Un profesor de tenis debe saber cómo conseguir lo máximo de
sus alumnos. Tanto desde el punto de vista técnico, como el físico y el mental.
Vamos a analizar las cualidades físicas y mentales que hay que desarrollar en el tenis.
Fuerza
La fuerza en las piernas es necesaria para desplazarse de
forma rápida por la pista. En los miembros superiores, la fuerza se necesita
para golpear con potencia a la pelota.
La fuerza hay que mantenerla durante un tiempo prolongado,
hasta cuatro horas. Por tanto, hay que añadir una resistencia considerable.
Velocidad
La práctica del tenis exige una enorme cantidad de
aceleraciones, arrancadas y cambios de dirección. La fase más dura consiste en
romper la inercia. El tenista debe arrancar, frenar y cambiar de dirección. Y
todas estas acciones se ejecutan a la mayor velocidad posible.
Resistencia
Las características del tenis exigen una buena resistencia
aeróbica. Es necesario disponer de una óptima capacidad del sistema
respiratorio y cardiovascular. De esta manera,
el aporte de oxígeno y nutrientes al sistema muscular será el más
adecuado.
Flexibilidad articular
Un tenista necesita una gran flexibilidad en las
articulaciones. Además es importante disponer de elasticidad muscular para la
realización de los movimientos.
Coordinación
El jugador de tenis recibe una gran cantidad de información
de lo que está ocurriendo en la pista. Necesita coordinar esta información con
la orientación y la capacidad de equilibrio.
Una vez procesada la información, tomará las decisiones
necesarias para ejecutar los movimientos en el menor tiempo posible.
Motivación alta
El grado de sacrificio que exige el tenis, para conseguir un
buen nivel de juego, lleva aparejado un alto nivel de motivación.
El objetivo se debe centrar más en mejorar el rendimiento que en la consecución de victorias.
Grado elevado de concentración
Es primordial que el tenista sea capaz de no distraerse y
centrarse en la próxima jugada. Debe olvidar cuanto antes los fallos cometidos
para que no le afecten en el desarrollo posterior del partido.
Control de las emociones
Durante un partido de tenis, los jugadores sufren
situaciones de nerviosismo, miedo al adversario, inquietud, preocupación por el
cansancio, tensión muscular, pérdida de flexibilidad…
El entrenador o profesor de tenis debe ser capaz de enseñar
a transformar estas emociones en energía positiva.
Capacidad de esfuerzo
Un tenista suele pasar por momentos complicados en todos los
partidos. Debe poseer capacidad de lucha y sacrificio para superar las
dificultades. No hay que dar por perdida ninguna bola, porque el rival puede
fallar en cualquier momento.
Autoconfianza
El jugador de tenis necesita tener una gran seguridad en sí
mismo. Si no cree en sus posibilidades, no conseguirá los objetivos. El ego
deportivo se refuerza con pensamientos positivos.
Facilidad para la visualización
Esta capacidad permite representar mentalmente una táctica,
un golpe o una jugada. Una vez que tiene visualizada la jugada a realizar, la
ejecuta.
Capacidad de aprendizaje
La humildad es esencial en el tenis. Todos los jugadores
tienen algo que aprender siempre. Existe margen para la mejora en aspectos
tácticos, técnicos, físicos y psicológicos.
Esta capacidad de aprendizaje es necesaria para adaptarse a
los distintos tipos de pista en los que el jugador no es especialista.
Capacidad de adaptación
El juego pasa por muchas fases y los tenistas tienen que ser
capaces de adecuar sus capacidades a las condiciones.
Optimismo
Los buenos jugadores disfrutan en la competición. Aunque se
trate de un partido entre amigos. Compiten con diversión y optimismo. Aceptan
los desafíos y están dispuestos a luchar con ganas.
Automatismo
Cuando se alcanza un buen nivel de juego, todo está bajo
control. Los movimientos surgen de forma automática, sin necesidad de pensar en
lo que hay que hacer en cada momento. Para conseguir este grado de automatismo,
es necesario un nivel de concentración muy alto.
Las cualidades físicas y mentales de un tenista se pueden entrenar. Muchas veces no se entrenan las cualidades psicológicas porque se piensa que son innatas. Pero es un error. Un entrenador o profesor de tenis debe prestar atención a todos los aspectos que intervienen en el juego.