El serbio buscará su primera medalla de oro en los Juegos
Olímpicos
A sus 37 años, Novak Djokovic derribó este viernes una
barrera sin precedentes en una carrera deportiva legendaria. El serbio se abrió
paso hasta su primera final olímpica en París, quedando a un paso del sueño
pendiente más destacado en su palmarés: colgarse una medalla de oro individual
que redondee una colección de éxitos sin parangón en el circuito. Con la
arcilla de la Philippe-Chatrier como telón de fondo, la oportunidad de volver a
hundir sus manos en la historia.
El balcánico disputará una final monumental el domingo ante
el español Carlos Alcaraz, en uno de los choques más emocionantes de la
actualidad en el vestuario masculino. Tras medirse recientemente en la final de
Wimbledon, marcando el ritmo por los mayores objetivos del circuito, ambos librarán
un nuevo duelo con la leyenda en juego.
Para asegurar la medalla olímpica en París, el primer cabeza
de serie se exprimió en un duelo generacional fascinante. Djokovic tuvo que
remangarse para derrotar por 6-4, 6-2 al italiano Lorenzo Musetti, otro de los
principales representantes de la nueva hornada de talento en el ATP Tour. En un
partido de gran agilidad, con la variedad de golpes como norma, el serbio
necesitó poner a prueba sus piernas para tocar el duelo definitivo en la
capital francesa.
"Llevo esperando este momento cerca de 20 años",
dijo Djokovic durante su entrevista en pista. "He competido en cuatro
Juegos Olímpicos, esta es mi quinta participación y jamás había superado las
semifinales. Perdí tres semifinales en mis cuatro primeros Juegos Olímpicos. He
logrado sortear esta gran barrera. Debo ser sincero y reconocer que estaba
pensando en todas las semifinales perdidas".
También Podría Interesarle: Alcaraz sueña con el oro en
París
El camino de Djokovic hasta la final de París 2024 ha sido
una demostración de seguridad personal. El balcánico ha alcanzado el partido
por la medalla de oro sin entregar una sola manga, incluyendo victorias ante el
español Rafael Nadal y el griego Stefanos Tsitsipas para soñar con el primer
escalón del podio en la arcilla gala. Con la segunda presea olímpica de su
carrera ya asegurada (bronce en Pekín 2008), el horizonte representa la ilusión
para el de Belgrado.
"He logrado muchas cosas importantes en este deporte,
pero nunca una final de Juegos Olímpicos. Estoy muy emocionado", dijo
Djokovic. "Espero brindar alegría a los aficionados serbios y a mucha
gente alrededor del mundo. Mañana pensaré en la final con Alcaraz, pero estoy
agradecido por tener un día libre. Lo voy a necesitar".
Por encima de todo, Djokovic ha completado una historia de
superación memorable en la tierra batida de París. Semanas después de renunciar
a los cuartos de final de Roland Garros por una lesión de rodilla, un percance
que le obligó a pasar por quirófano para reparar un menisco dañado, el
balcánico ha respondido escalando hasta la primera final olímpica de su
carrera. En un escenario donde ha escrito historia del deporte, Novak sueña con
el hito definitivo.
La presea de oro queda a un paso de distancia, aunque el
obstáculo es el mayor imaginable en este momento. Alcaraz mantiene la mirada a
Djokovic en el historial Lexus ATP Head2Head (3-3), habiendo rendido de manera
extraordinaria en los tres partidos por el campeonato vividos entre ambos.
Carlos es el único jugador que ha ganado dos finales de Wimbledon al serbio, al
que exigió la final a tres mangas más larga de la historia el año pasado en
Cincinnati.
¿Sabías Que...?
Novak Djokovic afronta la quinta participación en Juegos
Olímpicos de su carrera deportiva. Antes de brillar con luz propia en París
2024, el serbio estuvo presente en las citas de Pekín 2008 (medalla de bronce),
Londres 2012 (cuarta plaza), Río de Janeiro 2016 (primera ronda) y Tokio
(cuarta plaza).