Tendrás uno, o varios adversarios, que te produzcan dolores de cabeza en la pista. Y, entre ellos habrá alguno que siempre esté a la defensiva.
Tú también puedes ser uno que pase muchas bolas al otro
lado. Y eso está bien. Es uno de los estilos que puedas usar.
Hablemos de un jugador defensivo. El típico “metebolas” es
el que siempre está en el fondo de la pista y devuelve todo. No tiene ritmo
alto, ni profundidad, ni ángulos. Pero te hace sufrir mucho.
Corre por todas las bolas y las pasa a tu lado, y nunca se
cansa. Podría quedarse ahí, empujando bolas, durante todo el día. En niveles
más altos puede tener más peso con efecto, más colocación de la bola y más
profundidad, pero la esencia de su plan de juego seguirá siendo igual que antes
– devolver todo.
Esas bolas altas que parece que vienen volando una
eternidad, te hipnotizan. Te quedas ahí, esperando, y no tardas de dejar de
pensar. El contrario te sigue tirando arriba una y otra vez. Parece que te está
probando la paciencia. Ese tipo de juego puede ser muy efectivo contra alguien
que no pueda con ello. Te saca de quicios y te marea en la pista.
Y preguntarás: “¿Qué hago contra ellos?”
La paciencia
Para jugar al tenis contra jugadores defensivos la paciencia es tu mejor amigo. Contra esas bolas que no dejan de volver, contra ese juego que es pesado, repetitivo y lento, y sucede lo mismo una y otra vez, no perder la riendas es lo mejor que puedes hacer. Los “metebolas” son una pared humana. Correrán más que tú, y durarán más que tú. Y si lo permites, tu cabeza ya empezará a irse.
Y prepárate a sufrir. La preparación mental de antemano es
esencial, porque el estilo de jugador defensivo lo primero que ataca es tu
cabeza. Tienes que salir a la pista consciente de que cada peloteo va a durar
mucho. Tendrás que pegar muchas más bolas que normalmente. Y cuando pienses que
hayas hecho un winner, la bola seguirá volviendo alta y profunda, y tendrás que
empezar todo de nuevo. Ya sé… eso te vuelve loco.
Los jugadores defensivos tienen mucha continuidad y
paciencia. La continuidad es una de sus mejores armas. Y eso es difícil de
derrotar. Hasta niveles profesionales, donde se ganan los puntos con golpes
directos, el porcentaje de fallos es lo que decide el rumbo de los partidos.
Metes más bolas – ganas. Y un “metebolas” es eso lo que hace: no fallar. Los
errores no forzados determinan el resultado más que los golpes espectaculares.
Esa es la llave para el juego de defensa… y también contra ello.
El juego defensivo puede ser consistente pero igualmente
esta limitado. Si tienes paciencia y sabes como sacar provecho de ese tipo de
juego, puedes derrocarlo.
Un “metebolas” te gana porque eliges un plan de juego
equivocado. Como vuelven más y más bolas te empiezas a frustrar. Pierdes la
paciencia. Te agarrotas y pones más, demasiado, esfuerzo. Intentas pegar más
fuerte, más profundo, más angulado, y al final efectúas unos golpes impensables
para tu nivel. Pero tu contrincante sigue devolviendo todo hasta que tú cometes
el fallo. O puede que te metas en su juego, lo que también te llevará a una
derrota segura.
Por eso tienes que prepararte bien mentalmente. Buscar toda
la paciencia que puedas encontrar y acostumbrarte a la idea de afrontar
peloteos muy largos.
A continuación tienes unos consejos tácticos para tratar de
superar a jugadores ultradefensivos.
Subir, o atraer al jugador defensivo a la red
Lo que tienes que hacer cuando juegas al tenis contra jugadores defensivos es forzarles a un juego que no es el suyo. Que intente pegar un passing, tirarte un globo, pegar teniendo menos tiempo, decidirse por unos golpes más precisos. Si te quedas en el fondo de la pista les dejas todo el margen para no fallar y ahí se sienten muy cómodos. Haz más estrechas sus metas. Ya verás como empezarán a precipitarse y a ponerse nerviosos.
O si les atraes a volear, que te enseñen como hacen una
entrega, un botepronto, un remate (mejor si hay sol). Sácales de su lugar
cómodo y serán una presa fácil.
Tampoco estoy diciendo que subas a la red en cada punto, o
les tires una bola alta para que entren, no. Elige bien los momentos, y una vez
que tengas oportunidad, aprovéchalo. No les dejes dormirte con su ritmo
monótono en la pista. Rompe el ritmo y da la vuelta al partido.
Pégale a la bola con menos fuerza
El “metebolas” aprovecha tu potencia para bloquear la bola. Cuanto más fuerte le pegues, más fuerte te lo va a devolver. Y el que se cansa, eres tú. Además acelerándote empiezas a cometer más fallos y eso es lo que ellos quieren. Así que ahorra la energía y desde el fondo de la pista abre los ángulos con golpes de ritmo bajo. Haz a tu adversario trabajar más y cuando tengas un tiro claro, no dudes – entra con confianza.
Varía el saque. Saca un segundo en vez de un primero de vez
en cuando. No intentes ganar el partido con aces. Así les forzarás a generar su
propia fuerza, a entrar en la bola, y eso no es su juego. Empezarán a fallar y
acelerarse. Y si empujan la bola, estate ahí, esperando para entrar. Y
aprovecha la oportunidad de subir.
La próxima vez que juegues al tenis contra jugadores defensivos intenta
aplicar algo de aquí a la pista. Tardarás un tiempo para acostumbrarte a esos
cambios. Desarrolla la intuición de lo que tienes que hacer en el momento dado,
y que es lo que funciona mejor para ti. Te sentirás más cómodo teniendo tantas
opciones, armas, para utilizarlos en la pista.