afianzada la lateralidad. Puede ser útil realizar juegos para ver con qué mano tiene más dominio (por ejemplo, ejercicios de lanzar bolas para ver con cuál lanza más fuerte y con más puntería). Una vez localizado con cual se maneja mejor, intentaremos orientarle a que utilice esa, pero sin regañarle en ningún momento. Esto es algo que según pase el tiempo irá afianzando y él mismo se dará cuenta (como anécdota, Rafa Nadal es diestro pero juega al tenis con la izquierda como si fuese zurdo.).

 

FASES DE LA ENSEÑANZA.

En este caso concreto que ponemos de ejemplo, el primer golpe que vamos a enseñar es el drive de derecha. Las fases de enseñanza serían las mismas al explicar cualquier golpe, solo que cada uno de ellos tendrá una serie de movimientos y gestos técnicos diferentes.

 

Cuando enseñamos un golpe, debemos hacerlo a través de estas cuatro fases:

Explicación: Se trata de explicar el golpe (hacer un ejemplo sin pelota) de manera sencilla e ilustrativa, despacio, marcando los detalles, con el niño situado en una posición adecuada en la que pueda ver todo. Desfragmentaremos el golpe en una serie de puntos, parando entre cada uno de ellos en esa posición para intentar crear una imagen de esa posición. El niño puede imitarnos, pero sobre todo es importante que observe y se quede con los detalles.

 

En el caso del drive de derecha sería:

Posición de preparados: Piernas abiertas más o menos a la altura de los hombros, rodillas flexionadas, tronco hacia delante, raqueta arriba.

 

Posición de espera para niños

Unidad de giro: Giro del pie derecho y giro de los hombros para armar la raqueta (que queda hacia atrás y el tapón mirando hacia adelante). Señalamos la bola.

 

Giro niños

Desplazamiento: Pasos cortos y rápidos para ajustar las distancias, dejando el pie izquierdo delante para colocarnos de lado y tener más estabilidad.

 

Desplazamiento niños

Impacto: Traspaso del peso hacia adelante a través del impulso del pie derecho, el impacto se produce delante con las cuerdas paralelas a la red, movimiento ascendente de abajo a arriba.

 

impacto niños

Terminación: La raqueta termina arriba apuntando a donde dirigimos la bola. No nos preocuparemos por la llamada “bufanda” (terminar con la raqueta detrás, rodeando el cuello con nuestro brazo), ya que esto es algo que se producirá de forma natural por la inercia de la raqueta cuando se empiece a pegar más fuerte a la pelota.

 

Terminación niños

Recuperación: Nos dejamos caer hacia adelante por la inercia, plantando el pie derecho para estabilizarnos y recuperamos la posición con pasos rápidos y cortos.

 

Recuperación niños

Seguir un orden facilita el aprendizaje y nos permitirá detectar y corregir un error de manera concisa.

 

Demostración: Se trata de hacer los mismos movimientos que el punto anterior, pero en este caso golpeando una pelota. Le diremos al niño que se sitúe delante nuestra y nos tire una pelota despacio con la mano (le marcaremos con un cono o un aro el lugar donde debe tirarla). Esta es la imagen mental que se le va a quedar al niño del golpe, por lo que debemos ejecutarlo despacio, marcando los detalles e intentar que salga perfecto. Le diremos que nos tire al menos 3 bolas.

 

Práctica: Este es el momento en que el niño va a practicar el golpe a través de algún ejercicio. Tendrá que intentar reproducir en el golpeo los puntos que ha observado previamente. Más adelante veremos el modo de echarle bolas en función de la edad y la madurez (de menor a mayor complejidad).

 

Corrección: Durante la ejecución de la práctica, observaremos qué hace bien y mal para ir orientándole. Hay que hacer las correcciones sobre los puntos que hemos aprendido para que queden mejor localizados (por ejemplo: en la posición de preparados, flexiona un poco las rodillas). También hay que reforzar lo que hace bien para afianzarlo y motivarle (por ejemplo: muy bien pegada esa bola delante).

 

¿DE QUÉ EMPUÑADURA PARTIMOS?

No hay que marear al niño con las empuñaduras ni crearle confusión con los nombres.

 

Las empuñaduras que primero se aprenden y que se utilizan en estas primeras etapas son las empuñaduras este. Con la este de derecha se aprende el drive, la volea de derecha, el saque y el remate, y con la este de revés la volea de revés y el revés normal.

 

Para la empuñadura de derecha, hay un par de trucos que pueden servir como referencia sencilla para explicarla desde cero:

 

Coger la raqueta: Dejamos la raqueta en el suelo y decimos al niño que la coja con la derecha. La única manera posible de cogerla adecuadamente es con la empuñadura este.

 

Dar la mano a la raqueta: Si plantamos la palma de la mano en la superficie del marco, en las cuerdas, y la deslizamos hacia abajo, como dándole un apretón de manos a la empuñadura, tendremos la empuñadura este.

 

También podemos explicar las empuñaduras situándolas en el espacio, es decir, colocarla en el espacio donde deberíamos pegar a la bola y a continuación cogerla. Esto muestra el porqué de esa empuñadura (es como más cómoda y adecuadamente golpeamos, con las cuerdas transversales para tener un mayor punto de impacto) y nos servirá también para explicar el este de revés.

 

GRADOS DE DIFICULTAD.

A la hora de practicar el golpe se debe hacer un ejercicio adaptado a la madurez motora del niño y a su nivel. Si de primeras le ponemos a practicar el golpe desde el fondo de la pista echándole bolas rápidas no va a dar ni una, se va a frustrar y la experiencia negativa va a hacer que no quiera aprender.

 

Una progresión adecuada de ejercicios para practicar el golpe de menor a mayor dificultad sería la siguiente (recordando que lo haremos desde la mitad de la pista o incluso un poco más cerca de la red si fuese necesario, como a 2 metros de ella):

 

El niño colocado de lado con la raqueta detrás, le dejamos caer una pelota vertical en la zona de impacto y nos apartamos; debe golpear a la altura de la cintura y lanzarla al campo contrario.

 

Primer ejercicio

Igual que el ejercicio anterior, pero esta vez el propio niño se deja caer la bola.

 

Nos situamos al otro lado de la red y le lanzamos una bola (ascendente con bote vertical para que tenga tiempo de sobra para golpear). El niño espera de lado con la raqueta atrás igual que en el ejercicio anterior.

 

Segundo ejercicio

Una vez dominados, se pueden hacer realizando el gesto completo, desde la posición de preparados. A partir de este punto, si hay más de un niño, el ejercicio puede ser realizado en parejas de forma colaborativa.

 

Igual que el ejercicio anterior, pero esta vez intentaremos que el niño nos devuelva a nosotros la bola para cogerla como si fuésemos un portero.

 

El niño pone en juego la pelota y esta vez se intentará mantener un peloteo. En caso de hacer el ejercicio por parejas dos niños, cada vez pone la pelota en juego uno de ellos.

 

Tercer ejercicio 

Para motivar al niño, cada vez que consigue golpear la pelota y pasarla le daremos un punto. Hay que intentar que el niño tenga éxito en sus golpes, por lo que si vemos que le resulta difícil a mitad de pista, le cocaremos más cerca (a 2 metros de la red) y no pasaremos al punto siguiente hasta que no veamos que domina cada ejercicio. Igualmente, el resultarle demasiado fácil y no suponerle ningún reto puede aburrirle, por lo que hay que proponerle ejercicios nuevos que le supongan un poco de dificultad, o añadir algún elemento más (conos acotando espacios donde debe ir la bola, golpeos con desplazamiento, etc.




2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.