Nadal se enfrentará al australiano De Miñaur en segunda ronda
Rafael Nadal cerró la cuenta atrás más esperada en el ATP Tour. El español pisó este martes la arcilla del Barcelona Open Banc Sabadell, volviendo a tocar 681 días después la superficie en la que ha construido buena parte de su leyenda. Sobre la cancha que lleva su nombre, en las instalaciones de su club y jaleado por una grada repleta de compatriotas, el mallorquín vivió un día de enorme satisfacción. Volvió a ganar. Pero, por encima de todo, volvió a sonreír sobre una pista de tierra batida.
El antiguo No. 1 mundial derrotó por 6-2, 6-3 al italiano
Flavio Cobolli, tocando la competición en un partido basado en los patrones de
la arcilla. Con margen para construir los puntos y guiar la pelota con su
derecha, el español manejó el baile del encuentro con su orden intacto. En una
primera manga madura, Nadal apartó la incertidumbre para imponer su gran
fortaleza: una capacidad de concentración permanente para buscar el objetivo.
"Siempre es más complicado, especialmente cuando tienes
una edad avanzada. Las cosas se ponen más duras", dijo Nadal sobre su
regreso. "Tengo que atravesar momentos complicados pero, al mismo tiempo,
significa mucho para mí poder estar en el Tour durante unos días, entrenar con
los chicos y quizá competir un poco. Sigo disfrutando del proceso. Me alegra
comenzar con una victoria, sin ninguna duda".
La primera rotura del partido desató un enorme rugido en la
grada, decidida a espolear el espíritu de su jugador más esperado. El balear,
en un día diferente a cualquier otro, empezó a dejar destellos de la
personalidad que lo encumbró a la eternidad deportiva. Una mirada en la
distancia o apenas un puño tímidamente apretado eran suficientes para marcar su
enorme presencia en la pista.
Con el calor de la primavera como escenario, Nadal se dispuso a dibujar un regreso de pura entrega. El español atrapó la primera manga sin pestañear, arrebatando dos turnos de servicio a Cobolli con un hambre impecable. La manera de sellar el parcial, rompiendo el servicio de su rival sin que el margen de hiciera bajar los brazos, fue el mejor indicativo de su voluntad.
Con el marcador a favor y el corazón ya agitado, Nadal
mostró una motivación in crescendo. Poco pareció importarle el desorden al
inicio del segundo parcial, donde se sucedieron tres roturas consecutivas antes
de reconducir la marcha del encuentro. El mallorquín coloreó las pausas entre
puntos con gritos de ánimo, puños apretados como antaño y una capacidad para
sostener la intensidad sobre la pista. Por encima del marcador, la sensación de
manejar el cuerpo a su antojo en busca de la pelota.
En su regreso a la tierra batida, Nadal encontrará una
entrada en calor absoluta. El español disputará la segunda ronda del Barcelona
Open Banc Sabadell ante el No. 11 mundial Alex de Miñaur, uno de los jugadores
más veloces del vestuario y una gran piedra de toque en las faldas del torneo.
El cuarto cabeza de serie australiano, que días atrás apretó las tuercas a
Novak Djokovic en los cuartos de final de Montecarlo, será una prueba de fuego
para los golpes del mallorquín.
¿Sabías Que…?
Rafael Nadal es el jugador más laureado en la historia del
Barcelona Open Banc Sabadell. Con un total de 12 trofeos conquistados (2005-09,
2011-13, 2016-18, 2021), el mallorquín ha protagonizado algunas de las páginas
más especiales de su carrera sobre la arcilla de la Ciudad Condal. Durante la
temporada 2017, la pista central del Real Club Tennis Barcelona-1899 fue
bautizada en su honor como reconocimiento a una trayectoria impecable.