Todos los clubes de tenis que conozco cuentan entre su cartera de servicios la de Escuela de tenis. Aunque también en muchos se ofrece el servicio de la escuela de adultos, hoy me gustaría hablar de las escuelas de tenis de base.
Este tipo de escuela, además de ser uno de los pilares
fundamentales para la supervivencia futura de un club de tenis, es, en el
presente, uno de los servicios que más ingresos genera para los clubes, al
menos en los que podríamos denominar clubes pequeños que no cuentan con gran cantidad
de socios.
A estas escuelas de tenis asisten los niños y niñas
seducidos e influenciados por personajes tan mediáticos como Rafa Nadal y/o
Garbiñe Muguruza, como antes lo fueron los Sánchez-Vicario, Conchitas Martínez,
Moyás y/o los Farreros por citar algunos.
Dos o tres días a la semana, se entremezclan los niños/as
que sólo quieren pasar el rato y hacer algo de deporte, con aquellos que ya sea
por su facilidad y, sobre todo, por su actitud, desean jugar lo mejor posible y
ganar el máximo número de partidos posibles. También existen aquellos, que
transcurridos unos meses aún no tienen claro si el tenis les gusta o no.
Aunque pocos, también hay niños/as que asisten obligados por
sus padres que creen o quieren creer que tienen al sucesor de Nadal en casa.
Son los que denomino, padres sin cultura deportiva.
Además de los beneficios de la práctica deportiva, una
escuela de tenis ofrece también a estos niños/as un lugar donde conocer valores
como la amistad, el compañerismo o, el afán de superación entre otros. ¿Cuántos
amigos lo son por haberse conocido en el club de tenis?
Los entrenadores pieza clave
Los entrenadores son el elemento clave de las Escuelas. Sin
ellos, su existencia, obviamente sería imposible. Ser entrenador es un trabajo
vocacional. Desde aquí quiero felicitarlos por la labor que, en general vienen
realizando desde hace años y que yo califico de excepcional. Sin ellos, no
hubiera sido posible la irrupción en el circuito profesional de tantos y tantos
tenistas. Hay que ser conscientes que todos; los Vicario, Conchitas, Ferrero,
Ferrer, Nadal, etc., han surgido de las escuelas de base y que nuestro país
sigue siendo el que más jugadores aporta a los circuitos ITF, ATP y WTA.
Más allá de formar jugadores, creo que las Escuelas y sus
entrenadores tienen que fidelizar. Solo unos pocos jugadores pueden llegar a
ser profesionales. Es un camino muy duro y no todos tienen capacidades para
ello. Por este motivo, pienso que el objetivo de los clubes y los entrenadores
es conseguir que los alumnos se aficionen de tal forma al tenis que éste, sea
el deporte practicado durante toda la vida. Conozco muchos casos en los que un
alumno/a deja la Escuela de tenis a los 16/17 años y no vuelve a coger una
raqueta en la vida.
El reto de cualquier club y/o entrenador es conseguir que,
aunque, los jóvenes ya no acudan a la escuela debido fundamentalmente por
estudios, éstos no abandonen ni el tenis, ni el deporte en general y que ya
tengan 30, 40 o 50 años, éstos continúen teniendo la afición y la pasión por
este maravilloso deporte.