Michael Russell ha sido elegido Entrenador del Año en los
Premios ATP 2024 tras ayudar a su compatriota Taylor Fritz a pisar nuevos
terrenos en varios frentes esta temporada.
El No. 4 del PIF ATP Rankings disputó su primera final de
Grand Slam en el US Open, alcanzó el partido por el campeonato en las Nitto ATP
Finals, y firmó la posición más alta en el PIF ATP Rankings de un
estadounidense desde que James Blake también terminase como No. 4 en 2006.
Fritz, de 27 años, también levantó esta temporada los títulos ATP 250 de Delray
Beach y Eastbourne.
"Es increíble. Es un honor", dijo Russell a
ATPTour.com. "Me llena de orgullo por haber sido seleccionado por mis
compañeros entrenadores de la ATP. Significa mucho para mí. Todos trabajamos
muy duro bajo el radar. Pasamos muchas horas trabajando para que los jugadores
estén en la mejor posición posible y para maximizar su talento. Así que es
bonito que se nos reconozca. Me siento muy contento y honrado".
Russell, que fue No. 60 del PIF ATP Ranking, comenzó a
trabajar con Fritz a finales de 2021. En 2022, ayudó al estadounidense a
levantar su primer título ATP Masters 1000 y entrar en el Top 10 por primera
vez, y Russell ahora puede reflexionar sobre otra temporada estelar en la que
Fritz acumuló un récord de victorias y derrotas de 53-23.
"Es muy satisfactorio", dijo Russell al ser
preguntado por los logros de Fritz este año. "Siempre tenemos objetivos de
proceso, que no son más que seguir mejorando y haciéndonos más fuertes y
explosivos dentro y fuera de la pista, trabajando en nuestro juego. Cumplir los
objetivos es muy satisfactorio. Conseguir estos grandes resultados y terminar
el año entre los cinco primeros - ser el primer estadounidense que termina el
año en el No. 4 desde James Blake - es fantástico y espero que sigamos
superando los límites. Trataremos de llegar todavía más alto, durante 2025 y
más allá".
Aunque son logros como llegar a la final del US Open los que
acaparan los titulares, Russell considera que el aspecto más importante de su
trabajo es la labor diaria menos 'obvia' que cree que puede ayudar a Fritz a
lograr mayores éxitos.
"Definitivamente estoy más centrado en los objetivos
orientados al proceso y en asegurarme de que Taylor trabaja más en el gimnasio
y más rápido en la pista, y de que se convierte en un jugador más completo en
todos los aspectos", dijo Russell. "Creo que los resultados hablarán
por sí solos y llegarán. En eso me he centrado desde el principio, desde que
empezamos a trabajar juntos a finales de 2021".
"Hemos tenido una sinergia realmente buena, y ha sido
casi un ascenso constante en el ranking desde entonces. Creo que es solo un
testimonio del trabajo continuo que hemos hecho, y él ha seguido
mejorando".
Russell atribuye en parte su ascenso hasta convertirse en entrenador de una estrella del Top 5 a su mujer, Lilly, que creyó que sus experiencias como jugador en el ATP Tour y su excelente Tennis IQ podrían aprovecharse después de que dejara de competir.
"Después de retirarme de jugar en 2015, empecé a
entrenar alto rendimiento aquí en Houston", explicó Russell. "Mi
mujer, que forma parte del equipo de apoyo al jugador y, obviamente, me apoya
mucho, me instó a que me adentrara en el coaching profesional, porque tenía
mucha experiencia, ¡casi 'un pHd' en tenis!".
"Fue entonces cuando empecé a trabajar con el
desarrollo de jugadores de la USTA, y fue entonces cuando empecé a trabajar con
Taylor, unas pocas semanas al año. Teníamos muy buena sinergia y comunicación.
Así que cuando Taylor tuvo la oportunidad de buscar un entrenador a tiempo
completo, me pareció natural asumir ese papel, y desde entonces hemos formado
un buen equipo”.
Aunque Russell lleva tres temporadas ayudando a Fritz a alcanzar nuevas alturas, cree que la de 2024 fue importante para su pupilo en cuanto a familiarizarse con formar parte de algunas de las grandes ocasiones del tenis. Para Russell, esas experiencias novedosas también le dieron la oportunidad de aprender como entrenador.
"Creo que es importante que el jugador siga creyendo en
sí mismo cuando se encuentre en los grandes escenarios, y Taylor lo está
consiguiendo", afirmó. "Tuvo una batalla muy sentida en las
semifinales del US Open, y fue una especie de cambio rápido para la final,
pasando del partido nocturno a jugar el partido diurno el domingo. Eso es
complicado, y es una especie de experiencia de aprendizaje para intentar
recuperarse lo antes posible, como hicimos".
"Pero creo que lo más importante es que, por el mero
hecho de vivir esas experiencias, el jugador tiene más confianza en sí mismo,
no tiene dudas. Es la seguridad de pertenecer a un equipo y saber mantener la
calma, el aplomo y la confianza en esas situaciones. Mi trabajo consiste en
asegurarme de que el jugador se sienta así y de que esté preparado estratégica,
táctica y físicamente para esos partidos".