Desde el punto de vista de la formación de sus hijos en la escuela de tenis los padres deberían:
Dejar en manos de profesionales la formación tenística de
sus hijos: Es lógico, pues cuando en casa se rompe una tubería llamamos a un
fontanero que sea un profesional, al igual ocurre con la enseñanza o entrenamiento
del tenis que debe ir avalado por profesionales, porque además la diferencia es
que los fontaneros trabajan con tuberías y si se rompen no ocurre nada, pero
que pasaría si se “rompe “la formación de sus hijos.
Interesarse por la progresión del aprendizaje de sus hijos
en la escuela, preguntando al profesor por el desarrollo de sus hijos en la
escuela, intentando hacer esto siempre en pequeñas reuniones previamente
concedidas por el profesor e intentando que el niño no esté delante.
Animar y ayudar a sus hijos, en todo momento, intentando que
no se produzcan ninguna comparación entre otros alumnos, siendo siempre el
objetivo el alumno en cuestión. Y colocando metas siempre alcanzables para no
producir ningún tipo de frustración en nuestro hijo. Intentando que sea siempre
el superarse a uno mismo una de las metas más importantes (Cervelló,1996)
Comentar con los técnicos cualquier aspecto de la escuela
pueda mejorar a nivel de horarios, realización de grupos, etc.
Intentar hacerle ver a los niños que se debe disfrutar con
la práctica del tenis, pues es un deporte que les proporcionará positivas
experiencias durante su práctica, ya sea durante la enseñanza o durante la
competición.
Jugar con sus hijos pero sin dar correcciones
técnico-tácticas (RPT, 2008), pues en más de una ocasión hemos visto a padres
con los niños en la pista actuando de profesores, sin tener la más remota idea
de la enseñanza de un deporte tan complejo como es el tenis, y encima
regañándoles, claro está esto tiene la excepción de que un padre puede ser a la
vez técnico, y conocer el deporte en sí.
Remarcar la importancia de que para conseguir un logro hace
falta un esfuerzo diario, y que durante las clases deberán tener una actitud
positiva hacia la tarea y un comportamiento ejemplar (COE,1993)
Desde el punto de vista de la competición:
No dar mucha importancia al resultado y si al esfuerzo o a
la mejora (Cervello, 1996): Si damos prioridad en la formación del niño al
ganar, casi con toda seguridad esto evolucionará en un abandono del deporte
cuando el niño no gane partidos, por dicha razón deberemos priorizar y premiar
esfuerzo ante la obtención de buenos resultados.
Acompañar a los partidos a sus hijos como mero espectador,
sin dar instrucciones técnico-tácticas sobre los partidos, porque para eso
están los técnicos que son los que trabajan a diario con sus hijos.
No obligar a los niños a jugar al tenis, ni a competir. Debe
ser una iniciativa suya y tendremos que detectar si los niños disfrutan de la
competición por el mero hecho de competir o simplemente compiten por conseguir
alguna motivación extrínseca como pueden ser premios, material deportivo, etc.
Inculcar a los niños la autosuperación y no la superación a
los demás, pues siempre existirá alguien mejor que tú, pero en cambio un niño
podrá siempre mejorar su nivel pues nunca podrá llegar a la perfección, pero si
podrá mejorar.
Dejar a criterio del técnico la inscripción a torneos y
campeonatos, y ayudar al técnico en la inscripción, transporte de los niños al
campeonato.
Hacerle ver a los niños que no todos serán tenistas de élite
como Nadal, Federer, etc., pues es un error iniciar a los niños en un deporte
diciéndoles que pueden llegar a ser una estrella, pues ellos pueden confundir
el placer que les proporciona hacer deporte con llegar a ser algún día una
estrella del tenis.
Y, padres ¡no lo olviden! el tenis no se puede separar de la
vida cotidiana, por eso tiene un papel educador, desde todos los puntos de
vista, a nivel competitivo relacionado con el esfuerzo, el saber perder, el
saber ganar, el dar la última gota de sudor en un partido, el respetar unas
reglas de juego, cuidar el material, a nivel social relacionado con la
puntualidad, la seriedad, el saber distribuir los horarios para las diversas
ocupaciones que los niños tienen actualmente, que son muchas, saber competir y
relacionarse con los compañeros siendo el respeto uno de los principales
valores y por último a nivel de salud adquirir unos hábitos como son realizar
el calentamiento de forma correcta, realizar los estiramientos de forma
adecuada, aprender un correcto aseado antes, durante y después de la
competición, adquirir una forma equilibrada de alimentación y por último
aprender un adecuado uso del material deportivo (raquetas, zapatillas, ropa
deportiva, etc.)
Para terminar desde aquí enviamos un mensaje a todos los
padres de los niños que practican el deporte del tenis para que se conciencien
de que su papel en el maravilloso mundo del tenis es igual o más importante que
el papel de los técnicos que trabajan con sus hijos, siendo una ayuda
constante, pues en la formación tenística existe un triángulo que está formado por:jugador,
entrenador y padres.