Algunos jugadores que no tienen mucha habilidad atlética o
coordinación física a menudo derrotan a jugadores con mejores golpes y mayor
capacidad atlética. La respuesta cae en su aptitud mental.
Algunos jugadores le
tienen mucho miedo a la pelota. Uno los oye decir: “pegale a la pelota” o “mirá
la pelota”. Estas frases son excusas del problema. El miedo de golpear la
pelota cuando la oportunidad se presenta está basado en el miedo de perder o
errar el golpe. La seguridad proviene de relajar, de moverse adecuadamente,
golpear sólidamente y esto es lo esencial para ganar en el tenis.
Cuando el
miedo ha sido superado, entonces, la calidad y solidez del golpe
automáticamente mejorará.
Una manera de ganar confianza y de golpear la pelota sin
miedo es pensar solamente en la pelota, no en el rival ni en el score. La
pelota es un objeto totalmente impersonal y no lo conoce a uno. Golpear la
pelota de lleno, por afuera para conseguir mejor ángulo, por la parte de abajo
para impartirle backspin y que la pelota no se levante. Golpear la pelota en
una parte específica de la cancha para molestar a su rival. Una vez que la
pelota pasó sobre la red, el problema cambia hacia su rival. Él ahora tiene que
hacer un buen tiro y evitar el error. En pocas palabras, cada vez que uno se
concentra en la pelota, uno deja al rival preocupado porque siempre la pelota
va a volver. Otro aspecto psicológico para tener éxito en la cancha es el
temperamento y la correcta aptitud mental. No pierda la concentración cuando
piensa que hubo un fallo equivocado. Tampoco cuando su rival tiene algunos
tantos de suerte, o golpea en la red y hace un tanto ganador. Si Ud. no puede
controlar sus emociones, va a perder. Acuérdese que los tiros de suerte
normalmente son para ambos lados y por partes iguales. Espere y también tendrá
algunos de esos tiros.
Si el rival comienza con cosas raras y Ud. está a punto de
estallar, tome una pausa, respire profundo y pare de pensar en el rival,
enfoque toda la atención en la pelota. Trate de llegar a ser impersonal, juegue
la pelota, no al rival. Golpee la pelota y todo lo demás saldrá bien. No deje
que el viento, sol o sombras le molesten. Uno cambia lados cada impar. Su rival
tendrá lo mismo que le toca a usted.
Deje que el rival se preocupe por eso.
Ponga toda la energía en la concentración, determinación y deseos. Se supone
que uno debe encontrar placer jugando.
Comience siempre con un plan de acción. Si sabe que el rival
juega de base, su plan de acción deberá ser, jugar profundo y golpear la pelota
con un buen margen de seguridad en pasar la red. Contra un rival voleador,
tiros cortos y angulosos para forzarlo a volear hacia arriba y un globo
ocasionalmente para sacarlo de la red. Durante el juego no hay tiempo de pensar
en todos los componentes de cada golpe.
Otro problema psicológico es el complejo de salir segundo.
En la mayoría de los casos, los rivales son iguales y cada uno tiene suficiente
habilidad para ganar. ¿Por qué un jugador sale segundo, casi está por ganar,
pero no gana?
Esto envuelve la habilidad de pensar claramente, cuando el
jugador está bajo presión. Es la capacidad de hacer que la energía trabaje a
favor suyo y no en contra de uno.
Sobre todo, la confianza de jugar agresivamente sin
preocuparle lo que el rival hace, es de suma importancia, no pensar que el
rival le va a dar el partido.
Cuando comienza la tensión, tranquilícese. No hay razón para
sucumbir a los nervios. Con un buen pensamiento y control, los nervios pueden
ser superados o se puede lograr que trabajen por uno. En una situación tensa, no
se apresure con los tiros. Resista la tentación de apurar el juego, hasta no
haber superado la tensión. Muchas veces se presenta la fatiga, las piernas y el
cuerpo están cansados y los hombros se endurecen. La tendencia natural es de
realizar un mayor esfuerzo en pegarle a la pelota. Esto lleva a lo siguiente:
pérdida del ritmo de conjunto, es decir, errar cada pelota que nos toca
ejecutar. El secreto cuando uno está cansado, es golpear la pelota con
relajación y menos fuerza, y jugar sin descontrolarse. Más relajación, menos
fuerza y más control. El tenis ganador es una combinación de una condición
física y mental. Si uno pierde control de la parte mental, toda su habilidad
física y condicionamiento no serán suficientes para ser un ganador.
Aprenda a ser un jugador mental y mantenga la mente clara en
cada uno de los tiros.
El credo de un jugador exitoso es:
SI TENGO QUE HACER CIERTO GOLPE
CIERRO MI MENTE AL PENSAMIENTO DE PERDERLO.
NO VOY A GANAR SI EN UN MOMENTO PIENSO EN PERDERLO.