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| Andrés Fernández |
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| Carlos Divar |
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| Alejandro Davidovich |
Decenas de voluntarios engrasan la máquina del ITF de Sanxenxo
Cocineros, recogepelotas, conductores, un fisio y un médico atienden a los tenistas
Sobre el papel, el ITF de Sanxenxo tendrá 128 tenistas compitiendo en el Circulo Cultural y Deportivo de Sanxenxo, pero detrás de las pistas de tierra se esconde una maquinaria que engrasan decenas de personas para que cuando los jugadores de más de 50 países llegan no haya fallos. Voluntarios en las pistas, recogepelotas, dos personas más en la cocina de la organización, conductores para trasladarlos desde los hoteles, un fisioterapeuta y un médico, ambos voluntarios, dan forma al torneo que hasta el próximo 25 de octubre se celebra en Sanxenxo. Un engranaje que necesita un presupuesto superior a los 70.000 euros para que no falle la maquinaria. Las principales federaciones y centros de alto rendimiento de todo el mundo envían a sus mejores tenistas, que no tienen más de 18 años, lo que obliga a compaginar una vida de deportes y estudio. «A veces tengo que imprimir los deberes a algún jugador», explica el director deportivo, Noli Álvarez, que asegura que cuadrar todas las agendas y dar atención a los jugadores júnior es «como armar un puzle». Además, los entrenadores oficiales deben estar en habitaciones individuales y los jugadores son agrupados por afinidades, nacionalidad y género.
Los competidores júnior no cobran por participar y su manutención es completamente gratuita. Desayunan y cenan en el hotel, pero los 128 comen en las instalaciones de la Cultural. «Se les lleva a la farmacia o a dónde necesiten», explica el responsable deportivo, que asegura que los cuidan como segundos padres. A pesar de las inclemencias del tiempo, el torneo, que arrancó el pasado 18, se desarrolla con normalidad. Durante el fin de semana tuvieron que trasladar algunos partidos al Casino Mercantil de Pontevedra por las lluvias. Estos jugadores no pueden permitirse una lesión. «Los que son capaces de jugar al tenis a este nivel y estudiar suelen irse a Estados Unidos a la universidad porque allí con el deporte pueden conseguir becas del cien por cien».
