Observa tus pensamientos y podrás responder a esta pregunta
que es realmente importante desde el punto de vista de la psicología del tenis.
En pista, todos luchan con bravura y corren intensamente.
La fuerza de voluntad y las ganas de jugar aportan energía para ello, pero eso
no siempre te hace ganar. La energía puede conducirte hacia cualquiera de los
dos extremos: bien dirigida conduce al éxito, de lo contrario profundiza la
derrota.
¿Hacia dónde orientas tus esfuerzos?… algunos buscan lograr
la victoria y otros buscan evitar la derrota. Los primeros se sienten seguros y
elevan su desempeño, por el contrario, los segundos pierden debido al
nerviosismo.
Querer ganar y querer evitar la derrota parecen dos posturas
idénticas, pero conducen a resultados diferentes. Por ello, es importante saber
identificar cuál de ambas es la que prevalece en un determinado jugador. Esto
se logra observando lo contenidos del propio pensamiento.
Cuando evitamos el fracaso, nuestra mente está tomada por el
NO:
“No puede ser… No puedo fallar… No me van a ganar…
No voy a perder… No debo perder.”
Tales pensamientos suelen asociarse con recriminaciones y
recuerdos negativos del pasado:
“No voy a caer en lo mismo nuevamente…
No desperdiciaré esta oportunidad otra vez… ”
Y también surgen pensamientos referentes a las consecuencias
negativas del posible fracaso:
“Si me ganan, voy a decepcionar a mi entrenador…
Si pierdo, ocurrirá lo otro…”
Alguien que está buscando el éxito tiene otro tipo de
pensamientos y la mayoría son operativos, porque dicen qué hacer para ganar
pero no se refieren al resultado en sí mismo:
“Calmado… Pendiente de mi revés… moviéndome más rápido.
Mira bien la pelota… Pendiente de colocar la muñeca de tal
forma.
Mando dos por la derecha y una por el centro.”
Una menor parte de sus pensamientos se refieren al hecho de
que va a ganar, estos auto-inducen confianza y motivación:
¡Si puedo!… ¡Voy bien!… ¡Voy a ganar!…
¡Vamos!… ¡Ponle ganas!…
Otro aspecto importante son las creencias y las emociones.
Aquel que desea evitar el fracaso “cree que va a perder”, siente rechazo,
miedo, rabia e impotencia, tanto hacia el próximo fracaso como hacia sus
consecuencias, y se resiste diciendo NO, NO y NO… Pero se olvida de pensar en
lo que debe hacer para evitarlo.
El tenista que se orienta hacia el éxito, es diferente. Este
cree que puede ganar, pero no piensa mucho en el resultado que va a obtener. Su
mente se concentra en las acciones que debe hacer para lograrlo. Durante sus
mejores momentos, se concentra solo en esto y siente placer disfrutando el
juego.
Si te orientas hacia el éxito, ganarás muchos más partidos.
Luchar para evitar el fracaso es invertir la energía en contra de uno mismo. Si
conoces a alguien que podría beneficiarse leyendo este artículo, hazlo llegar a
sus manos.