Ya de vuelta en casa. Intensas dos semanas en Tarrasa y Zaragoza en los Campeonatos de España por equipos cadete y júnior respectivamente. Muy buenos resultados y sensaciones.
Esta vez me voy a arriesgar y voy a hablar de la necesidad de profesionales en todas las ramas de nuestro deporte, y no sólo en la de los técnicos, deportistas, árbitros, etc., sino sobre todo, en la de los organizadores y directores de torneos. Hoy toca romper una lanza a favor de las personas que nos han hecho vivir dos semanas fantásticas de tenis, compañerismo y competición.
Obviamente que existen cosas que mejorar, pero no puedo más que elogiar a las personas que han dirigido y dirigen estos dos torneos, torneazos diría yo. No soy mucho de personalizar, porque sabéis que me gusta el carácter colectivo que se le puede dar a nuestro deporte, pero cuando hay que individualizar, se hace.
En Tarrasa, bajo la batuta organizativa de Kim Rovira, “alma máter” de la 'Yellow Cup' y la excelente dirección de Antonio Poveda, hemos podido disfrutar del trato profesional y a la vez cercano que se le ha dado a nuestros jugadores.
Con un equipo de voluntarios espectacular, importantísimo aspecto que no se da en todos los torneos, la actuación como juez árbitra de Verónica Oliva y unas instalaciones espectaculares, han conseguido que este campeonato sea bandera de organización, buen hacer, profesionalidad y trato para con entrenadores, jugadores, familiares, etc.
Soy consciente de que ya están trabajando en mejoras para la edición del próximo año, pero no puedo más que felicitarlos y animarles a seguir haciendo lo que hacen, es una bendición para nuestro tenis que existan torneos tan bien organizados como este.
Podría detallar diferentes aspectos que hacen de este campeonato un referente a nivel nacional, fruta a disposición de todos los jugadores, consigna espectacularmente organizada por los voluntarios del Club, servicio de encordado eficaz y profesional, una oficina del torneo disponible para entrenadores y jugadores desde que empieza el primer partido del torneo hasta que acaba el último, comunicación permanente con técnicos actualizando órdenes de juego, servicios de hospedaje y transporte, un desfile de equipos cada año mejor organizado y dinámico, un sorteo de los cuadros abierto a todos los capitanes y realizado de una manera espectacularmente clara, un servicio de comidas cada año mejor que el anterior, y sobre todo, por encima de todas las cosas, la sensación para jugadores, capitanes y familiares de que se encuentran en un torneo profesional, sintiéndose los primeros, los verdaderos protagonistas de una semana de tenis, mucho tenis, con partidos de un nivel excelente.
Pienso que todos, en cada una de nuestras regiones, deberíamos intentar imitar un poco, en la medida de lo que podamos, a este tipo de torneos. El actuar de esta manera hace que las competiciones en nuestro deporte sean todas un poco mejores, algo más profesionales. Da igual la edad de los jugadores, lo que importa es el grado de satisfacción de todos los participantes.
En este caso doy fe de que cada año queremos volver a la 'Yellow Cup', un verdadero torneazo.
Felicidades, no es fácil hacer lo que hacéis, y mucho menos hacerlo tan bien.
Hasta el año que viene !!!!!
José Roses