Todo el personal de Mutua Madrid Open que él Manolo Santana dirige, le ha brindado en el estadio que lleva su nombre de la Caja Mágica, una fiesta sorpresa que llevaban, claro, varios días preparando. El tiempo acompañó y bajo un sol radiante Manolo entró caminando entre una fila de chavales recogepelotas, su primera labor dentro del tenis mientras el resto del 'staff' (jueces de línea, recogepelotas, voluntarios...) formaba al otro lado de la red. Gerard Tsobanian, consejero delegado del Mutua Madrid Open, y Feliciano López, director adjunto, le alzaron en hombros entre aplausos mientras por megafonía sonaba el Cumpleaños Feliz y por los videomarcadores se recordaban momentos de su carrera y tenistas como Rafael Nadal, Garbiñe
Muguruza o Juan Martín del Potro le hacían llegar sus felicitaciones.Es difícil resumir lo que ha sido y es Santana para el tenis español y mundial. Difícil, por su volumen. Como tenista consiguió que un país que no sabía si la bola era "redonda o cuadrada", según sus propias palabras, se llenara de pistas y raquetas. También, que en el mundo del tenis se reparara en la existencia de un país que los primeros años 60 del siglo pasado parecía una reliquia del siglo XVII incrustado en la Europa que miraba al futuro, y del que no se tenían noticias de tenistas desde los tiempos de Lilí Álvarez y
Manuel Alonso, casi cuarenta años antes. Manolo Santana sacó el tenis de los clubes, se lo entregó a la gente, como él -recogepelotas del Club Velázquez de Madrid, de familia más que modesta- y lo hizo crecer y, a su vera, todo el deporte. Porque recordemos que Manolo Santana fue uno de los rostros de la campaña Contamos Contigo, con la que Juan Antonio Samaranch intentó que España se pusiera a hacer deporte y, también, que hubiera alguna instalación más en la raquítica infraestructura entonces disponible.
