Salvó tres pelotas de partido y campeonato, pero acabó
rebozándose sobre la arcilla del Estadio Manolo Santana para soltar con
lágrimas la tensión de más de tres horas de batalla sin cuartel. Iga Swiatek se
tomó doce meses después la revancha ante Aryna Sabalenka en una final del Mutua
Madrid Open que, perfectamente, está entre los mejores partidos de las
veintidós ediciones del torneo y de sus diez enfrentamientos particulares (7-5,
4-6, 7-6 [7]).
La polaca se suma al elenco de siete No.1 que copan el
palmarés del WTA 1000 madrileño, como fueron Dinara Safina, Petra Kvitova,
Serena Williams, Maria Sharapova, Simona Halep y la propia Sabalenka. Además,
con 35 juegos, esta ha sido la final más larga del torneo superando los 33 de
aquella que la rumana le ganó en 2017 a la francesa Kristina Mladenovic (7-5,
6-7[5], 6-2).
El partido arrancó con un intercambio de roturas de
servicio, primero de Sabalenka y respondió Swiatek, para que después se
equilibraran las fuerzas saque a saque hasta el undécimo juego. Fue la No.1
quien se llevó gato al agua (7-5) con un definitivo drive ganador cruzado a
media pista, el decimocuarto winner de su cuenta particular, que puso fin a 61
minutos de batalla.
La polaca logró contener la reacción de su rival en el
arranque del segundo set. Sabalenka consiguió quebrar en el segundo y cuarto
juegos, mientras que Swiatek respondió en el tercero y quinto (3-3). De nuevo
la segunda favorita del cuadro logró desequilibrar la balanza con un break en
el décimo (4-6) al conectar una certera derecha paralela ganadora, su vigésimo
cuarto winner en el partido, después de 52 minutos.
Para deleite de los aficionados, los largos intercambios de
golpes iban a resolverse, como en cinco de las últimas seis finales en Madrid,
en la tercera manga y ya con la luz artificial de los focos para compensar la
caída del sol en la capital española.
El último asalto empezó igual que los anteriores. Sabalenka
logró la rotura de servicio en el cuarto juego e inmediatamente Swiatek hizo
contrabreak en el quinto (3-3). Otra vez, saque a saque, la emoción y el nivel
de juego fueron creciendo en el Estadio Manolo Santana hasta llegar al
tie-break. Antes, la campeona defensora tuvo dos puntos de partido al resto en
el undécimo juego y otra en el desempate. Pero la No.1 ejerció como tal en un
excelso ejercicio de superviviencia (7-6 [9-7]).
La tenista de Varsovia conquistó en la Caja Mágica el noveno
WTA 1000 de su carrera y el tercero de la temporada, después de Doha e Indian
Wells, elevando su récord a 21 victorias en 23 partidos disputados en torneos
de este rango.