Alcaraz queda con balance de 1-1 en el Grupo John
Newcombe
Carlos Alcaraz ha aterrizado a tiempo en las Nitto ATP Finals, venciendo por 6-3, 7-6(8) a Andrey Rublev para conservar opciones de clasificación en el Grupo John Newcombe.
En un choque entre jugadores
derrotados en la primera jornada, el español supo asumir el escaso margen de
error para dibujar un partido opuesto al del estreno, recuperando la intensidad
que le ha llevado a la cima del circuito. Si volver a semifinales es un primer
objetivo, el murciano dio un paso clave en Turín.
El tercer cabeza de serie afrontó una auténtica prueba de
fuego con todos los focos sobre sus hombros. Tras caer derrotado el lunes con
problemas de respiración, un obstáculo que le obligó a aparcar su entrenamiento
del martes, Alcaraz saltó a la pista obligado a conseguir un resultado
positivo. La presencia de Rublev al otro lado de la cinta, al que ya derrotó en
la última edición del torneo, planteaba un escenario reconocible para el pupilo
de Juan Carlos Ferrero.
"Me he sorprendido a mí mismo", dijo Alcaraz sobre
su actuación. "Por la forma en que he jugado desde la línea de fondo, con
mi servicio,... Me he sentido muy tranquilo. Intenté estar concentrado en mi
juego y en lo que debía hacer. Traté de olvidarme de no sentirme bien y estar
enfermo".
"Cuando entras en pista tienes que olvidarte de todo.
Debes dejar a un lado tus problemas, intentar enfocarte en golpear una buena
derecha, un buen revés y mantener una buena táctica ante tu rival. Creo que lo
he hecho muy bien, me he sorprendido a mí mismo".
El español se aferró a la memoria para atrapar un partido repleto de peligro. Con una tirita sobre la nariz para facilitar la entrada de oxígeno, Alcaraz se lanzó a competir frente a frente con la derecha de Rublev, uno de los golpes más feroces del vestuario. En uno de los duelos más esperados de la fase de grupos, Carlos se fue acoplando a las condiciones de Turín, encadenando los últimos cuatro del primer set como mensaje de autoridad.
La versatilidad en el juego mostró unas sensaciones mejoradas en Alcaraz, capaz de usar sus pícaras dejadas hasta romper la calma de Rublev. En una segunda manga sin roturas y con aroma a ultimátum para Andrey, el español supo esperar su momento para asestar el golpe definitivo al partido en el desempate.
"En los últimos partidos no pude lograr buenas dejadas.
Y me preguntaba '¿qué está pasando'?", dijo Alcaraz. "Mi juego se
basa en usar este tipo de golpear, en disfrutar del partido. Así que lo volví a
intentar hoy. También me he sentido bastante bien corriendo desde la línea de
fondo".
"He tenido muchas opciones en mi mente. Si logro
moverme bien, si corro bien por el fondo de la pista, tengo más opciones. Me
alegra ver que la 'Opción A' de correr y jugar buenos puntos desde la línea de
fondo haya funcionado".
La victoria permite a Alcaraz recuperar el dominio (2-1) en
el historial Lexus ATP Head2Head frente a Rublev, su verdugo esta temporada
camino del trofeo en la tierra batida del Mutua Madrid Open. Las condiciones
cubiertas volvieron a ser un elemento dominado en el cara a cara por el
español, que salió indemne ante un jugador con múltiples coronas indoor en su
palmarés.
Alcaraz afronta la segunda participación de su carrera en las Nitto ATP Finals. El murciano, que en 2023 logró abrirse paso hasta las semifinales, aspira a convertirse en el tercer campeón español en la historia del torneo en modalidad individual, siguiendo los pasos de Manuel Orantes (1976) y Àlex Corretja (1998).
Por su parte, Rublev queda con opciones mermadas para
sobrevivir a la fase de grupos tras encadenar dos derrotas en Turín. El No.
mundial, uno de los jugadores más experimentados con cinco presencias
consecutivas en las Nitto ATP Finals, tiene en las semifinales de 2022 su mejor
actuación personal en el torneo.
La segunda jornada del Grupo John Newcombe quedará
completada este miércoles en la sesión de noche. En un duelo entre jugadores
que debutaron con victoria en el round robin, el dos veces campeón alemán
Alexander Zverev medirá fuerza con el antiguo finalista noruego Casper Ruud.