Hemos realizado un pequeño estudio sobre los padres cuando sus hijos están
en competición: cómo se comportan y qué piensan. Está escrito en un tono de
humor así que tómenselo sólo como lo que es: una caricatura de comportamientos
extremos en los que todos nos podemos ver identificados en algún momento.
En la 2ª parte del artículo, más abajo, hablaremos más en serio sobre este asunto.
Padre-excusa
Antes del partido, sin que nadie le pregunte, le dice a todos que su hijo está desentrenado, enfermo… Parece que dentro de su saludo ya está la excusa. Ejemplo: “Buenas tardes, mi hijo está con fiebre”.
Lo que piensa: “Es importante que todo el mundo sepa que si
su hijo no juega mejor, no es por sus condiciones naturales. Su hijo es el
mejor, pero no ha entrenado lo mismo que los que le ganan”.
Padre-entrenador
Se toma los partidos con una intensidad, que debería calentar él también. Suele decir frases como: “a este niño le ganamos 6/2 6/2” o “tenemos partido a las 18:00 horas”. Suele llevar gorra y le lleva el raquetero al hijo (padre porteador o sherpa).
Lo que piensa: “Mi hijo y yo formamos un tándem invencible.
¡Qué bonito es ser entrenador de tenis!”.
Padre-estratégico
Es como el padre entrenador pero menos activo, más analítico. Ve estrategias por todos lados: el otro pierde tiempo en los cambios, cambian las bolas, encienden la luz, el otro padre se cambia de sitio, etc…Su frase favorita es: “Lo sacó del partido”. A veces, es una mezcla entre el padre-entrenador y el excusa.
Lo que piensa: “Tengo que estar pendiente de todo, yo
conozco el deporte y hay muchos trucos que te hacen ganar un partido”.
Padre-chofer
Se limita a llevar al hijo a jugar. Mientras éste juega, él lee el periódico o un libro.
Lo que piensa: “Lo importante es el desarrollo integral de
mi hijo. Estoy muy por encima de esos padres que se vuelven locos por un
partido de tenis”.
¡Ojo! No confundir a este padre con el que se pone el libro
delante de la cara, pero el hijo va por el tercer set, y no ha pasado ni una
página del libro o el libro está al revés.
Padre-pistolero
Considera que hay dos enfrentamientos paralelos: el de los niños y el de los padres. Mira desafiante a todo el mundo y se sienta lejos para estar solo.
Lo que piensa: “Con mi hijo no se mete ni Dios, caminando me
parezco a Clint Eastwood”.
Padre-chistoso
También se le podría llamar avergonzante. Le importa poco el resultado del partido, le divierte ver a su hijo jugar. Normalmente es una madre y suele decir frases como: “Vamos “pichurri” y, claro, el hijo se avergüenza.
Lo que piensa: “Cómo ha crecido mi niño, qué gracioso está
con el pantalón corto”.
Padre-caparazón
No se inmuta gane o pierda el punto su hijo, pero se fuma dos cajetillas de cigarros y se arranca los pelos de la nariz.
Lo que piensa: “La gente no puede ver que le doy importancia
al partido, ¡cómo se sufre en los partidos!”.
Padre-camuflado
Es una versión del padre-entrenador pero sin figurar (a lo zorro). Se esconde detrás de los setos, donde nadie lo ve, para darle instrucciones a su hijo.
Lo que piensa: “De aquí tengo la situación controlada, nadie
me ve y puedo ayudar a mi hijo a ganar”.
Padre-intermitente
Empieza a ver el partido de su hijo, pero cuando pierde un par de juegos seguidos, se va enfadado. Al rato retorna y se vuelve a enfadar. Realmente no es un padre intermitente, porque no deja de ver jugar a su hijo, sólo que cambia de posición: cerca-lejos.
Lo que piensa: no piensa, sufre.
Padre-hooligan
Anima a su hijo cuando gana un punto, aunque sea fallo del rival. Si su hijo va perdiendo, insulta al rival, árbitro, padre del rival,…Cree que el secreto del tenis es echarle huevos. Debería pagar entrada por ver el partido, o mejor, no se le debería permitir la entrada.
Lo que piensa: “Este partido lo vamos a ganar como sea”.
Padre-loro
Los nervios le hacen hablar más de la cuenta, le come el coco al padre del rival de su hijo.
Lo que piensa: “La situación está muy tirante, necesito
hablar con el padre del otro para quitarle hierro al asunto”.
Padre-negativo
Hace siempre comentarios destructivos: lo sabía (cuando falla), ya era hora (cuando gana) o ya empezamos (cuando va ganando y el otro le recupera algún punto).
Lo que piensa: “Mi hijo es un desastre”.
Padre-árbitro
Es padre que sólo va al partido a fijarse en las bolas, todas las dudosas tienen que ser a favor de su hijo.
Lo que piensa: “No quiero que mi hijo sea un tonto al que se
le puede engañar”.
Parte 2ª
Y ahora hablemos un poco en serio
Ud. los padres de jóvenes tenistas son una parte fundamental
para su desarrollo como personas, y el tenis sin duda es un escenario
privilegiado para que aprendan a desenvolverse en diferentes situaciones. A la
vez, son una fuente de información para ellos, de modo que tenderán a imitar
tus comportamientos al ser su principal modelo de conducta.
Sin embargo es demasiado común observar, los fines de
semana, conductas reprochables de padres en las gradas, perdiendo así una
oportunidad perfecta para disfrutar con el joven tenista de su pasión, pero más
importante, actuando como pésimo modelo de comportamiento. En nuestro objetivo
de fomentar un tenis sano para nuestros pequeños (y no tan pequeños).
En nuestra humilde opinión, como entrenadores, creemos que deberían de seguirse unas ciertas pautas de comportamientos muy propios de este deporte como lo es el tenis y en los partidos de sus hijos, señores padres, sólo dedicarse a disfrutar de como avanza y aprende su hijo.
Estas pautas pueden ir en el orden que Ud. quieran. Las
enumeramos por seguir sólo un criterio, ninguna deja de ser más importante que
otra, y son solo algunas, seguramente se nos quedan en el camino otras.
Sin más royo aquí les van:
1. Los padres deben permanecer sentados en la zona reservada
para los espectadores durante el partido, gradas en caso de que las haya, o a
un lado de las pistas.
2. Los padres deben abstenerse de gritar instrucciones o
críticas a sus hijos mientras están jugando.((IMPORTANTE)) Los padres sólo
tienen que apoyarle y animarle a que siga adelante sea cual sea el resultado,
hay que recompensar esfuerzo y no resultados.
3. Los padres no deben hacer comentarios despectivos o
despreciativos hacia el adversario de su hijo, a otros padres, a los
entrenadores y/o a los jueces, en caso de que estos estén en la pista o fuera
de ella.
4. No caer en animar efectuando comentarios negativos al
rival de su hijo. Vosotros mejor que nadie sabéis cómo animar a vuestro hijo,
no hace falta desprestigiar al rival para ello.
5. Controlar las emociones propias y no dejar que estas
influyan en el niño. Tienen que pensar que decir a su hijo cuando pierde y
cuando gana, sabemos que las emociones son diferentes, pero ante todo pensar
que es un JUEGO y que está jugando para divertirse, porque es lo que le gusta
(para pasarlo mal hay otras muchas cosas y no jugar un partido de tenis).
6. En ningún momento del transcurso del partido, los padres
deben interferir con la labor del entrenador si este ha asistido al partido.
Deben intentar ceder gustosamente la responsabilidad de sus hijos al entrenador
durante los partidos. No orientar al entrenador sobre cómo entrenar de forma
continua a su hijo, el título de entrenador lo tiene él.
Piense que si Ud. como padre haces la labor del entrenador, quizás el entrenador va a tener que hacer la labor de padre.
Y por último y no menos importante como consejo también
queremos decirles algo que seguramente no esté bien que digamos y puede ser
hasta poco ético pero nosotros los entrenadores no vamos a ver con «malos ojos»
ante la mala conducta en pista de su pequeño atleta o una falta de respeto al
rival, entrenador o público presente es…….. una buena tirada de orejas y
retirarlo de pista inmediatamente!. Créanme a todos los que jugamos este
deporte nos paso alguna vez y que bien que nos vino!, gracias a eso hoy sabemos
competir y mas allá del tenis, tenemos esa conducta apropiada en cada momento
de la vida.
No se olviden, el tenis es un juego, no es más …..