sábado, 28 de julio de 2018

La industria del padel, (El hermano joven del tenis), por un exceso de oferta y no por escasez de ella como ocurre en el tenis, comienzan a tener serios problemas para sobrevivir ante la excesiva oferta de pistas, torneos, tiendas especializadas, tiendas online, ventas piratas y ventas en clubes que existen hoy día en el mercado



Por Esther Lasheras

Hace unos tres años solía entrenar en un club que no disponía de pistas cubiertas. Como llovía, nuestro entrenador nos citó en un club indoor en el que nunca había jugado. Así que metí la dirección en el gps y fui para allí. Al llegar, pensé que había entendido mal la dirección, puesto que tenía delante un club cuyo nombre no correspondía con el nombre que me habían dado. Volví a mirarlo, pero la dirección la tenía bien. Bajé del coche y entré en el club preguntando si era el club en el que nos habían citado para entrenar. La respuesta de la recepcionista fue: “no, pero está aquí a la vuelta de la esquina”.

La verdad es que me quedé pensando un rato en el tema. A 1 kilómetro y medio de aquellos dos clubes, sabía que había otro construido anteriorme. Es decir, 3 clubes en apenas dos kilómetros. Por aquél entonces ya me pareció una barbaridad. La semana pasada me enteré que uno de esos 3 clubes, el más grande, había cerrado.

Hace unos días, en el blog de PadelSpain leía un artículo en el que un profesional del sector, Marcos Torres, advertía de la dificultad para sacar adelante hoy en día un club: “Los números no salen en los clubes de padel”. Cito textualmente un párrafo: “Esta situación de crecimiento e inversión sin control nos está dejando un panorama peligroso en términos de sobreoferta de clubes en algunas zonas de Madrid que no ayuda al padel en absoluto”. No puedo estar más de acuerdo, pero yo iría más allá y lo haría extensivo a marcas y tiendas especializadas.

Vamos por partes. Y vaya por delante que llevo tiempo diciendo que lo último que se me ocurriría ahora mismo sería montar un club, crear una marca o abrir una tienda especializada. Hace 15 años probablemente hubiera sido una gran idea, pero ahora mismo creo que el mercado del padel está sobresaturado. Nuestro deporte crece en afición y practicantes. Tengo amigas que jamás habían practicado deporte alguno y ahora mismo incluso juegan más veces por semana que yo. Pero lo que rodea a los aficionados está creciendo a un ritmo desmesurado y descontrolado.

Quiero creer que cuando una persona decide montar un club de padel, previamente hace un plan de negocio, se informa, estudia el terreno, conoce el medio en el que se va a mover y/o está asesorado por profesionales que sí lo conocen, y tiene la idea de que para poder sacarlo adelante va a tener que invertir mucho y trabajar muy duro. Quizás demasiado. Pero visto el panorama, parece ser que no. Hoy en día hay zonas (cada vez más) en las que en un radio de 10 kilómetros, encuentras 5 clubes. Y al final lo que ocurre es que la guerra de precios y la mala gestión acaban por enterrar a algunos de ellos, y otros se las ven y se las desean para sobrevivir. Lo que iba a ser un negocio redondo se convierte en un calvario.

Otro tanto pasa con las marcas. Existen alrededor de 200 marcas de padel. Un deporte que empieza a abrir fronteras en el exterior, pero que actualmente tiene un mercado reducido a España y Argentina, fundamentalmente. No suelo ser partidaria de las comparaciones, pero en esto sí que os voy a pedir que pongamos la vista en el tenis. ¿Somos capaces de mencionar 8 marcas de raquetas de tenis? Yo llego a 7 u 8 como mucho, y he jugado al tenis media vida. Hablamos de un deporte mundialmente extendido y con más de 100 años de antigüedad. Con la competencia feroz que hay y con marcas muy consolidadas, algunas de ellas con el peso pesado del tenis detrás y un gran aparato económico, cada día me cuesta más creer que alguien se siga aventurando a crear una marca nueva y pensar que va a sacarle rentabilidad.

Y añadiría algo más: “zapatero a tus zapatos”. Si tengo una marca especializada en palas, ¿por qué no me centro en hacer palas de gran calidad en lugar de meterme en campos que no domino y en los que me va a costar mucho sacar beneficio? Marcas de palas haciendo ropa y marcas de ropa que de repente deciden fabricar palas. Mi visión es que si soy bueno o muy bueno fabricando palas (o ropa), mi siguiente paso sería tratar de ser excelente en lugar de invertir en un campo que no es el mío y en el que además compito con marcas que lo dominan. Si tenemos un apoyo económico importante detrás, de acuerdo, pero aun así deberíamos pensar bien si merece la pena.

En cuanto a las tiendas, más de lo mismo. No tengo constancia en números, pero es abrumadora la oferta de tiendas deportivas, sobre todo online, exclusivamente especializadas en venta de material de padel, que no dejan de luchar contra gigantes de la venta deportiva y, por supuesto, contra el “pirateo” de algunas marcas. Para vender, tienen que regalar prácticamente.

Y ojo, porque hay clubes, marcas y tiendas que hacen las cosas de forma seria. Pero cada día son los menos, y cada día se les hace más difícil seguir siendo honestos y serios con lo que tienen alrededor.

El padel (ya) no es la panacea. No estamos ante la gallina de los huevos de oro. Para sacarle beneficio ya no basta con montar un club, una marca o una tienda y sentarse a esperar. Hay que trabajar muy duro, dedicarle muchísimas horas, tener un producto de gran calidad a un buen precio y aun así, las posibilidades de perder son muy grandes. Se ha extendido la idea de que ganar dinero con el padel es fácil y cualquiera emprende en este deporte sin conocimiento. Si queremos un deporte serio, con un crecimiento sostenible, con una proyección de futuro, es hora de reflexionar si estamos en el camino de conseguirlo o por el contrario esto va en la dirección equivocada.


2009-2017, "LA ÉPOCA DORADA DEL TENIS MALAGUEÑO", ¿DAVIDOVICH?. Álbum de tenistas malagueños.