El español ha cambiado la configuración de su raqueta y la
maniobra de saque
“Nunca te puedes estancar, siempre tienes que ir cambiando
pequeñas cosas”.
La frase es de Carlos Alcaraz, llega antes del Abierto de
Australia, que comienza en unas horas, y resume perfectamente cómo el español
se ha preparado para 2025 completando una pretemporada con dos grandes cambios:
su mecánica de saque y la configuración de la raqueta.
“Está claro que hay que cambiar cosas”, explicó el No. 3 del
PIF ATP Rankings el sábado en Melbourne. “Jannik [Sinner] también lo ha dicho,
que en pretemporada ha cambiado cosas que quizás no podemos ver, pero que él
siente que son diferentes”, añadió, haciendo referencia al italiano. “Para
estar siempre en el máximo nivel tienes que ir adaptándote a lo que te demanden
y e cambiando pequeñas cosas para ser mejor e igual de competitivo”.
Siguiendo ese pensamiento, Alcaraz se lanzó a la
pretemporada dispuesto a intentar esos dos cambios (servicio y raqueta) con
claro impacto en su juego. Así, durante los primeros días de su preparación
para el año 2025, el murciano trabajó para modificar el armado de la jugada,
variando el movimiento de saque.
"Sabíamos que el servicio era algo que tenía que mejorar, había que hacer algo. Tenía que ser más preciso y no lo estaba consiguiendo”, reflexionó el murciano. “El nuevo movimiento es un poco más relajado, bastante más relajado, con la muñeca más suelta para ver si tengo mejor ritmo y que no haya parada cuando llego arriba con la raqueta, sino que vaya todo más fluido”, detalló. “Eso me evita también muchísimas cosas durante el partido. Por ejemplo, no estoy tan tenso, que luego eso pasa factura en el físico”, remarcó.
“No he tenido mucho tiempo para entrenar el nuevo saque.
Sigo pensado en cómo tengo que hacerlo, pero cada día me siento mejor”.
Además del servicio, Alcaraz tomó la decisión de añadir peso
al cuello de su raqueta a través de cintas de plomo, concretamente 5 gramos.
“Al final, había que cambiar ciertas cosas, había que
probar”, reflexionó Alcaraz. “Sí, más que cambiar, había que probar. Yo jugaba
con un peso bastante bajo para lo que es el circuito profesional. Dijimos de
probar esos 5 gramos y me noté bastante bien”, prosiguió. “Lo más importante
para mí era que pudiera moverla igual de bien que la raqueta con la que estaba
jugando, que no notara nada en el brazo”, siguió. “Y la verdad que fue
fantástico. Me ayuda porque la bola tiene más peso, y para ciertos golpes como
el saque o el resto siempre viene bien”.
Alcaraz debutará en el Abierto de Australia el próximo lunes
ante Alexander Shevchenko.