El ecosistema del tenis. La importancia del tenis base a nivel aficionado por Sergio Gómez-Barrio
Con este artículo me gustaría reforzar una opinión sobre el tenis en España. Podríamos decir que me dirijo tanto al tenis femenino como al masculino, a los que sabéis mucho, como a los que no sabéis tanto…
Hace 2-3 años que escribí un artículo al que llamé “el ecosistema del tenis”. Trata de una filosofía basada en un equilibrio como la propia palabra dice, donde explico cómo y por qué ocurren las cosas en nuestro tenis y como podrían ser más sostenibles con el tiempo. Es la forma de ver el tenis de alguien que lleva toda la vida trabajando en él, desde varios ángulos: primero empecé siendo jugador profesional, después pasé a ser entrenador, para acabar dirigiendo un club durante más de 20 años.
Los clubes son sin duda la base del ecosistema del tenis, y ahora más que nunca es muy importante que todos seamos conscientes de eso, en definitiva, para que puedan sobrevivir y a la vez poder seguir poniendo su granito de arena dentro de este mundo maravilloso que es el tenis. Empezaré recordando aquel artículo para después continuarlo con mi pensamiento actual.
¡Allá vamos!
Creo que el tenis español está a punto de despertar. Me
refiero a que el mundo del tenis español ya se está dando cuenta de que sin la
base, sin la parte social del aficionado, no es nada.
¿Qué quiero decir con esto?
Todos hemos visto como en nuestro país el número de practicantes en general ha ido disminuyendo durante los últimos 40 años. Esto lo dicen las estadísticas de números de licencias, pero sobretodo, y mucho más fiable, la estadística de la de venta de raquetas y otra más personal… lo que dicen los pájaros que están en los árboles de al lado de todas las pistas de clubes de tenis en España.
Es casi como que únicamente lo practiquen los niños que están dentro de la escuela de base, sumados a los que ya se dedican más en serio, o sea, los «semi» o profesionales; pero incluso estos últimos ya se llevan quejando unos años de su decadencia. Hay una preocupación general de que Nadal se está haciendo mayor y no parece que nuestra camada de jóvenes talentos vaya a igualar a nuestra saga anterior de campeones.
También hemos podido comprobar que «no cuadra» del todo el hecho de tener grandes tenistas con el hecho de que haya más aficionados que jueguen al tenis. Parece que ver a nuestros campeones jugar en los grandes torneos televisados no es suficiente.
Salen muchas teorías al respecto. Se habla mucho de que las Federaciones no han hecho bien su trabajo, se habla de que el pádel ha hecho mucho daño, de que el tenis no es un deporte muy social y que además es muy difícil, de que la sociedad está en crisis o de que hace menos deporte, etc. Hemos estado mucho tiempo hablando de eso, incluso hace unos pocos años hemos tenido que escuchar a personalidades como Emilio Sánchez Vicario y Antonio Martínez Cascales decia que el tenis español lo ha hecho muy bien en alta competición pero que se tiene que “poner las pilas” a nivel base-aficionado, ya que en ese sentido apenas se ha hecho nada.
Últimamente hemos visto iniciativas creadas dentro del mundo del tenis por parte de diferentes asociaciones, clubes, entrenadores, directores deportivos y federaciones, pero no estoy seguro de que aún hayamos visto algún resultado que clarifique una mejoría en este aspecto.
Pienso que aún queda mucho camino por hacer. No hemos terminado de cambiar el chip.
Ahora en este periodo de cuarentena, vemos a muchos
profesionales hablando del tenis profesional. ¡Es increíble cuanta pasión hay!
También vemos a algunos hablando de las escuela de tenis base, aunque más de la
parte competitiva, y, a muy pocos, hablando del tenis base- social o tenis de
aficionados.
Creo que todo el mundo está de acuerdo en que cuanta más gente haya jugando al tenis, mejor será para el tenis. Hay un mercado enorme que aún no estamos tocando.
Soy un convencido de que por difícil que sea, el tenis tiene argumentos de sobra para entretener (hombres o mujeres) al taxista, al profesor de escuela, al jugador de fútbol, de basket, de golf, a muchas amas de casa, a muchas abuelas, a los que les gusta bailar, al cojo, y por supuesto al que va en silla de ruedas. Tiene argumentos de sobra para entretener a toda esta gente y a todos sus hijos durante su etapa de aprendizaje o de «vuelta al tenis», y mantenerlos «frikis del tenis» durante todas sus vidas.
Es posible que se les pase por la cabeza hacerse la típica pregunta de ¿cómo salen más campeones? Y se respondan: claro, cuanta más gente más posibilidades de campeones.
A mí me gustaría llegar algo más lejos en cuanto a la «raíz del problema de mentalidad». Digamos que al verlo desde otro punto de vista me hace pensar que la pregunta está mal hecha o no toca hacerla en este momento.
En mi opinión, aunque esté relacionado, el tenis de alta competición tiene muy poco que ver con el tenis base de aficionados desde el punto docente, ético, competitivo, etc.
Quizá simplemente nos deberíamos preguntar primero, ¿cómo hacer para que jueguen más personas al tenis?
Para responder a esta pregunta habría que dar una vuelta muy
grande sobre lo que estamos haciendo desde la base cuando empezamos con los
niños, y qué cosas se pueden cambiar para no provocar un terremoto y encontrar
un buen equilibrio.
Hablo de saber encontrar las similitudes y las diferencias entre el que quiere dedicarse y el que sólo quiere divertirse, hacer un poco de deporte y aprender a «jugar»…, porque ya tiene demasiadas cosas en que pensar, porque le gusta la vecina de enfrente, etc. Pensemos un momento dónde se termina de romper la cadena de producción de practicantes en nuestras escuelas de base. El groso estaría en niños de 12-14 años, ¿cierto?
Y ahora respondo a la pregunta de forma sencilla sobre cómo hacer para que jueguen más personas al tenis y sigo.
Podemos hacer que jueguen más personas haciendo que más jugadores se sientan importantes y tratar de no dejar de lado a nadie.
A continuación, trataré de narrar, en qué puntos de nuestra
cadena se ha dejado de lado a nuestros jugadores aficionados.
En primer lugar, me gustaría comentar el hecho de que en España se entiende el tenis únicamente como un deporte individual, y sin embargo, al igual como ocurre en otro países, se puede ver el tenis, como un deporte individual y de equipo.
En España, las escuelas de base, en general, nos han enseñado a jugar al tenis desde un punto de vista individual y muy competitivo. Y se han olvidado de la importancia de «jugar en equipo».
Nos han enseñado a hacer lo más difícil y se han olvidado de lo más fácil.
Nos han enseñado a «ganar» y se han olvidado de enseñarnos a «jugar/participar».
Nos han enseñado el singles y se han olvidado de los dobles.
Nos han enseñado a jugar liftado y se han olvidado de enseñarnos el plano, el cortado, y la volea.
Nos han enseñado a «darle fuerte» y se han olvidado de enseñarnos simplemente a «darle».
Nos han enseñado táctica pero se han olvidado de enseñarnos a saber estar con ética y valores.
Nos han enseñado el tenis profesional o semi-profesional (para una beca en EEUU), pero se han olvidado de enseñarnos el tenis para «la vida».
Esta poesía la voy a terminar escribiendo sobre por qué la
pregunta de antes estaba mal hecha.
Nos han enseñado a medir el tenis español únicamente mirando cuántos jugadores/as teníamos dentro del top 100 del ranking mundial y se han olvidado de enseñarnos a ver cuántos practicantes hay en total.
Por último, quería lanzar el siguiente mensaje y unas «reglas» que se pueden aplicar por si os ayudan.
Necesitamos que personalidades como Emilio Sánchez Vicario,
Tati Rascón, Toni Cascales, Álex Corretja, Miguel Crespo, Carmen Perea,
Conchita Martínez, Jorge Mir, Anabel Medina, Luis Mediero, Koki Martí, Pancho
Alvariño y muchos más que no he puesto en esta lista…, hagan aún más caso al
tenis social. Cada uno a su estilo y desde su «barrera».
Y por cierto, me encantaría verles a todos dando ejemplo, quiero decir, PRACTICANDO TENIS.
En España hacen falta ex pro’s de envergadura que se
dediquen más a nuestros «paquetitos» y a la base en general. ¡Necesitamos su
eco y que jueguen al tenis!
Necesitamos que la RFET siga trabajando y apostando por el tenis de aficionados. A ver si es capaz de unir a la comunidad en este sentido.
Me pregunto si podemos tener más voz en la ITF.
Me pregunto si la docencia en España puede simplificar,
modificar o evolucionar más hacia esta dirección.
Me pregunto si podemos enseñar a volear antes y a darle
liftado después.
Necesitamos buenos profes que enseñen «tenis para la vida».
Me pregunto si es nuestro ego de «querer ganar» el que nos
está cegando.
En definitiva, más y mejor atención de nuestros profesionales a moverse dentro de esa línea tan abstracta y a veces difícil, que existe entre el tenis profesional y el tenis de base-aficionados en nuestros clubes.
En una charla escuché a Toni Nadal hablando de sus experiencias y una de ellas decía que había jugadores que pensaban que eran especiales porque jugaban mejor…, los definía como idiotas. Creo que también se puede aplicar a los entrenadores.
1ª regla. No creas que eres peor entrenador porque entrenes a jugadores peores. Sobre todo porque te estás catalogando por el «resultado» de tus alumnos en vez de por el «disfrute del camino» junto a ellos.
2ª regla. Da ejemplo. Deja de hablar y ponte a jugar ya en tu tiempo libre. Estar en forma siempre ayuda.
3ª regla. Juega con los «paquetes» y trátalos como si fueran
fueras de serie… Y recuerda la primera regla, que no por eso vas a ser peor
entrenador.
¡Ánimo a todos!
Sergio Gómez-Barrio
Director del club de tenis Bel-Air