De promesa a
mito viviente del tenis mundial, todo ello en 15 años mágicos para Rafa Nadal
que un 12 de abril de 2003 conquistaba su primer título en el ATP Challenger de
Barletta. Era la antesala de todo lo que estaba por venir en una carrera que
está más viva que nunca, comandando el ránking ATP y enfilando nuevamente una
temporada de tierra donde es el máximo favorito.
Pero el
cuento de hadas de Nadal con el tenis tuvo un principio, como muchos otros, en
el circuito Challenger, antesala de los grandes torneos de la ATP, donde un
adolescente manacorí se convertía en el séptimo jugador más joven de la
historia en alzarse con un título de esta categoría con 16 años y nueve meses.
Como no podía ser de otra manera, lo hizo en tierra batida, y ese mismo año
repetiría en Segovia, esta vez sobre pista dura.
Además, en
2003, Nadal participó por primera vez en un torneo ATP, entrando en el cuadro
principal del Masters 1.000 de Montecarlo tras superar la previa y alcanzar la
tercera ronda contra todo pronóstico. Una antesala de lo que estaría por venir
en el principado monegasco, con sus diez títulos hasta la fecha. En aquella
ocasión Guillermo Coria le apeó de cotas mayores, en un año donde acabó
perdiendo al final ante Juan Carlos Ferrero.
"Los
Challenger son grandes torneos también y es importante dar este paso antes del
circuito de la ATP” explicaba el propio Nadal en declaraciones a la página web
de la ATP, "todo era nuevo para mí en ese momento. Y luego en Montecarlo
fue el primer gran torneo que jugué. Empecé a jugar Challengers en esa época y
gané el título en Barletta. Así que tuve mucha confianza”.
El actual
número uno mundial superó a otro español en su primera final Challenger, Albert
Portas (6-2y 7-6(2)), en el Open Citta Della Disfida, un torneo que a buen
seguro tiene un lugar privilegiado en el corazón del balear. Para su primer
título ATP hubo que esperar poco más, ya que en 2004, en la ciudad polaca de
Sopot, y nuevamente sobre tierra batida, levantó el trofeo que inicia su cuenta
de 75 ganados a los largo de su carrera, entre ellos 16 Grand Slams. Un año
siguiente llegaría el primer Roland Garros y el huracán Nadal se mantendría
imparable hasta la fecha, donde es considerado uno de los mejores de la
historia, y sin lugar a dudas, el mejor sobre tierra batida.