Embajador del Casino Admiral Trophy,
un ATP Challenger en Marbella, el tenista podría alcanzar esta semana, a sus 32
años, su mejor ‘ranking’ de siempre
PEDRO LUIS
ALONSO Diario SUR
Marbella es
ciudad de tenis. En los últimos años se ha podido ver allí un torneo del
circuito WTA femenino, dos eliminatorias de la Copa Davis y se ha consolidado
una prueba de veteranos. Ahora es el turno del Casino Admiral Trophy, un ATP
Challenger que supone la prueba masculina de más categoría en la provincia de
Málaga en muchos años. Adrián Menéndez (115.º del ‘ranking’ ATP la pasada
semana), el tenista local más destacado, es su embajador y uno de los
organizadores. Además, competirá en el mismo coincidiendo con sus mejores meses
en su trayectoria profesional.
– ¿De dónde surge la iniciativa de
organizar un Challenger en Marbella, el Casino Admiral Trophy?
–Parte de
Ronnie Leitgeb, que fue el entrenador y manager del ex número uno del mundo
Thomas Muster. También montó una empresa de organización de eventos deportivos.
Lleva muchos años viniendo con muchos jugadores suyos (también ha dirigido a
Jurgen Melzer) a Marbella a entrenarse, se enamoró de la ciudad y se ha mudado
allí, donde tiene su segunda residencia. Por eso ha decidido establecer aquí un
torneo.
– ¿Qué misión le corresponde como
embajador?
–Si bien es
cierto que me han nombrado embajador, estoy trabajando mano a mano con el
director del torneo y me estoy involucrando mucho. Es un proyecto muy atractivo
para Marbella y todo el tenis andaluz. Hemos podido firmar por tres años con la
ATP. Sólo otro torneo más (el de San Luis Potosí, en México) tiene ese
privilegio de jugar siempre en Semana Santa, independientemente de cuando caiga
en el calendario. Así, habrá años que sea en marzo y otros en abril. Creemos
que eso es muy atractivo, ya que puede acercarlo a gente de vacaciones en esas
fechas en la Costa del Sol. Además, coincide con el comienzo de los torneos de
tierra batida en Europa y sirve para preparar también Roland Garros. Por eso
nuestra lista de entrada de jugadores es muy interesante para ser un Challenger
de primer año.«Es un proyecto muy atractivo para Marbella y todo el tenis
andaluz.
SOBRE EL
CASINO ADMIRAL TROPHY
–Entiendo que tendrán un cuadro final
de 32, ¿verdad?
–Sí, como en
cualquier otro Challenger, con otra previa de 32 que se jugará del 24 al 26, y
una fase final que comenzará a jugarse el Lunes Santo hasta el Sábado Santo,
cuando se dispute la final a las cinco de la tarde. Vamos a disponer de tres
pistas en Puente Romano, dos y la central. Desde octavos de final la idea es
jugar sólo en dos de ellas. Los jugadores tendrán acceso a pistas de otros
clubes para entrenarse.
– ¿Va a ser la primera vez que
compita en su tierra?
–No será
nuevo, porque ya estuve en el Challenger de 2012, pero entonces estuvo
organizado por un promotor extranjero. Ahora tenemos un director austriaco que
reside en la Costa del Sol, y todo el equipo de la organización es local. Es
muy importante que sea gente de la casa para que esto perdure, que sea un
torneo fijo. Por eso el torneo de 2012 no se repitió.
–Está cerca
de su mejor ‘ranking’ de siempre, el 111.º del verano de 2015 (ahora es 115.º).
¿Cree que lo podrá conseguir?
–Sí. Es más,
puede que esta semana salga con el mejor ‘ranking’. Habrá que esperar (el
cálculo es complejo y depende de una serie de puntos que se defienden de la
campaña anterior en función de los resultados por torneos), pero creo que sí.
Estoy en un momento dulce, jugando a un gran nivel. Mi juego ha madurado mucho
y es más consistente. Creo que lo he demostrado este año jugando partidos
contra los mejores, contra ‘top 50’ o teniendo casi ganado a un 25.º del mundo
como Mannarino. Espero seguir haciendo las cosas como hasta ahora.«Empecé a
competir más tarde de lo normal, así que es lógico que mi plenitud física y
mental llegue después»
– ¿Cuál es la clave del cambio en los
últimos tiempos? ¿Es mental o puramente tenística?
–El circuito
profesional en la ATP es muy largo, con muchos torneos. Hay jugadores a los que
les cuesta mantener una continuidad. Yo llegaba a tener en algunos años
momentos muy buenos en la temporada, pero no muchos meses seguidos. Ahora sí
soy capaz y lo refleja el ‘ranking’. Ese salto de nivel es la suma de muchas
cosas, también lo mental y lo físico. A ese nivel pequeños detalles marcan
diferencias.
– ¿Han cambiado cosas en los últimos
tiempos en sus métodos de trabajo?
–No. Tengo
alrededor un equipo técnico muy bueno, que me da mucha tranquilidad. Un
entrenador en casa (Eric Scherer) y un fisioterapeuta (Daniel García) que puede
viajar en parte del circuito, pero no todo, y la verdad es que eso es un plus.
Son muchos partidos, y el cuerpo hay que cuidarlo. Marca la diferencia.«España
es una gran potencia y a jugadores como yo nos lo pone más difícil, faltan
ayudas»
–Usted pasa muy pocas semanas del año
en Marbella...
–Poquitas.
Viajamos bastante y a veces hay que decidir si merece la pena volver. Ahora,
tras Indian Wells, he decidido quedarme una semana en Miami, para evitar de
nuevo el cambio horario, el ‘jet lag’. En Marbella en tierra batida me entreno
en Puente Romano siempre, y luego en rápida varío entre Puente Romano, El
Mirador o Tennis Brothers, que queda a un paso de casa. Voy jugando con los
‘sparring’. En Marbella tenemos muchos rusos que vienen a entrenarse aquí y
quedo con ellos.
–Lo extraño
es que todo esto le llega a los 32 años. Cuando ganó el pasado verano su primer
partido en un Grand Slam, en el US Open, tenía 31 y habían quedado en el camino
18 fases previas seguidas sin alcanzar la fase final del Grand Slam. Su mejor
semana en el circuito ATP fue hace poco en Long Island al plantarse en cuartos
de final del ATP 250 de Nueva York... Deberá reconocer que su carrera está
siendo atípica...
–Yo digo que
ahora va a ser lo más normal, y lo están demostrando jugadores como el número
1, Federer. Está físicamente en su plenitud. Y Rafa Nadal tiene un año menos
que yo solamente... La preparación física ha mejorado mucho y el cuidado de los
deportistas. Vamos a ver jugadores jóvenes muy buenos, como la futura Next Gen,
pero va a costar ir retirando a otros. Yo empecé a competir más tarde de lo
normal en el circuito profesional, con 19 años, al terminar mis estudios, mi
doble selectividad (estuvo en el Colegio Alemán Juan Hoffmann). Era muy tarde y
es normal que mi plenitud física y mental llegue después.
– ¿Se arrepiente de algún error en
algún momento de su carrera?
–No.
Simplemente que crecí en una localidad en la que el tenis de competición no
existe, es puramente recreativo. Puedo decir que fue un milagro. Yo no tuve ni
los entrenadores ni expertos alrededor cuando fui joven para llevarme en una
dirección profesional como pasa ahora con los de la Next Gen, que cuentan con
los mejores técnicos, preparadores físicos, psicólogos, ‘coachers’.... Fue
difícil al no tener acceso a todas esas ventajas.«He apostado fuerte por
torneos grandes, y he ido a las fases de clasificación de torneos ATP»
– ¿Siente que no haber sido ‘top 100’
le ha impedido ser más conocido para el público en general?
–He apostado
fuerte al comienzo de temporada al jugar torneos grandes. He ido a las ‘qualys’
(fases de clasificación) de los ATP y logré los cuartos de final en el de Nueva
York, algo que nunca había alcanzado. Esta última semana estuve en la ‘qualy’
de un Master 1.000 (Indian Wells). Ahí es donde están los puntos y donde debo estar
compitiendo. Creo que ganar el primer partido en un Grand Slam (en 2017 en
Flushing Meadows) fue como cumplir un sueño. Luego, disputar la segunda ronda
ante un jugador como Del Potro, excampeón de un US Open, en una pista tan
grande, te hace situarte. Te hace pensar: «¿Por qué no puedo jugar aquí? Si
estoy aquí es porque tengo un nivel...»Eso te da una confianza muy grande. Lo
estoy demostrando esta temporada.
– ¿Le aporta beneficios económicos el
tenis o apenas es posible con tantos viajes?
–Es difícil.
Lo ideal sería tener apoyos externos. Soy la décima raqueta española, pero en
cualquier otro país seguramente podría estar entre los elegidos para jugar la
Copa Davis. De hecho, si vemos el equipo de Gran Bretaña ante España en
Marbella el número uno era de mi ‘ranking’ y el dos peor que yo. España es una
gran potencia y a jugadores como yo nos lo pone más complicado, porque faltan
ayudas. Lo que está claro es que si estás más arriba el circuito te lo
agradece.
– ¿Qué consejo le daría a Alejandro
Davidovich cara a terminar de dar el salto a la élite?
–Creo que lo
importante es que no se salga de su línea. Su progresión es excelente. Ganar un
título júnior de un Grand Slam marca mucho una carrera. Debe seguir confiando
en su equipo de trabajo, que lo está haciendo muy bien. No debe tener ansia de
llegar arriba. Hay muchos años, la carrera de un tenista es cada vez más larga
y el nivel hay que consolidarlo. No es tan bueno llegar tan rápido. Hay que
hacer una buena preparación física de joven. Seguro que no muy tarde lo veremos
compitiendo con los mejores del mundo.
– ¿Qué opina de los cambios en la
Copa Davis?
–Quizás no
sea el más indicado al no haber podido jugarla. Escucho a muchos compañeros
decir que la temporada se les hace larga y cansada, y con viajes lejanos para
este torneo. Desde fuera (el nuevo formato, concentrado en una semana) me
parece que puede ser atractivo, más parecido a otros deportes, pero se puede
perder el aliciente de jugar eliminatorias en casa, algo que también es bonito.