La adrenalina que se descarga en una sola sesión hace
de esta práctica una de las más recomendables para aquellos amantes de la
actividad física regular.
Eso no significa que sea tarde para probarlo: no importa si
lo practicamos desde hace muchos años o si hemos comenzado en la etapa adulta,
porque los beneficios realmente son los mismos.
Según un estudio elaborado por la Universidad Miguel
Hernández, a nivel psicológico, el tenis disminuye el estrés y la ansiedad,
aumenta notablemente la tolerancia al esfuerzo e incrementa la autoestima de
una manera asombrosa. ¡Todos nos vemos más atractivos cuando estamos en forma!
Y es que a nivel físico, también se asocia con una estructura
ósea mucho más sana, aumenta el volumen de sangre, controla y hace que
disminuya la presión arterial, incrementa el volumen sistólico, y además reduce
los niveles plasmáticos de colesterol en sangre.
De hecho, la Federación Española de Tenis (RFET), establece
unas pautas para ejercitarse basándose en las recomendaciones de la American
Heart Association. Estas indican los
beneficios de practicar ejercicio aeróbico intenso al menos tres veces por
semana, durante 20 minutos.
Un menor porcentaje de tejido adiposo, perfiles lidípidos
más favorables y un mejor estado físico aeróbico son los principales beneficios
asociados al tenis, según ambas asociaciones. Es un deporte muy funcional, que
fortalece tanto las articulaciones inferiores como las superiores, ya que
usamos ambas al correr o al manejar las raquetas.
Las frecuencias cardíacas en un partido individual oscilan
entre el 70 y el 90% de la frecuencia cardíaca máxima, y el consumo de oxígeno
entre el 50 y el 80% del máximo normal. Así pues, a partir de los 65 es
recomendable el juego partidos de dobles, ya que la carga es menor pero las mejoras son
prácticamente iguales.
Al ser un deporte para el que se requiere cierto esfuerzo es
necesario, eso sí, hacerse un chequeo cada cierto tiempo para comprobar que
todo marcha correctamente. El tenis es una disciplina en la que los músculos
tienden a cargarse y que suele dejar a la gente agotada: ir sobre seguro para
evitar problemas es lo más sensato que podemos hacer.