Málaga, 13 del agosto de 2025
Por Jorge Mir Mayor
squí y hockey sobre patines: dos aliados para el tenis.
La combinación de estos dos deportes desde los 4 o 5 años,
desarrolla cualidades físicas y técnicas que son fundamentales y se trasladan
directamente a la pista de tenis.
Resistencia: corazón y pulmones más fuertes para aguantar
partidos exigentes.
Fuerza: piernas, glúteos y core potentes para golpes y
desplazamientos explosivos.
Equilibrio y coordinación: control total del cuerpo en
movimiento.
Velocidad y agilidad: arranques, frenadas y giros rápidos.
Flexibilidad y movilidad: articulaciones ágiles y menor
riesgo de lesiones.
Un ejemplo perfecto es Jannik Sinner: sus deslizamientos,
movimientos deslizantes sobre hierba, cemento y tierra y su postura en la pista
reflejan años de esquí en su juventud.
Tanto el esquí como el hockey patines enseñan una posición
base que resulta ideal para el tenis: rodillas flexionadas, centro de gravedad
bajo, peso ligeramente hacia la punta de los pies, espalda inclinada hacia
adelante y mirada al frente, con un constante cambio de peso según la acción y
una gran coordinación ojo–pelota, gracias al stitch palo hockey patines.
Todo esto se traduce en el tenis en más resistencia, fuerza,
equilibrio, velocidad, movilidad, movimiento deslizante y sobre todo, una gran
coordinación ojo–pelota–raqueta.
Esquiar y jugar hockey patines no solo diversifica la
actividad física de los niños, sino que también les da una ventaja competitiva
cuando llegan a la pista de tenis.
Saludos. Jorge Mir